'Patria' se encuentra ya en su segunda parte de la historia. Según el propio creador de la serie, Aitor Gabilondo, en su mente había dos mitades diferenciadas, con lo que este episodio 6, titulado 'Patrias y Mandangas', que se estrena el domingo en HBO, pertenece a un momento de la trama en la que se centra ya menos en la muerte de Txato (José Ramón Soroiz) y cómo ha marcado profundamente las vidas de todos los protagonistas.
En la segunda mitad, ya vemos más aspectos de la línea temporal del presente de Bittori y cómo está dando pasos en firme para lograr el objetivo de saber quién fue el asesino real de Txato. Su labor es ahora conjunta junto a Arantxa y en este episodio empieza a dar sus frutos, consiguendo que un Joxian cada vez más abatido por sus fantasmas tenga un gesto de reconciliación.
SPOILERS de todo el capítulo
El horror frente a la piedra
'Patrias y mandangas' explora con más detenimiento la situación entre Bittori (Elena Irureta) y Joxian (Mikel Laskurain), que siempre sintió un afecto especial por su familia ya que vivió con especial pesar la muerte de su mejor amigo, cuando se vio obligado a ir teniéndole que dar la espalda por la presión común, llegándole a pedir perdón en privado, y sufriendo el rechazo de un Txato que esperaba más apoyo de su gran amigo.
Mientras, su mujer, Miren (Ane Gabarain), sigue un camino de radicalización conforme la distancia con su hijo se le clava y su hiel se entorna frente a lo que el estado español supuestamente hace con el entorno de ETA. Mientras, en la línea temporal del pasado, Joxe Mari (Jon Olivares), a quien vimos cometer su escalofriante primera ejecución a sangre fría en el episodio anterior, empieza a estar muy activo en la zona que se les ha asignado.
Antes de la muerte del Txato, el Comando Oria, el grupo terrorista de Joxe Mari, entra en una espiral creciente de atentados en medio de "los años de plomo" de la banda terrorista. El momento de no retorno es el tremendo atentado con coche bomba que activa el hijo de Miren. Con un padre que acaba de dejar a su hija y su mujer en el colegio, vemos el momento en el que queda huérfana una niña, uno de los instantes más duros de toda 'Patria'.
El uso de las muertes y el discurso
Quizá la subtrama menos interesante del episodio es todo lo que está centrado en Nerea y su aventura con un chico de Berlín, cómo intenta evadirse de la muerte de su padre con constantes espantadas y la búsqueda insconsciente del amor y la estabilidad. La ejecución de toda su trama se siente estirada y el momento en el que se lleva su primer revés no acaba de tener el efecto buscado en la complicada exploración de su conflicto.
El momento más interesante de todo su viaje viene cuando ve a un muerto y le viene todo de pronto. En ese momento es cuando podemos captar el nivel de impacto a través del tiempo que puede tener un trauma como la muerte violenta de un familiar, y la actriz capta perfectamente la angustia acumulada explotando en un momento al azar. AL mismo tiempo volvemos al pasado y sabemos del suicidio del hijo del carnicero, lo que lleva a un gran homenaje y funeral, cómo si hubiera sido víctima del estado español y no de su propia situación dentro de la banda.
Quizá sea el mejor momento de toda la serie, cuando su padre desmonta todo el engranaje de la banda a Joxian, en un lúcido monólogo que explica la naturaleza absurda del terrorismo: "les engañan, luego montan su numerito patriótico, lo usan con intenciones políticas. Borregos. Unos ingenuos, les calientan la cabeza y les dan un arma y a matar. País de mentirosos y cobardes".
No hay mejor descripción del dolor de la parte de familiares de un hijo terrorista que el de un padre dispuesto a delatar a su hijo a la policía para salvarle la vida, pero el relato afecta a Joxian que, desconsolado, visita en el presente la tumba de su amigo junto a Bittori, llorando profundamente, por su amigo, por su hijo, por lo que guarda y lo que le pasa a su hija. Lo que deja claro es que Mikel Laskurain, junto a Irureta, es la gran revelación de 'Patria'.
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