En 2009, Cuatro dio luz verde a la versión patria del mítico 'Saturday Night Live', un proyecto que duró una sola temporada. Se buscaba el buen humor y que numerosas caras conocidas se unieran al elenco de artistas invitados, incluyendo a esa rara especie a la que pertenecen los políticos. Se lanzaron multitud de invitaciones para que alguno de ellos acudiera a reírse de sí mismo y, al final, el único que sí lo hizo fue el ya fallecido Jose Antonio Labordeta, para incidir en una invitación que no fue contestada por ningún político en activo.
Labordeta ya tenía experiencia en esto de la televisión o, al menos, de la televisión que no gira exclusivamente en torno a los debates políticos y pretende ofrecer una cara más cercana de quienes nos piden su voto cada cuatro años. Quizá por esa distancia aún existente, ha llamado la atención la presencia de Pedro Sánchez en dos programas con gran repercusión mediática, 'Sálvame' y 'El hormiguero', que nos hace analizar la relación que actualmente viven los políticos con la televisión.
En el día de ayer, el recién nombrado líder del PSOE llamó a Jorge Javier Vázquez en directo mientras este estaba en la conducción de 'Sálvame'. Lo hizo para discutir sobre el Toro de la Vega justo el mismo día en que por la noche acudía como invitado a 'El hormiguero'. La estrategia parece clara: obtener promoción por todos los medios posibles, incluida la televisión y aquellos programas que no son de debate político pero que cuenta con millones de espectadores detrás de la pantalla.
El mensaje llega así a más gente, a esos espectadores que no son habituales a otro tipo de programas más serios, aunque para ello haya que pasar por los comentarios ácidos de Jorge Javier Vázquez o por los locos experimentos de 'El hormiguero', el precio a pagar en este caso. ¿Es útil, moral o inteligente esta estrategia? Son preguntas que no se pretende contestar en este artículo, aunque como espectadores quedamos más que agradecidos por cada momento televisivo que deja la visita de un político en activo a programas como estos.
Pablo Iglesias y su periplo televisivo
Son muchos los que ya han establecido un paralelismo entre la nueva estrategia del líder del PSOE y Pablo Iglesias, el representante de Podemos que ha conseguido el apoyo de buena parte de la población después de ser un asiduo en las tertulias políticas en televisión. Programas como 'Las mañanas de Cuatro', 'Al rojo vivo', 'laSexta Noche' o alguno que otro de Intereconomía se han valido del discurso de Iglesias para aumentar su audiencia y, a la vez, este se ha aprovechado del poder de difusión de la televisión para expandir su mensaje a los espectadores.
Probablemente no sea la única causa del auge que parece estar viviendo Podemos en los últimos meses, aunque es innegable establecer en este caso una estrecha relación entre televisión y política, una relación que hasta el momento parece que ha sido provechosa para ambas partes. Como curiosidad, llama la atención que no solo de debates políticos ha vivido Pablo Iglesias en televisión, ya que también lo pudimos ver en uno de los especiales que emitió Canal+ con motivo de la emisión de la última temporada de 'Juego de tronos'.
De nuevo ver a un político salirse de lo establecido llama nuestra atención, aunque en este caso sea para comentar una de las series de televisión con más repercusión en la actualidad. Puede que se haga por simple divertimento, aunque observando al político de turno hablando de algo que no sea política ayuda a que el espectador se haga una imagen más real de su persona y empatice o no con quién está detrás de las ideas políticas que promulga diariamente.
Los reacios a la tele
Cada partido, o cada líder, establece las formas de comunicación con las que quiere dirigirse a la sociedad y también hay quien prefiere dar la callada por respuesta y no aparecer en televisión, al menos durante un tiempo. Esto es lo que ocurre con el Partido Popular, más reacio en los últimos meses a que sus dirigentes aparezcan en programas de televisión. La decisión ha provocado controversias con algunos programas de debate político, como podemos observar en el siguiente vídeo.
Y, aunque en este tiempo el supuesto veto no ha sido categórico (Cristina Cifuentes, delegada del Gobierno en Madrid, estuvo en una de las entregas de 'Viajando con Chester' o Esperanza Aguirre visitó el plató de 'Espejo Público'), sí se ha echado en falta más presencia de sus dirigentes en algunos de estos debates. La situación parece que cambiará próximamente, quizá como consecuencia de la llegada de las elecciones municipales y autonómicas el próximo año, volviéndose a dar un intercambio de beneficios entre política y televisión encorsetada.
Por lo que hemos podido observar en las redes sociales con las intervenciones de Pedro Sánchez en el día de ayer, a muchos nos cuesta ver a los políticos en programas de entretenimiento, como si se tratara de un intrusismo que solo busca un puñado de votos a costa de participar en un mundillo ajeno a ellos. En realidad, no tiene nada de malo que un político busque la cercanía de la gente cuando esta le da la espalda, aunque también es de agradecer que se mantenga el mismo compromiso cuando el poder llega a sus vidas y no sienten la necesidad de volver a mostrarse a quienes un día le votaron.
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