‘Falling Skies‘ ha cumplido con las expectativas que nos había creado. Para mí al menos, ha mejorado lo que esperaba de la serie y me ha tenido enganchado episodio tras episodio. Spielberg es Spielberg, y se nota. Sé que muchos no estaréis de acuerdo con la opinión favorable que me ha dejado esta temporada. Así que si esperas una de esas críticas que va a destrozar absolutamente toda la producción y denigrar a Spielberg, puedes cambiar de artículo desde esta misma línea, porque no la encontrarás en esta.
Evidentemente y como en todas las series, hay cosas que no me han convencido, o mejor dicho, podrían haberse hecho de otra manera probablemente mejor. Pero para lo que busco en una serie como esta, tengo más que suficiente. Acción, intriga, suspense, bichos raros y algún que otro protagonista interesante. Para todo lo demás, busco en internet. No quiero una disertación sobre la vida extraterrestre, la historia de América o el origen del universo.
Intrigante, atractivo y adictivo drama de invasión extraterrestre
Una invasión alienígena domina actualmente la tierra. El punto de partida de la serie se sitúa en un momento de aceptación y relativa calma en la que una indeterminada parte de la población está con vida, no sé sabe que parte de habitantes han fallecido aunque se intuye que probablemente es como el 80-90% del planeta. De los que quedan vivos, el control social lo asume el Ejército, organizando grupos de civiles. En la Segunda de Massachusetts se encuentra nuestro protagonista, Tom Mason (encarnado por Noah Wyle), profesor de Historia con tres hijos, de los cuales ninguno se parece a él ni en el blanco de los ojos.
El tema de que los militares que quedan vivos asuman el control organizativo me parece una buena idea. No obstante, se observan cosas raras, como las pocas reacciones de rebelión que tienen los civiles, los hurtos o las peleas por cualquier tema en un tremendista panorama caótico. Todos sobreviven como pueden y lo hacen relativamente bien, aunque la serie procura no tocar mucho el tema alimentación y derivados básicos en una trama como esta, pero sin embargo vemos a alguna que otra protagonista más maquillada que en un catálogo de Zara… La pelea por unos medicamentos es la única excepción a este punto, pero siempre he pensado que contando una historia tan sumamente compleja, tocar todos los palos posibles de una forma sublime no es en absoluto fácil de construir y convencer en la mente de todo espectador.
La serie tiene un marcado carácter americano, como todos los productos de su tierra. El patriotismo, las citas históricas, frases de ancestros y conocimientos “de guerra” se suceden constantemente. Lógico, en una serie americana como ésta que vive una situación como la que nos muestran. Lo que no deja de parecernos extraño, exagerado y/o sin sentido desde nuestra mentalidad europea. Pero no es nada más preocupante de lo que podemos ver en cualquier otra serie del calibre y se deja ver perfectamente.
El drama viene con los niños. Su papel es ser los soldados de los extraterrestres, los interlocutores entre ser exterior y ser humano, y mucho más que aún no conocemos. No pestañean, no piensan, no comen, duermen bajo Skitters, andan en fila, llevan arnés clavado y cerebro enajenado. La presencia de este drama de enajenación “voluntaria” en algo tan delicado como los niños, es un elemento dramático que constantemente te hace dar vueltas a la cabeza sobre a qué vienen los extraterrestres al planeta. Y la tensión está muy bien conseguida.
Mech, Skitters y Arneses, lo mejor de la temporada
Lo que más me ha gustado de la serie es la construcción extraterrestre que han hecho, el ecosistema invasor que se han inventado. Si durante los primeros episodios tenías la constante sensación de estar viendo un tercer remake de ‘La Guerra de los Mundos’, la sensación va desapareciendo cuando te das cuenta de que la situación de invasión está demasiado asumida y los extraterrestres van más allá de cargarse toda la humanidad. Buscan niños, les colocan esa especie de bicho llamado arnés, que enraiza en la columna vertebral humana y se adueña completamente de ellos.
Los Mechs quizás son los bichos más predictibles. El típico ser extraterrestre extremadamente superior al humano, tecnológicamente muy avanzado y con una capacidad destructiva alucinante, se comunica vía ondas de radio con los Skitters, una araña verdinegra francamente asquerosa muy violenta y con capacidad de matar, que sorprende por estar colgado de las esquinas en los techos y controla a todos los niños que llevan el arnés. Los efectos especiales están gratamente conseguidos y son muy reales.
