Existe una sana tradición en 'Juego de Tronos' de coger y los novenos episodios de cada temporada soltar pasta, polvorín y realizar un episodio con un acontecimiento de proporciones épicas. Así tenemos a 'Baelor' (primera temporada), 'Blackwater' (segunda temporada) y 'The rains of Castamere' (tercera). Tres episodios impactantes y sensacionales, y 'The Watchers of the Wall' tenía el listón muy alto en este sentido.
Todavía sobrecogidos por el desenlace de 'La Montaña y la Víbora', el tándem formado por D.B. Weiss y David Benioff deciden dar a pausa, dejar las consecuencias del 4x08 para la finale y emprender un viaje al norte para afrontar el clímax de la trama de El Muro de esta temporada. Así hemos llegado al noveno episodio de la cuarta temporada de 'Juego de Tronos' en donde tenemos un episodio enteramente dedicado a la batalla de El Muro.
'Juego de Tronos' (4x09): Los Vigilantes del Muro
"El amor es la muerte del deber"
'Los Vigilantes del Muro' comienza con Jon (Kit Harrington) y Sam (John Bradley) apostados en lo alto del Muro en sus labores de vigilancia, donde surge el tema principal del episodio el amor y cómo casa eso con ser Guardia de la Noche. De hecho es un tema que se repite con las palabras sabias de Aemon Targaryen (Peter Vaughan). El amor y el deber es la constante sobre la que gira el episodio --algo tópico en tiempos de guerra--, y de ahí viene el reencuentro en diferentes pero similares circunstancias de Sam y Gilly (Hannah Murray) y Jon e Ygritte (Rose Leslie).
En el Castillo Negro se están preparando para el inminente ataque de los Salvajes que llegarán por dos bandas, desde el Norte con todo un ejército (¡Con mamuts! ¡YAY!) y desde el sur con la avanzadilla liderada por Tormund (Kristofer Hivju) y Styr (Yuri Kolokolnikov) con sus Thenn. Pronto estalla todo en una batalla épica en la que hay que resistir el ataque cueste lo que cueste. Las circunstancias hace que Jon tenga que hacerse con el control en medio de todo el caos en el Castillo Negro.
Una superproducción, en lo bueno y en lo malo
'The Watchers of the Wall' es un episodio absolutamente espectacular. HBO ha sacado la billetera y ha gritado «Shut up and take my money» en cuanto han entrado los productores para contarles la idea para el episodio. Pocas veces se puede ver en televisión una batalla con tal nivel de épica y ejecución que ensombrecería a muchas de las superproducciones de Hollywood. Y 'Juego de Tronos' ya lleva dos, siendo 'Aguasnegras' (2x09) el antecedente claro y la estela a seguir.
Así, el episodio es una gran superproducción que cumple, sobre todo en el terreno visual, con lo que uno espera. Es muy difícil rodar una gran batalla, muchos combates, muchos frentes y muchos actores y extras que coreografiar y Neil Marshall ha hecho un fantástico trabajo. Quizás no al nivel de precisamente 'Blackwater' --que también dirigió-- pero en líneas generales el resultado ha sido un auténtico derroche artístico con grandes decisiones de realización como ese plano mostrando las diferentes luchas.
Visualmente es un episodio asombroso y con una realización soberbia. Pero el episodio tiene un pero y no es el hecho, aunque sí que deriva de ello, de que se desarrolle íntegramente en El Muro, sino que falla en el guion. Y eso que lo firman los jefes, D.B. Weiss y David Benioff. Al igual que en la gran mayoría de superproducciones/blockbusters actuales, he tenido la sensación de que sacrificaban solidez de guion en pro de mostrar algo que quedará grabado en la retina de los amantes de la fantasía a fuego.
Otro gran fallo del episodio viene firmado por Marshall, en un episodio que gira sobre el amor frente al deber --con Sam y Jon y sus respectivas de leit motiv-- fracase tan estrepitosamente en una escena de tanto impacto emocional, por lo menos para los protagonistas: la muerte de Ygritte. Impactante es, hasta cierta medida. Pero también flojo. Aquí, aunque le eche la culpa a Marshall no quita que Kit Harrington no deba poner de su parte. Cada vez se parece más a Nicolas Cage en cuanto a expresividad facial.
Si bien 'Los vigilantes del muro' es un buen episodio de 'Juego de Tronos', hay que reconocer que a nivel de historia no lo es tanto, por lo menos basándome en los estándares marcados por la serie. Con otra ficción compraba, directamente. Sin embargo la poca atención que le han dado a cualquier cosa que no sea la batalla en sí es impropia de la obra de HBO. Es un episodio extraño en ese sentido, pero altamente disfrutable por lo general.
¿Qué nos deparará el final de temporada? pues aparte de ver el día después de esta tremenda batalla, me imagino que el próximo gran escenario será Desembarco del Rey. Por lo general, ante lo atípico de este episodio supongo que tendremos un completo repaso a cómo se nos va a quedar el mundo de Canción de Hielo y Fuego durante los próximos diez meses.
En ¡Vaya Tele! | Seguimiento de 'Juego de Tronos'
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