El director italiano Ettore Scola falleció este martes en el Hospital Policlínico de Roma, a la edad de 84 años.
Nacido en 1931, Scola comenzaba su andadura artística en un semanario homorístico, incluso como gagman, tras lo cual empezó a escribir guiones en 1954, la mayor parte de las veces con Ruggero Maccari. Debuta como director con la poco afortunada 'Se permettete parliamo di donne' (1964), a la que sigue un grupo de comedias intrascendetes. Se pasa a la comedia de costumbres con 'El demonio de los celos' ('Dramma della gelosia (tutti i particolari in cronaca)', 1970). Su primer gran éxito llega con 'Una mujer y tres hombres' ('C'eravamo tanto amati', 1974), atrevida crónica sobre la historia de Italia a través de un grupo de amigos de izquierdas.
'Una jornada particular' ('Una giornata particolare', 1977) es uno de sus films más recordados, y de los mejores, con unos pletóricos Marcello Mastroianni y Sophia Loren, la amistad entre un homosexual y una ama de casa durante la visita de Hitler a Italia en 1938. En Cannes gana el premio a mejor director por 'Brutos, sucios y malos' ('Brutti, sporchi e cattivi', 1976) y como guionista por 'La terraza' ('La terrazza', 1980). Une a Jack Lemmon y Mastroianni en 'Macarroni' ('Macheroni', 1985), y un año después del canto de amor al cine por parte de Giussepe Tornatore, Scola firma 'Splendor'.
Su última película fue 'Qué extraño llamarse Federico' ('Che strano chiamarsi Federico', 2013).
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