Gene Hunt (a la izquierda) es ése sheriff que tienes dentro de ti y que se expresa con frases como "deberían meterlos a todos en la cárcel", "tendrían que cortarle los **** y así no lo harían nunca más" o "a estos los encerraba yo en la cámara de gas". Es tu alter ego castigador, la imagen que tienes de ti mismo administrando justicia con mano de hierro, la creencia de que las calles deberían ser limpiadas para que el mundo sea un lugar mejor.
Cuando Gene Hunt aprieta el gatillo, tú también lo haces; cuando golpea a un detenido, notas la carne en los nudillos. Estás vengándote de aquellos chicos que en el instituto te lo hicieron pasar tan mal, de la chica que no te hizo ni caso, del jefe que hizo un comentario sarcástico sobre tu pelo y te dejó en ridículo delante de todos. A través de sus manos encuentras la justícia que creías perdida, la que tú te mereces, la que se te negó aquella vez.
Sonríes y golpeas con él, y el sabor de la venganza es dulce. Proviene de la razón que por fin te ha sido devuelta, pero también de la prepotencia, de creer que puedes jugar a ser Diós y que tu opinión puede servir como criterio para decidir quién se va a subir a la horca. Puede que tu pequeño Hitler no acostumbre a expresarse en voz alta, pero eso no significa que no arda en deseos de acabar con las cosas que no le gustan prendiéndoles fuego.
Como vivimos en un mundo gobernado por leyes, Internet se ha convertido en el nuevo Oeste de estos vengadores sin nombre. Sombrero por encima de los ojos, la capa envuelta sobre los hombros, el revólver a punto, dispuestos a administrar justicia virtual en foros y blogs, protegidos por el anonimato. Sus balas son las palabras, su alimento el odio. No pueden matar a nadie, pero lo que les define es la voluntad de disparar en nombre de la razón.
En Vaya Tele | Entradas sobre Life On Mars
Ver 7 comentarios