Cuando te metes a leer manga o a ver anime por primera vez, seguramente una de las primerísimas palabras con la que te terminas cruzando es "shonen" o "shojo". Y es que aquí hay un melón tremendo para abrir, ya que estas etiquetas han ayudado durante décadas a categorizar el tipo de historias que se publican en las revistas de manga.
Y aunque en su momento tenían algo de sentido, con el paso del tiempo estas etiquetas se nos han ido quedado algo caducas y en realidad deberían importarnos cada vez menos.
Empecemos por los cimientos
Los términos "shonen", "shojo", "seinen" y "josei" ayudan a catalogar los tipos de manga. Pero estas palabras, explicando el tema de una manera sencilla y muy corta, no son géneros en sí mismos y lo que vienen a significar es para qué público está dirigido cada publicación.
foto
"Shonen" significa "chico joven" en japonés. Con lo que las series como 'One Piece' o 'Dragon Ball' publicadas con esta etiqueta estarían dirigidas a un público masculino adolescente, habitualmente de entre 10 y 19 años. Su "contrapartida" femenina sería "shojo", "chica joven", para adolescentes de ese rango de edad y con series como 'Sailor Moon' o 'Sakura, cazadora de cartas'.
Después vendrían "seinen" y "josei", que serían publicaciones para un público más adulto, de hombres y mujeres, respectivamente. No necesariamente de mediana edad, sino para jóvenes de más de 20 años que pueden leer enfoques e historias más maduras y crudas.
Hasta aquí todo bien, y esta diferenciación de publicaciones por demografías tenía su sentido hace décadas, cuando el tipo de historias que manejaba cada revista o incluso cada editorial estaba más diferenciado.

Los "shonens" trataban de aventuritas para chicos con mamporros y humor, y los "shojos" para chicas eran telenovelas con mucho romance y dramón... Pero claro, los tiempos cambian, y estamos viendo que la cosa ha cambiado mucho y estas etiquetas se nos quedan cada vez más anticuadas. Y, sobre todo, que dentro de las propias revistas no se cierran a publicar historias de todo tipo.
Pero el tejado se nos acaba
Hace unos días se lío en redes porque en FNAC (como compartían desde Ramen Para Dos) actualizaron sus estanterías de manga con nuevas etiquetas de "shonen" y "shojo". Definían Shonen como "Manga para chicos. Acción. Aventura", y Shojo como "Manga para chicas. Romance. Drama".
Y, a ver, aunque técnicamente la diferenciación no es incorrecta, ya va siendo hora de pasar página y dejar de asumir que todo el shonen es acción y todo el shojo son romances de instituto. Sí, este tipo de historias siguen siendo una importante mayoría dentro de sus respectivas demografías, pero en las últimas décadas hemos ido viendo cada vez más cómo la línea entre demografías es cada vez más difusa.
De entrada no pensaríamos que Junji Ito, el gran maestro del terror japonés, publica "shojos" porque no le asociamos con historietillas románticas, ¿verdad? Pues gran parte de su obra en realidad estaría catalogada bajo las demografías de "shojo" y "josei" simplemente porque sus mangas se publicaron en revistas con estas etiquetas.
Y justo al contrario pasa con muchos de los romances más populares de los últimos años. 'My Dress-Up Darling', 'Komi-san no puede comunicarse' o 'Blue Box' tendrían muchos elementos para ser considerados "shojos de manual", pero resulta que en realidad son "shonen" porque se publicaron en revistas "para chicos".
Así también tenemos series como 'Skip to Loafer' o incluso 'Keep Your Hands Off Eizouken!', que trata sobre unas chavalas que hacen anime, pero que técnicamente son historias "seinen", para hombres adultos... Porque se publicaron en revistas seinen. Y así podríamos seguir durante un buen rato.

