Cuando HBO se presentó en España, sus responsables afirmaron que el sevicio iba a estrenar una nueva temporada a la semana durante este 2017, y la primera de ellas en llegar es 'Taboo', una co-producción entre BBC y FX que se estrena hoy en el Reino Unido, y que tiene dos nombres como grandes atractivos: Tom Hardy como gran protagonista y Steven Knight ('Peaky Blinders') como guionista y creador, junto al propio Hardy y su padre.
Que Knight esté asociado al proyecto ya da una idea de que, aunque la serie se ambiente en 1814, no va a ser un título de época al uso. Aquí no hay una banda sonora de rock contemporáneo, como en 'Peaky Blinders', pero la mirada a través de la que se cuenta la historia de la familia Delaney es contemporánea. Y está hecha a la medida de Tom Hardy, su protagonista y principal impulsor.
'Taboo' y el hijo pródigo
Hardy da vida a James Delaney, hijo y heredero del propietario de una empresa naviera. Delaney se embarcó hacia África siendo muy joven y, allí, fue dado por muerto. Evidentemente, no lo está, y cuando regresa a Londres para el funeral de su padre, su presencia desata todo tipo de suspicacias y libera viejas rencillas. Delaney es un poco el hijo pródigo, que vuelve a casa para asumir el legado de su padre, pero éste está empozoñado.
Su padre dejó unas cuantas cosas sin resolver, entre las que se encuentra su relación con la Compañía Británica de las Indias Orientales, una de las primeras multinacionales de la historia, y una que garantizaba sus operaciones mercantiles con métodos más propios de organizaciones mafiosas. La presencia de esa empresa permite a la serie exponer parte de la hipocresía de la buena sociedad de la época, y también contrasta con la personalidad de Delaney.
Porque él ya no es el mismo hombre que se marchó a África. Sus experiencias allí lo han cambiado, y no está dispuesto a tolerar ningún intento de impedir su propósito de retomar la labor de su padre. O, en todo caso, de averiguar los secretos que él guardaba, que eran muchos más, y más perturbadores, de lo que podría parecer en un hombre importante para la gloria del Imperio Británico.
Una serie sucia e intensa
Desde 'The crimson petal and the white', las series de BBC situadas en el Londres decimonónico ya no se centran tanto en los opulentos interiores de las familias de buena posición, sino que enfatizan la miseria que había en las calles y la doble moral imperante. En ese aspecto, 'Taboo' apuesta por no escatimar barro, trajes negros, gente dispuesta a cualquier cosa por sobrevivir y hombres que se creen con derecho a tomar todas las medidas necesarias para lograr sus propósitos.
Un crítico estadounidense afirmaba que la serie se tomaba a sí misma demasiado en serio, lo que es cierto. Lleva un poco más allá las intrigas familiares, la hipocresía social y los oscuros tejemanejes empresariales de 'Peaky Blinders', y los espectadores que no tengan paciencia para esperar a que la serie les vaya dando respuestas, pueden desesperarse muy rápidamente con las advertencias sobre las rumores que circulan sobre Delaney o con los gruñidos de éste cuando alguien le lleva la contraria.
'Taboo' es muy masculina, en su aspecto y en sus temas. Introduce un elemento no exactamente mágico, pero que va por ese lado, alrededor de las experiencias de Delaney en África, que lo persiguen en la forma de vívidas pesadillas, y gira alrededor de la herencia (no sólo material) que el padre deja tanto a James como a su hermana (Oona Chaplin). Ninguno de sus personajes es altruista o, en realidad, una buena persona. Todos se mueven por unos intereses muy concretos, pero sólo Delaney lo hace sin envolverse en el manto de la gloria de la Corona o del honor de la familia, manto que no puede tapar oscuros secretos.
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