El ambiente esta que arde en ¡Vaya Tele!. Cada día que pasa vamos bajando posiciones en nuestro top de las mejores series en lo que llevamos de siglo. ¿Qué serie ostentará el primer puesto? ¿Quién serán los diez primeros? Aún faltan unos cuantos días para saberlo. Hoy os doy seis pistas eliminatorias que no están entre los primeros puestos, pero todas estas series son realmente buenas. Recordemos que gustos hay como colores y aquí van los nuestros. ¿Los compartimos?
30. Nip/Tuck
En un mundo donde lo que prima es la estética, los cirujanos plásticos son dioses y ‘Nip/Tuck’ es la serie que nos muestra la decadencia estética desde la perspectiva de sus propios chamanes, dos cirujanos plásticos que, además, comparten insospechados lazos familiares, el amor por una mujer y una amistad tan estrecha que en ocasiones parece algo más.
‘Nip/Tuck’ es una serie de un alto voltaje sexual, a veces oscura, otras decadente pero siempre retorcida, sórdida y con violentas confrontaciones entre unos personajes e historias que en ocasiones parecen salidos de culebrones. La intención de la serie es una clara provocación continuada, rebuscando entre los límites de lo que un espectador puede soportar: sangre, sexo extremo y situaciones poco agradables. Ryan Murphy ha vuelto a conseguir presentarnos una serie que no deja a nadie indiferente.
Una escena: Una clienta se corta un pecho en la sala de espera porque los cirujanos se han negado a quitárselo preventivamente. (Susana Font)
29. Skins
'Skins' es adolescencia en estado puro. Uno de los hechos que la hacen grande es que ha conseguido el fin que persigue y no es una producción norteamericana, sino británica. Con un reparto coral, 'Skins' está compuesta por personajes muy bien construidos y caracterizados que muestran la gran mayoría de facetas que pueden encontrarse en cualquier grupo social adolescente. Drogas, sexo, problemas, amistad y fiestas sin control son los ingredientes básicos que rigen una serie marcada por la realidad actual.
El mayor éxito de 'Skins' es saber funcionar como correctivo entre su público objetivo, y es por ello que merece ser una de las mejores series de la última década. La serie muestra los efectos directos positivos y negativos sobre todo lo que atrae actualmente a los adolescentes, teniendo un estupendo guión claro, directo e inesperado, unos personajes realistas y creíbles, marcados por problemas serios y traumáticos para ellos, y una estupenda realización que apoya constantemente la idea de que la culpa está en la educación recibida por los padres. 'Skins' muestra magistralmente la dureza que supone madurar y enfrentarse a un mundo cruel que se abre ante los adolescentes, sin dejarlos en la sensación del morbo típico de este tipo de series.
Una escena: El final de la primera temporada. La serie se sale de sus propias casillas para convertirse en un videoclip en cuestión de segundos, interpretado por todos los actores casi a modo de musical bajo la inesperada tragedia del momento. (Juan Polo)
28. Bones
El género más exitoso de la década quizás haya sido el procedimental, pero pocos clones de 'CSI' han logrado construirse una identidad propia de un modo tan definitorio como esta serie de FOX. Si la describimos diciendo que sigue las investigaciones de un agente del FBI y el equipo de una antropóloga forense, basadas en los libros de Kathy Reichs, nos estaremos dejando fuera lo que de verdad hace destacar a 'Bones', que son sus personajes y su sentido del humor a prueba de bombas (gran parte de sus chistes se deben a unos cadáveres descompuestos asquerosísimos). Anclada en una de las parejas con mejor química de la televisión actual, la serie a veces se escora más a una comedia romántica en la tradición de 'Luz de luna' y amplía todo lo que puede los márgenes de su género.
Muy divertida y con escaso sentido del ridículo, con unos secundarios bien dibujados y con entidad propia, los casos son en su mayoría meros macguffin para mostrar lo que de verdad importa: el desarrollo de la relación entre un agente del FBI empático y con gran capacidad para conectar con la gente y una inteligente antropóloga racional y lógica hasta el exceso, y con escasas habilidades sociales, y subvirtiendo además los roles asignados tradicionalmente en la ficción estadounidense a hombres y mujeres.
