'The Disaster Artist' y su crónica del rodaje de la hórrida 'The Room' no ha inventado un género propio: el mundo del cine ha sido siempre fuente de clara inspiración para las propias películas. Clásicos indiscutibles como 'Cantando bajo la lluvia' han reflejado momentos clave de la historia del medio como el paso del mudo al sonoro. Y películas como 'Cautivos del mal' retrataban entre líneas a nombres propios a los que no se podía nombrar directamente (en este caso, por ejemplo, el productor que protagoniza la película es una mezcla de David O. Selznick, Orson Welles y Val Lewton, y se rueda la película 'Doom of the Cat Men', clara referencia a 'La mujer pantera').
Es normal: el cine, siempre necesitado de personalidades más grandes que la vida, encontraba en el propio star-system y en sus penurias de dominio público material para historias apasionantes. Conforme fue pasando el tiempo, superados los sesenta y habiendo la nouvelle vague cambiado la visión del cine para siempre, distintos autores europeos usaron el cine para reflexionar sobre las películas y el impacto en sus vidas.
La metáfora del cine como un reflejo de la vida se expandió hasta llegar de vuelta al propio Hollywood y extenderse por toda Europa, con representantes tan notorios como 'Fellini', que habló una y otra vez del cine como configurador de sueños en películas como 'Fellini 8½', 'Entrevista' o 'Roma', que difuinan realidad y fantasía como solo Fellini sabía. Los ejemplos son innumerables, y directores como Woody Allen han rodado una y otra vez películas sobre películas.
La tendencia se acentúa con ciertos géneros, como el terror, proclive a hablar de sus propios resortes y trucos, a veces de forma más meta, como en 'Scream', a veces convirtiendo a los directores de género en auténticos tronados con tendencias psicóticas, como en la maravillosa 'Un gato en el cerebro' de Fulci. O haciendo pasar películas clásicas del género por documentales que narraban hechos reales, como las secuelas de 'Blair Witch Project' o la saga 'El regreso de los muertos vivientes'.
Pero lo que vamos a tratar hoy aquí son películas más cercanas a 'The Disaster Artist': crónicas de rodajes de películas reales, a veces dentro de biografías de personajes prominentes de la industria, a veces todo lo contrario. No hay tantas como podría pensarse en un principio: a menudo la técnica de los cineastas para hablar de sus colegas es al estilo 'Cautivos del mal', a base de indirectas y risas por lo bajini. Hemos hecho una selección de las que hablan de frente de cómo se hace una película, aunque tampoco esperéis demasiada fidelidad a los hechos. Al fin y al cabo, quién quiere verdades cuando tiene una buena película.
'The Room' (2003) según 'The Disaster Artist' (2017) (2017)
'The Disaster Artist' tiene, como 'Ed Wood', una tarea muy complicada ante sí. Explicar por qué son especiales películas como 'The Room' o 'Plan 9 from outer space' yendo algo más allá de "es que cuando cierran una puerta tiembla el decorado" o "los actores son muy malos". 'The Disaster Artist' es incapaz de replicar la magia de The Room (es imposible), pero James Franco sale airoso del desafío poniendo el acento en la inenarrable personalidad del director y protagonista del engendro, Tommy Wiseau. Y lo hace sin cargar demasiado las tintas en lo grotesco, lo que le pone, quizás, por delante de 'Ed Wood', magnífica pero menos sutil.
'Nosferatu' (1922) según 'La sombra del vampiro' (2000) (2017)
No exactamente una película sobre cómo se hizo la absoplutamente legendaria 'Nosferatu' de Murnau, sino más bien una nueva ficción basada en el misterioso rodaje del clásico mudo. Aquí se plantea que el vampiro protagonista era un auténtico chupasangres y hechizó un rodaje atropellado, en una mezcla de comedia, terror y recreación histórica que funciona gracias a las interpretaciones de John Malkovich (Murnau) y Willem Dafoe (Nosferatu), y al estilo de E. Elias Merhige, que imita la estética del cine de la época.