Y es que al final las demografías casi sirven más para categorizar la publicación (la revista o editorial) en sí y las edades de sus lectores que para diferenciar el género de un manga. Y, por supuesto, el género de a quién va dirigida cada historia.
Porque al igual que una mujer puede disfrutar de las aventuras de Luffy, un hombre se puede emocionar con el dramón de 'Mi feliz matrimonio', que se supone que ya hemos pasado página con ciertas tonterías y deberíamos ser más abiertos de mente.
No te rayes, y lee
Esto no significa que las etiquetas "shonen" y "shojo" vayan a dejar de existir, al menos no inmediatamente. Porque sirven a un propósito editorial que puede guiar a los lectores, y también ayuda a que muchos mangas y muchas autoras sean publicados, algo que quizás no pasaría fuera de las revistas especializadas en shojo.
Porque, como me recordaba mi compañera Carla, en los premios que han eliminado las distinciones por demografía a menudo se "olvidan" de nominar obras shojo y josei. Porque si no tienen su propia categoría, parece que no existen.
Por desgracia, las series shojo a menudo siguendo siendo más estigmatizadas y reducidas a "cosas de chicas". Y esto lo vemos en el rechazo de muchos lectores a la hora de abrir un manga shojo, y también también a la hora de tener sus propios animes y el presupuesto con el que terminan contando.

Si se acepta que una mujer lea mangas shonen, deberíamos también a apreciar todo lo que los mangas shojo tiene que ofrecer y no dejarnos guiar únicamente por su etiqueta domo algo negativo. Sí, pilla ese manga shojo y no pienses que por ser "para chicas" va a ser peor, lee un poquito de poco (que al autor de 'Dandadan' le vino de miedo).
Por lo menos, la perspectiva de los lectores está cambiando poco a poco, y también la de muchos autores y las editoriales. Parece que ya no se mira tanto si un manga cumple una serie de requisitos y convenciones de demografía para que se publique en una revista. Sino que, como decía el editor jefe de 'Bakuman', "si un manga es bueno, se publica".
Ver 7 comentarios
7 comentarios
warpedbrain
Las demografías siguen tan vigentes como el primer día, son algunos editores de occidente los que quieren eliminarlas y tienden a ocultarlas como medio para aumentar sus ventas de manera poco honesta; o más bien para colarnos mangas que es probable que tarde o temprano nos acaben aburriendo o defraudando.
Para bien o para mal, cada demografía tiene unos tropos, unos tópicos, que se repiten en todas las obras clasificadas en esa demografía, quizá no todas las obras de cierta demografía caen en absolutamente todos los tópicos de esa demografía, pero siempre caen en varios (de hecho, a la hora de la verdad, caer en esos tópicos es lo que las clasifica dentro de una demografía).
Por ejemplo, "banana fish", es un manga que te pueden intentan vender como una historia oscura, de intriga y acción; algo que suena como la típica historia que le gustaría leer a un varón adulto; pero a la hora de la verdad, banana fish no deja de ser un shojo, y por eso mismo cae en varios de sus tópicos, como pueden ser las relaciones homosexuales (entre hombres), o tener un chico bello y atormentado como (co)protagonista, o la relación romántica salvadora, o el contraste de personalidades entre los personajes que están en una relación y por supuesto el drama emocional elevado. Si prescindimos de las demografías, es probable que los lectores con poca experiencia se compren un tomo pensando que se van a encontrar una cosa y se encuentran con otra completamente diferente.
Por eso mismo creo que está bien que se informe a la gente de lo que son las demografías y de como nos ayudan a hacernos una idea de por donde irá la obra y luego, que sea la gente la que decida de si quiere hacerle caso a esas indicaciones.
Ojo, no estoy diciendo que las demografías tengan que ser exclusivas para un colectivo determinado, y es que puedes ser un cincuentón de 140kg que bebe sol y sombra para desayunar y ser super fan de los manga shojo, y como fan de los shojo vas a seguir agradeciendo que te indiquen que tal o cual manga pertenece a esa demografía porque te facilitan el encontrar algo que te guste.
suta
Como bien dices, son etiquetas usadas en una época del pasado, en el que si no leias "cosas de hombres" no eras un hombre. Como tantas cosas que por suerte quedaron atrás menos para 4 neardentales
riccardo14
Creo que tal vez ya existan reinterpretaciones de estas etiquetas sin despegarse del todo de su origen, por ejemplo, yo tenía menos de 20 años cuando comencé con Naruto y terminé con más de 30 cuando la historia llegó a su final. Eso quiere decir que en algún punto dejó de ser Shonen? No lo creo, pero saber que algo está etiquetado como tal, ta da un norte de que pudieras encontrar.