Una escena: Lo interesante de 'Bones' es la sutil evolución de su personaje central, la doctora Brennan, cuya fachada fría y racional vemos agrietarse por primera vez en la primera temporada, mientras testifica en un juicio y explica el modo en que murió una chica. (Marina Such)
27. The Big Bang Theory
¿Quién hubiera dicho que del creador de 'Dos Hombres y Medio' hubiera salido una serie tan genial? Pues parece increíble pero es cierto. La premisa es un clásico: chica de buen ver se muda enfrente del piso de dos jóvenes solteros. Todo normal y sencillito de no ser porque los vecinos de esta rubia imponente poseen un doctorado en física (uno teórico y otro experimental, para más datos) y son aficionados a los comics, la ciencia ficción, los videojuegos... en definitiva son frikis e inteligentes.
En el fondo 'The Big Bang Theory' es una sitcom al más puro estilo de la palabra, de las mejores, eso sí, pero no deja de ser una comedia clásica. Es la peculiaridad de los protagonistas de ese cuarteto friki y la vecina "normal" de enfrente lo que convierten a la serie en una comedia brillante. Esta dicotomía, estos dos mundos tan diferentes que chocan, el frikismo, y las manías de sheldon son los ingredientes fundamentales que usan los guionistas para hacernos pasar un rato estupendo.
Una escena: Es mucho más dificil elegir escenas en comedias que en los dramas, en 'The Big Bang Theory' cualquiera con Sheldon y Penny se lleva la palma, de hecho me voy a quedar con un clásico instantáneo de la serie, la canción de "estar malito" de Sheldon: "Soft Kitty, Warm Kitty, Little ball of fur, happy kitty, sleepy kitty, pur pur pur". (Albertini)
26. In Treatment
Televisión que no es televisión. 'In Treatment' es una serie donde lo ocurrido antes tiene una importancia capital, pero nunca hay ningún flashback. Basada en su homónima israelí, 'In Treatment' quizás sea la serie más peculiar de la HBO: 30 minutos de conversación filmada, de psicoanálisis teatral. Rodrigo García, junto a Mark Wahlberg (que ha resultado ser un tipo mucho más inteligente de lo que sus calzoncillos anunciaban), consiguen hacer de la consulta del psicoanalista Paul Weston la de todos los espectadores y esa media hora diaria resulta tener mucho de catarsis.
Lo curioso es que todo eso se nos cuenta con una elección visual muy poco televisiva: sin disgresiones temporales, sin saltos de escenario, sólo con la palabra como narración. Se viste, pues, de psicoanálisis y resulta que lo que podría haber sido un sopor exagerado acaba por convertirse en una obra maestra, a la que sólo la democracia del blog ha colocado en mitad de la lista. Si ejerciese de tirano en ¡Vaya Tele!, tened por seguro que la intesidad emocional de 'In Treatment' (y la maestría de Gabriel Byrne) estarían casi en lo más alto.
Una escena: La pelea, primero verbal y finalmente física, de Paul (psiquiatra) y Álex (paciente ex-militar que bombardeó una escuela islámica en Irak). (P. Roberto J.)
25. Fringe
Sabemos que a JJ Abrams hay que dejarle tiempo y espacio para darle vida a sus series, pero uno entiende que muchos fanáticos de 'Lost' decidieran bajarse a las primeras de cambio de 'Fringe'. La estructura trillada, un piloto con ritmo discutible y la sensación de que nos estaban dando gato por liebre y que aquello era sólo un Expediente X descafeinado son razones suficientes como para abandonarla antes de tiempo.
Y, sin embargo, 'Fringe' consigue demostrar, justo en la mitad de su primera temporada, que el universo que se ha creado va mucho más lejos de lo que nos esperábamos y que el Patrón, Massive Dynamics y la inmensa conspiración universal (más allá de nuestro mundo) sobre la que se sostiene es de las que juguetean con el espectador incluso cuando el episodio de la semana ha terminado. Y ahí, una vez más, surge el sello de las producciones Abrams: entretenimiento de primera calidad con el que comerse la cabeza buscando pistas escondidas.
Una escena: Walter visitando una tumba muy especial al final de la primera temporada. (P. Roberto J.)
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