'Nosferatu', debido a las conexiones ocultistas de Murnau, es una película que aún hoy resulta misteriosa, y Merhige (un director también bastante oscuro, habiendo dirigido solo esta película, 'Sospechoso cero' y la rarísima y experimental 'Begotten') se aprovecha de ello. Desde luego, 'La sombra del vampiro' no es la mejor película desde el punto de vista histórico, pero sí una que aprovecha la fascinación que aún hoy ejercen en nosotros las misteriosas y macabras imágenes del primer cine mudo.
'Nanuk, el esquimal' (1922) según 'Mis aventuras con Nanuk, el esquimal' (1994)
'Mis aventuras con Nanuk, el esquimal', o 'Kabloonak' (inuit para 'Persona blanca' o 'No inuit') cuenta cómo se rodó una pionera del cine documental: 'Nanuk, el esquimal', película muda en la que el cineasta Robert J. Flaherty pasó un año, entre 1919 y 1921, con el inuit Nanuk y su familia en el Círculo Ártico. Caza de animales, supervivencia extrema y un nucleo de convencia duro como el hielo son retomados en esta película de Claude Massot en la que replica toda aquella experiencia con Charles Dance dando vida al cineasta, y dejándose contagiar por la calma, el ritmo infinito y la belleza sin civilizar de los páramos helados árticos.
'¡Que Viva México!' (1930) según 'Eisenstein en Guajanato' (2015)
Una pequeña rareza por partir de una película que no llegó a rodarse, '¡Que Viva México!', un proyecto de Sergei Eisenstein en 1930. Este relato del viaje a México del director ruso, como todo el cine de Peter Greenaway, se toma muchas libertades con los hechos, y pone el acento en un romance con un guía mexicano que supone un tremendo reduccionismo con respecto a la tumultuosa sexualidad del director, interpretado aquí de forma febril por Elmer Bäck. Escandalosa y mucho menos vital que el primer cine de Greenaway, no aporta apenas nada a la figura de Eisenstein, pero funciona como escatológica reflexión acerca del turbulento proceso creativo del rodaje de cualquier película.
'Ciudadano Kane (1941)' según 'RKO 281' (1999)
Potente telefilm que en su día fue estrenado en salas en algunos países como España y que fue galardonado con un Globo de Oro a la mejor película para televisión y a un Emmy por su reparto. Cuenta con pulcritud el conflictivo proceso de producción de 'Ciudadano Kane', que prácticamente salió adelante por pura fuerza de voluntad de Orson Welles, que tuvo que enfrentarse al poderosísimo magnate de la prensa William Randolph Hearst. Extraordinarias interpretaciones (sobre todo James Cromwell como Hearst y John Malkovich como Herman Mankiewicz), aunque quizás a la de Liev Schreiber como Welles le falte algo de empaque.
'La reina de África' (1951) según 'Cazador blanco, corazón negro' (1990)
Hacemos aquí una pequeña trampa: 'Cazador blanco, corazón negro' no cuenta la historia de un rodaje real, pero tiene muy poco disimulo a la hora de ocultar que Clint Eastwood es el equivalente de John Huston en el conflictivo rodaje de 'La reina de África', llevado a cabo en dicho continente en una época en la que no era nada habitual filmar fuera de Hollywood. La obsesión de su personaje con la caza permite a Eastwood, en una de sus mejores películas en su etapa inicial como director, hablar de la masculinidad y sus inseguridades, así como de los procesos creativos como forma de compensar determinadas carencias. Una maravillosa elegía sobre uno de los directores macho por excelencia, y poniéndose Eastwood, también, en primera línea de fuego.
'El príncipe y la corista' (1957) según 'Mi semana con Marylin' (2011)
No exactamente la crónica de una película, pero sí una crónica de lo que sucedió en torno a ella, y que aprovecha para hablar de uno de los grandes enigmas del cine clásico: Marylin Monroe y sumagnético atractivo. Narra la relación entre Marylin (Michelle Williams, ganadora del Globo de Oro por su interpretación) y un ayudante del rodaje (Eddie Redmayne) de 'El príncipe y la corista' en Londres, cuando el marido de la actriz, Arthur Miller, vuelve a Estados Unidos. Algo plana y más pendiente del drama que del cine, es un biopic entretenido y sin complicaciones, centrado en un punto muy concreto de la vida de la estrella.
