Sin City compite en Cannes

Sin City compite en Cannes
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Como si de Memento se tratara, vamos a hacer un repaso en orden cronológico inverso de los tres últimos días en el Festival de Cannes.

Comenzamos con Sin City, aún calentita. Como es generalmente sabido, el filme está basado en el comic de Frank Miller. Con una fotografía en blanco y negro salpicada de vez en cuando con colores primarios, la novena película de Robert Rodríguez resulta dura, amplificando si cabe una violencia extrema que salpica.

Rodríguez ha mezclado tres de los títulos de Miller en el guión, lo que quizás resulte algo confuso para los amantes del comic. Aunque si algo se ha destacado siempre que se ha hablado del filme es la voluntad de respetar la obra original, y al parecer Rodríguez se ha salido con la suya. Frank Miller ha defendido el lado violento de su historia en la rueda de prensa:

No creo en esa teoría de que la gente imita lo que ve en las películas. (...) Los japoneses tienen las películas más violentas del mundo y las tasas más bajas de criminalidad, así que...

Peindre ou faire l'amour (Pintar o hacer el amor) es la otra película en competición de hoy, y contrasta poderosamente con la violencia de Sin City. El filme de Arnauld y Jean-Marie Larrieu cuenta la historia de dos parejas (Sergi López entre ellos) a las que la estancia en una gran mansión de la zona de Vercors acerca de manera muy íntima. Los directores exploran las experiencias sexuales de gente corriente, pero que se intercambia las parejas sin mucho reparo.

Ayer lo más interesante de la competición fue la apuesta de Jim Jarmusch, Broken Flowers, una agridulce comedia con Bill Murray como protagonista. Una antigua amante le avisa anónimamente de que tiene un hijo que podría estar buscándolo. Murray decide entonces reunirse con varias de sus ex-amantes para resolver el misterio.

Viggo Mortenssen
Y yéndonos ya al lunes, tenemos dos de las películas que más expectación han levantado. La primera es A History of Violence, de David Cronenberg, de la que ya os hemos hablado hoy. El director canadiense adapta también un comic, en una denuncia de los problemas que genera la sobreabundancia de armas en los EE.UU. Parece que la película no ha entusiasmado a la crítica, que la ha visto muy simple, esquemática y violenta. El principal atractivo es, como no, un Viggo Mortenssen que luce orgulloso en Cannes su bigote de Alatriste.

Manderlay, de Lars von Trier, acaba con nuestro repaso. Se trata de la continuación de la trilogía sobre los EE.UU., después de la primera entrega, Dogville. Aunque la protagonista cambia de intérprete (ahora es Bryce Dallas Howard) todo se mantiene en un tono acorde con la anterior. La acción se desarrolla en una plantación de Alabama en los años 30, en un ambiente de incipiente revuelta de los esclavos negros. Grace canalizará sus deseos y los liderará.

Manderlay.jpg

Vía | Festival de Cannes En Blogdecine | Habrá secuelas de Sin City

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