El efecto arnés hace que te sobrecojas bastante. Algo biotecnológico que se clava literalmente en la espina vertebral y va directo a los niños o jóvenes introduciéndolos en un estado de drogadicción brutal, hasta el punto de descubrir que estos bichos están dentro de los Skitters también, y seguramente los lleven los Mechs. Por suerte, una doctora muy especial Michael Harris, un médico entre los civiles (¡gracias por recordármelo Tonnhy!) da con la tecla de poder separarlo del cuerpo sin conseguir que el niño muera, aunque el factor residual impacta y se queda abierto a mil interpretaciones de un bicho bien construido.
Algunas de las cualidades alienígenas se quedan en los niños, con paso el tiempo vemos que hay algo más e incluso Rick nos hace pensar que los convierte en extraterrestres. Rick es un personaje que me ha encantado. Niño que pierde a su padre de la forma más traumática posible y captado por un arnés, entra en un shock tremendo durante semanas, autoconvenciéndose de que forma parte “del otro lado”, hasta que los extraterrestres o lo que quiera que sean ven que es una escoria que no necesitan, aprovechándose de él y sacándole toda la información necesaria.
La poca credibilidad de Wyle como padre, lo peor de la temporada
Wyle me convence totalmente para el papel de Tom Mason, pero tengo mis dudas de que lo interprete como debiera. Quizás es cosa de mi yo-espectador o mi yo-no-entender-personaje. Interpreta a un padre con tres hijos, muy poco preocupado por su pasado, bastante menos preocupado o nostálgico por su mujer y relativamente alejado de sus hijos. Durante los primeros episodios hace lo imposible por recuperar a Ben (interpretado estupendamente por Connor Jessup) y tiene un “colegueo extrapaternal” con su hijo mayor, Hal (interpretado por Drew Roy, que te sonará de haberlo visto en ‘Hannah Montana’, ‘iCarly’ o ‘Greek’). Ben es igual que su hermano menor Matt (Maxim Knight) y estos dos no se parecen físicamente en absoluto a Hal, aunque sí en carácter que es un detalle positivo.
Sí, la serie está llena de personajes tópicos, y Hal es el típico valiente ligón que pierde a su novia de unos meses y quiere luchar en la guerra contra los invasores. Va y vuelve, se encuentra con su padre, de despide de él con total seguridad de que lo va a ver, como si no hubiese sucedido una invasión extraterrestre… Quién lo diría. Lo más irreal es que según la serie tiene 16 años, que eso no se lo cree ni Peter. Otro personaje que no me ha convencido es la construcción del Capitán Weaver (Will Patton) responsable del grupo civil de la 2ª de Mass. Es un militar quizás “demasiado light”. No espero que forme a un ejército, ni mucho menos, pero no acaba de convencerme como autoridad.
Lo más interesante de la serie es que sabe construir intrigantes cliffhangers, sabe transmitir suspense y tensión. Aunque seas capaz de adivinar determinadas situaciones por pecar de predictible en algunos puntos, el corazón de la serie es una interesante construcción extraterrestre en la que no sabes que son, de que están hechos, de dónde vienen y a qué vienen a la Tierra los alienígenas. No la quieren destruir, tampoco poblar, ¿vienen a investigar?... Y cuando menos te lo esperas, después de Mechs, Skitters, Arneses y una enorme torre negra encima de Boston te sorprenden con una especie de humanoide plateado gigante que parece ser, la cabeza invasora.
No es la primera vez que Spielberg decide demostrarnos que no todos los extraterrestres son tan buenos como E.T. Ya lo hizo recientemente con el remake de ‘La Guerra de los Mundos‘ y el resultado fue, aunque muy comercial, bastante impactante y sobrecogedor. Yo seré de los que espera con ganas la segunda de ‘Falling Skies’, que aseguró su renovación a los primeros episodios de emisión. Por cierto, ¿soy le único al que le suena mejor ‘La Caída de los Cielos‘ para la traducción española?
Os lanzo una última pregunta para contestar en ¡Vaya Tele! Respuestas: ¿Cuáles han sido para tí las mejores escenas de la primera de ‘Falling Skies’?
En ¡Vaya Tele! | ‘Se parece más a las películas de guerra de los años 40’, entrevista a Noah Wyle, protagonista de ‘Falling Skies’
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