En Estados Unidos existe un duelo por las audiencias de los programas de análisis político sólo comparable a la competencia que aquí desatan las noticias. Se trata de programas donde la objetividad da paso a la opinión personal y se deja de lado la noticia rápida para que la investigación en profundidad llegue al espectador, programas donde lo esencial es la persona que los presenta, como Larry King o Rachel Maddow.
Evidentemente cuando hablamos de política americana tenemos dos bandos totalmente diferenciados: los Republicanos que en este caso tienen su bandera en la cadena Fox News y los Demócratas que hasta hace un año se ordenaban en torno a la CNN que, no obstante, en estos momentos sufre una dura competencia por parte de la MSNBC.
De todos estos canales, sin ninguna duda, el que bate todos los récords de audiencia es Fox News con el programa ‘The O’Reilly Factor’. Sin embargo este programa carece de verdadero interés por no tener competencia alguna dentro de su tono político y respecto a su audiencia natural –más bien conservadora-. Pero por lo contrario, en el bando de los demócratas, ahora hay una guerra encarnizada que nadie se habría imaginado que pudiera tener lugar.
Hace un año la CNN era la reina de las ondas y Larry King era un presentador indestructible, nadie podía con él ni con su ‘Larry King Live’, un programa que lleva en antena desde 1985 y al que hasta entonces nadie había conseguido hacer frente. Hasta que llegó Rachel Maddow.
‘The Rachel Maddow Show’ empezó a emitir el 8 de septiembre del año pasado y tardó sólo dos meses en doblar la audiencia de su predecesor, ‘Veredict with Dan Abrams’, es más, por primera vez en toda la historia de la cadena –algo más de 13 años- la MSNBC empezó a superar en audiencia a la CNN de forma continua –‘The Rachel Maddow Show’ tuvo su momento de máxima audiencia durante las elecciones presidenciales y desde entonces bate de forma regular a ‘Larry King Live’, aunque la mayor parte del tiempo se trata de una batalla bastante igualada.
Desde mi punto de vista lo más interesante es intentar averiguar que es lo que Rachel Maddow aporta como factor diferencial para haber conseguido todas estas hazañas.
Para empezar la mayoría de los que presentan este tipo de programas son periodistas, en cambio Rachel Maddow es licenciada en políticas y doctora en filosofía con un currículum académico envidiable. Así pues, podemos decir que mientras la mayoría son meros comunicadores, Rachel Maddow tiene su punto fuerte en las opiniones que ofrece, que en un principio fueron muy frescas y diferentes –al menos para la audiencia norteamericana-.
Normalmente cuando se habla de personas con un curriculum académico como el de Rachel Maddow, y si encima añadimos que su tema es la política, todo el mundo se espera un personaje gris y oscuro. Nada más alejado de la realidad: gran parte del éxito del programa es el magnetismo de Rachel Maddow.
Larry King siempre ha mantenido su vida privada lejos de los medios –por ejemplo, descubrimos que era de origen judío el pasado mayo-. Se conocen sus ocho matrimonios y sus hijos, pero poco más. Larry King es un hombre que antepone la noticia a su persona y que por lo tanto se mantiene en segundo plano; en suma, es un periodista clásico en todos los aspectos.
En cambio Rachel Maddow se ha mostrado siempre natural y abierta con su vida. Desde el primer momento se presentó como una mujer lesbiana –mantiene una relación desde hace diez años con la artista Susan Mikula- que aborda a menudo la cuestión, algo que a priori todos pensábamos que le restaría audiencia. Además se define como una autentica nerd, y lo cierto es que lo parece, pero sobre todo no tiene ningún pudor para reírse de si misma cuando viene a cuento.
Mientras que Larry King trata de quedarse al margen de la noticia, Rachel Maddow se implica; mientras que Larry King es un hombre pausado y reflexivo, Rachel Maddow es rápida y un torbellino de ideas; mientras que Larry King es un periodista convencional incluso en sus fuentes, Rachel Maddow hace referencia a blogs, twitter…
En una palabra mientras que Larry King representa lo que nos queda del pasado, Rachel Maddow es el futuro.
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