'Plan 9 from outer space' (1959) según 'Ed Wood'(1994)
'Ed Wood' es la película con la que inevitablemente se está comparando a 'The Disaster Artist'. Pero el tono de Tim Burton es mucho más disparatado al narrar el rodaje de muchas de las películas del trastornado director de los cincuenta, básicamente 'Glen or Glenda', 'Bride of the Monster' y su opus magna 'Plan 9 from outer space'. Son películas como 'The Room', cuyo radical e involuntario posicionamiento esquinado, inaccesible por herramientas cinéfilas convencionales, les otorgan una grandeza más allá del bien y del mal, algo complicado de ser replicado en los biopics de Tim Burton o Tommy Wiseau. Aún así, y pese a que a la visión de Burton le sobra caricatura y le falta tragedia, es un buen retrato de una forma de hacer cine absolutamente extinta y entrañable.
'Psicosis' (1960) según 'Hitchcock' (2012)
De nuevo, una película no muy conflictiva acerca de una personalidad no especialmente sencilla: este biopic de Hitchcock se centra en el icónico rodaje de 'Psicosis', la búsqueda de una estrella y la complicada relación que por entonces el director tenía con su mujer, Alma Reville (aquí interpretada exquisitamente por Helen Mirren, que sale incluso más airosa del trance que un también perfecto Anthony Hopkins en el rol del título). 'Hitchcock' se beneficia de hablar de una película que todo el mundo conoce, y así jugar con las espectativas del espectador, como si de una propia película de suspense se tratase.
'¿Qué fue de Baby Jane?' (1962) según 'Feud' (2017)
Supuso una pequeña decepción el anuncio de que la segunda temporada de 'Feud' fuera a tratar de una relación conflictiva (el Príncipe Carlos y ladi Di) ajena al mundo del Hollywood clásico. Porque habría sido una gozada que, después de retratar con tan buen gusto el choque salvaje entre Joan Crawford y Bette Davis mientras rodaban '¿Qué fue de Baby Jane?', cada temporada hablara de un rodaje infernal.
Una pena, pero nos queda esta soberbia primera temporada en la que Ryan Murphy retrata, con actores extraordinarios (Jessica Lange -Crawford-, Susan Sarandon -Davis- y Alfred Molina -Robert Aldrich, director de la película-) el lado oscuro del estrellato de Hollywood. Por supuesto, Murphy se toma sus licencias en el retrato de los personajes y sus relaciones, pero como grand-guignol en la vida real como reflejo del grand-guignol que tenía lugar en la pantalla, 'Feud' no tiene rival.
'Los pájaros' (1963) según 'The Girl' (2012)
Casi a la vez que 'Hitchcock' llegaba a los cines, HBO estrenaba esta estupenda TV-Movie de estética menos cuidada pero con una temática más agresiva: el sistemático acoso psicológico (y algo del otro también) que el director podría haber ejercido sobre Tippi Hedren durante el rodaje de 'Los pájaros', a quien aquí interpreta Sienna Miller. La película siempre es afín a la versión de Hedren sobre el tema, que desde que se puso sobre la mesa a principios de esta década al ser publicada en un libro, ha sido discutida por otras actrices que trabajaron con Hitchcock. En cualquier caso, la película es un buen reflejo de los asfixiantes métodos de trabajo del director y su personalidad dominante, aunque Toby Jones es mucho menos apropiado que Anthony Hopkins para el papel debido a su presencia física
'Mary Poppins' (1964) según 'Al encuentro de Mr. Banks' (2013)
Una feel-good movie de manual, que manipula los hechos para ofrecer una versión almibarada de personajes reales que, en especial Disney -aquí interpretado por Tom Hanks- tenían un lado mucho, mucho más oscuro. Sin embargo, para los devotos de los cómo se hizo, la película tiene mucho que ofrecer, ya que la conflictiva producción de Mary Poppins y el choque de Disney con la autora del libro original, P. L. Travers (Emma Thompson) son altamente jugosos.
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