J.J. Abrams apenas tiene 40 años, pero es difícil imaginar un profesional en Hollywood de más actualidad. En cine acaba de dirigir el éxito de taquilla (quizás algo decepcionante, pero notable igualmente) Misión: Imposible 3, mientras que en televisión es la figura del momento gracias a Perdidos, la renovada What About Brian y el estreno de otoño Six Degrees. Desde hace una década, J.J. Abrams ha sido un chico Disney, en cuya división Touchstone produjo Felicity y Perdidos.
Sin embargo, Abrams ha decidido iniciar un nuevo rumbo profesional firmando sendos contratos con Warner Bros. Television para sus proyectos televisivos y con Paramount Pictures los cinematográficos. ¿Qué le ha llevado a tomar esa decisión? Pues algo tan prosaico como el dinero. En Paramount, para la que filmó Misión: Imposible 3, lo han puesto al frente del proceso de renovación de la franquicia Star Trek, que si sale bien puede darle trabajo durante muchos años. De momento, independientemente de las películas que pueda producir o su resultado, tiene garantizado dos millones al año para él y otros dos para su productora Bad Robot durante un lustro.
Su contrato televisivo es si cabe más lucrativo. De momento Warner Bros. Television lo ha colocado en la categoría de sus grandes autores televisivos como Jerry Bruckheimer y John Wells. Diversas fuentes hablan de que J.J. Abrams puede cobrar entre cuatro y seis millones de dólares al año por crear y producir series para Warner durante un periodo de seis años, a lo que se suman dos millones de dólares para los gastos de mantenimiento de la productora Bad Robot. Además, tendrá un 35% de los beneficios en los mercados auxiliares como el DVD. Ahora mismo las preguntas que circulan por Hollywood es cómo esto puede afectar a la vinculación de J.J. Abrams con las series que tiene en marcha como Perdidos, en la que actualmente ya tiene una labor creativa mínima, y si el escritor podrá repartir sus talentos entre el cine y la televisión para justificar estos contratos tan lucrativos.
Vía | Los Angeles Times En ¡Vaya Tele! | El creador de Alias y Perdidos se desentiende de las series