Hace un par de días os contábamos, no con poca estupefacción, cómo las autoridades chinas habían decidido cambiar el final de la adaptación cinematográfica de 'El club de la lucha' de David Fincher de cara a su lanzamiento en streaming; sustituyendo su explosivo cierre por un cartel en el que puede leerse lo siguiente:
"Gracias la pista proporcionada por Tyler, la policía descubrió rápidamente todo el plan y arrestó a los criminales, evitando con éxito que la bomba explotara. Después del juicio, Tyler fue enviado a un manicomio para recibir tratamiento psicológico. Fue dado de alta en 2012."
Curado de espanto
Ahora, el siempre lúcido Chuck Palahniuk, autor de la novela original en la que se basa el largometraje, ha respondido a la demencial polémica en su newsletter de Substack con esa sorna marca de la casa.
"¿Habéis visto esta mierda? ¡Es SÚPER maravilloso! ¡En China todo el mundo tiene un final feliz! Tyler y la banda son arrestados. Es juzgado y sentenciado a internar en una institución mental. Qué genial. ¡No tenía ni idea! La justicia siempre ganas. No explota nada. Fini".
Más allá del divertido chascarrillo, el escritor ha profundizado en el tema en una entrevista con el medio TMZ, en la que, entre otras cosas, se sorprende de que la nueva versión del final cinematográfico se acerque tanto a la publicada en el libro. En él, el plan del Narrador falla por un error en el funcionamiento de las bombas, optando por dispararse en la cabeza y despertando en una institución mental que asocia con estar en el cielo.
"Lo irónico del modo en que lo han cambiado los chinos es que han ajustado el final casi exactamente al del libro, al contrario del final de Fincher, que fue más espectacular visualmente. Así que, en cierto modo, los chinos acercaron la película un poquito al libro".
Palahniuk también comentó lo curioso de que esta historia haya trascendido en medios de todo el mundo —y, especialmente, estadounidenses— cuando, desde hace años, su trabajo ha sido tratado con especial dureza en su país de origen.
"Lo que encuentro muy interesante es que mis libros han sido fuertemente vetados en Estados Unidos. El sistema de prisiones de Texas se niega a tener mis libros en sus bibliotecas. Muchas escuelas públicas y la mayoría de las privadas se niegan a tener mis libros. Pero, ¿sólo supone un problema cuando China cambia el final de una película? Llevo mucho tiempo lidiando con la prohibición de libros".
Por suerte, el bueno de Chuck está curado de espanto. Y es que, maniobras como la perpetrada por China, no son nuevas para él...
"Muchos de mis editores internacionales han modificado la novela para que su final se parezca al de la película. He estado lidiando con este tipo de revisiones durante 25 años".
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