Más que discreta, la presentación a competición ayer de Import Export se vio (al igual que el film de Gus Van Sant) un tanto eclipsada por la presencia estelar de Brad Pitt y Angelina Jolie.
Su director Ulrich Seidl ya había participado hace cinco años en el Festival de Cannes, dentro de la Semana Internacional de la Crítica con Dog Days, y ahora regresa con una historia que evoca dos trayectorias opuestas: la de una enfermera ucraniana que acude a Austria para encontrar un empleo, y la de un joven austríaco que se instala en Ucrania para ganarse la vida.
Al igual que en Paranoid Park, dos actores amateurs, Ekateryba Rak y Paul Hofmann protagonizan este film, que pese las circunstancias no ha pasado desapercibido. Para unos, un desastre absoluto, para otros una belleza fría como la muerte y para muchos un posible ganador. Pronto veremos quién se acerca más a la opinión del jurado.