Pues sí, no es ninguna broma, ni una falsa alarma. Es un asunto muy grave que tiene pinta de ir a peor, y los jefazos de la industria cinematográfica de Hollywood, es decir, los que cortan el bacalao, están cansados de que haya tanta piratería en España, y de que en lugar de facturar ochopocientos millones al año, pues facturan un par de trillones, nada más. La cosa es tan seria, que España ha pasado del quinto lugar mundial en beneficios por este soporte, al octavo en pocos años. Siempre, por supuesto, según fuentes de los interesados, aunque no creo que los datos reales anden muy alejados.
Y es que la cosa no va de farol, al menos por lo que parece, y se va a hablar mucho del tema en las próximas semanas. El negocio del DVD es algo muy serio para las productoras norteamericanas, de tal modo que puede ofrecer la oportunidad de que una película que haya obtenido pérdidas en las salas, termine por ofrecer beneficios con la venta mundial. Y cuando la venta mundial desciende tan estrepitosamente, actúan como los gangsters: “¿dónde están nuestros beneficios?”.
Pero la cosa no termina ahí. En Estados Unidos están montando toda una campaña en torno a esto, como se desprende de un demencial artículo de Los Angeles Times, que comienza por todo lo alto, de manera vergonzosa (“Picasso and bullfighting are cultural touchstones in Spain. Now add Internet piracy.” traducción: “Picasso y los toros son el toque cultural en España. Ahora súmemosles la pirateria”), y prosigue durante casi treinta párrafos en dos páginas, en los que se establece que España es el Paraíso Mundial de los Piratas, y que todos los españoles somos una panda de ladrones, de manera casi genética.
Esta clase de artículos incendiarios no debería sorprendernos de una publicación tan poco importante, tan ilegible en términos de dignidad para el lector, como Los Angeles Times, pero sí que me choca eso de considerar ciertos comportamientos aberrantes, como los toros, algo cultural. Así como considerar la piratería algo cultural inherente a la tradición española. A la hora de pasarse siete pueblos, nadie gana a los periodistas yankees. Pero aquí en España tampoco andamos sobrados de voces y opiniones sensatas, y mucho menos con todo el fregado interminable de los derechos de autor, las descargas ilegales, el vacío legal, y la madre que los parió.
Pero todo esto da la impresión de estar interconectado con los recientes con la reunión en Barcelona de muchos ministros de cultura de la Unión Europea, en la que antes de conocerse esta preocupante noticia del otro lado del charco, ya estaba en la agenda hablar de la piratería y de las presiones que estaban previstas ejercer para que las partidas a los sectores culturales (especialmente el audiovisual) tengan más peso y mayores ambiciones. También hubo un poco de leña para el Google Book…
Todo esto no hace otra cosa que confirmar, a mi modo de ver, que Europa, o al menos sus mandamases de cultura, están muy por detrás de los avances y los cambios impostergables que la tecnología va ofreciendo, y que Estados Unidos, aunque defiende mucho mejor sus intereses que nosotros, no comprende que España, ese paraíso de ventas del DVD, es uno de los más maltratados en cuanto a fechas de salida, en cuanto a precios, en cuanto a ediciones (las menos interesantes de Europa por definición). No estoy justificando la piratería, pero el consumidor español es uno de los más exigentes, y uno de los peor atendidos.
En cierto modo sería interesante que Hollywood finalmente no distribuyese más DVD en España. De una u otra forma seguiríamos viendo las películas más interesantes. Y seguiría habiendo piratería. Esto demostraría la pésima organización del mercado DVD en España, y las facilidades que existen para un mercado ilegal, y la tajada desorbitada que sacan con ambas cosas. Pero supongo que nuestros queridos ministros se bajarán los pantalones a toda prisa. Es lo único que saben hacer.
Rectificación de Blogdecine:
Pocas horas después de haber publicado esta entrada, nos hemos enterado de que ha habido una rectificación por parte de Sony Pictures. No un desmentido, sino un gesto que tiene toda la pinta de un paso atrás, después de darnos un serio aviso. Esto no hace sino confirmar que es solo una estrategia para meter miedo. Seguiremos atentos a esta noticia.
Vía | El País
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