Vaya semana más movida. Tenía muchas cosas pensadas para la columna pero al final he optado por no repetirme y por contenidos de los que tuviera disponible algún vídeo, que siempre ayudan. Se me quedan en el teclado cosas como esa capacidad de laSexta para hacer amigos que últimamente está desplegando en programas como ‘Buenafuente’ o ‘Salvados’, las intenciones de la SGAE de pasar a cobrar a los nuevos canales de TDT o la intención de las privadas de acabar con la publicidad en las autonómicas.
Al final me he quedado con una nueva perla de los “teletimos”, la despedida de ‘Humanos y divinos’, el programa de Boris Izaguirre en La 1 o la nueva moda de Telecinco, entre otros temas. Menos mal que siempre hay espacios que nos hacen pensar que otra tele es posible, aunque sus cadenas no les den el trato adecuado.
Merecida cancelación de ‘Humanos y divinos’
Qué poco le ha durado a Boris Izaguirre su “extreme makeover” en ‘Humanos y divinos‘ (La 1), un programa de entrevistas mal hechas, mal realizadas y mal propuestas (esas sillas como potro de torturas), con un debate final con tintes intelectualoides. Si es que no puede ser, se notaban mucho las ansias de Boris por dejar atrás su pasado “marciano” y no es que no esté en su derecho, claro, es que ‘Humanos y divinos’ ha terminado siendo la demostración de una falta total de habilidades en la entrevista, más que otra cosa.
Yo intenté verlo, de verdad, y acudí a lo fácil, a las entrevistas que me interesaban, pero ni por esas. Todo muy moderno y muy blanco, con las cámaras ocultas tras espejos cual ‘Gran Hermano’, pero con un fondo pobre, artificioso y muy forzado. Boris repetía las preguntas de las tarjetas sin hilar, sin escuchar las respuestas, con una nula improvisación y sin aprovechar el terreno que le brindaba el entrevistado. Algo así como las entrevistas de ‘Sé lo que hicisteis…’, que también dejan mucho que desear pero que quizá se salvan por el tono informal. Boris tendrá que seguir trabajando para demostrar que es capaz de hacer cosas diferentes. ¿Qué será lo próximo? Por si sirve de algo, yo le recomendaría que pensase menos en sí mismo y más en los que lo ven.
Otro zarpazo a los “teletimos”
Siento haber cometido la tropelía de poner aquí un vídeo en el que sale Aída Nizar, intentaré no volver a hacerlo. Lo cierto es que está justificado porque su ¿programa? es uno de los que recoge llamadas de los redactores de la productora, que de algo hay que vivir, digo yo. Está claro que la misma persona se hace pasar por espectadora y está claro que a estas alturas del partido, cuando este tipo de vídeos empiezan a convertirse en el pan nuestro de cada día, es hora ya de que se tomen medidas con carácter de urgencia.
Ya lo comentamos en los ‘Teletipos’ de la semana pasada, hubo un amago de multa nada efectiva por la cantidad y, claro, con esos precedentes estas productoras van a seguir haciendo lo que les dé la gana. ¿Por qué no se multa de una vez por todas, y con dureza, a las cadenas que los emiten? Los indicios de fraude son evidentes y alguien debería de empezar a pensar en aplicar la Ley con todas sus consecuencias. Claro, si el legislador y el beneficiado comparten vínculos, la llevamos clara.
Los manipulados índices de audiencia de la visita del Papa
Está claro que hay cosas en las que nuestras televisiones pueden ponerse de acuerdo sin ningún tipo de problema. El fútbol quizá no sea el mejor ejemplo pero las audiencias de la final del Mundial de Sudáfrica fueron muy cuestionadas. La visita del Papa no ha recibido el mismo trato, como era de esperar, y las cadenas se han apuntado a la moda más que cuestionable de sumar espectadores para anunciar los datos de la audiencia acumulada pero, eso sí, sin avisar de que lo estaban haciendo.
La cuestión no es intentar adivinar si es cierto que uno de cada tres españoles vio alguno de los especiales, creo que eso es lo de menos, pero sí que quería dejar aquí la idea de que las televisiones son capaces de hacer piña en momentos clave que no son los que más interesan a la audiencia. Hubo cadenas autonómicas y otras privadas que sólo emitieron en su programación la visita, canales de TDT públicos tuvieron una sobreinformación al respecto por no hablar, claro está, de los informativos. No sé de qué me extraño si La 2 sigue emitiendo la Misa los domingos. Lo que realmente me choca es que toda esta cobertura siga pareciendo insuficiente para muchos.
La nueva estrategia de Telecinco: bronca a los cachorros
Una vez montado el circo completo, con todos los payasos, ahora los mayores de la cadena se dedican a echarle la bronca a sus productos, como queriendo aparentar que enseñan educación. Los últimos en recibir rapapolvos han sido Belén Esteban, dos concursantes expulsados de ‘Gran Hermano’ y la señorita del vídeo de arriba, Beatriz Trapote, cuñada virtual de Jesulín que ha entrado en la casa de Telecinco vía ‘Supervivientes’. Éramos pocos y parió la abuela.
Ahora hay que ver cómo Jordi González da lecciones éticas, cómo Jorge Javier cuestiona la mano que le da de comer o cómo Mercedes Milá pone a caldo a dos concursantes elegidos por el equipo de casting del programa. Tiene su guasa, sin duda, aunque a muchos estoy segura de que no os hará ni pizca de gracia. Yo lo dejo constar aquí por si sirve, aunque lo dudo. A mí me parece divertido, lo reconozco, aunque no pierdo tiempo con ellos. A ver si en Cuatro (Telecinco “reloaded”), lo hacen de otra manera. Es curiosidad morbosa.
Mi reino por un caballo, otro buen programa ignorado de La 2
Qué triste la vida de los programas migrados de cultural·es, que apenas tienen un rinconcito en la web de Televisión Española, no reciben promoción y los emiten a las nueve de la noche, como para que no los vea nadie. Éste es el caso de ‘Mi reino por un caballo’, un programa semanal que cada jueves recoge la actualidad de las artes escénicas de una manera sencilla, directa y sin plegarse a los grandes montajes.
No hace falta ser aficionado al teatro para verlo porque la propia dinámica del programa hace que las piezas planteadas conecten con otras disciplinas, son muy interesantes las entrevistas y siempre puede aprenderse del análisis de los montajes que proponen, todo con píldoras sin presentador en un formato moderno y ameno pero que por desidia de la propia cadena está a la vista de muy poca gente. Luego dirán que no tiene audiencia, claro. Estas cosas las espero de la tele privada pero que lo haga la pública me produce ardor.
Y sólo por curiosidad: ¿alguien sabe cómo será la parrilla de Telecinco este miércoles? ¿Que se inventarán para luchar contra Viriato? Si quieren cargarse ‘Hospital Central’ sólo tienen que emitir la serie en ese horario.
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