El nombre de David Victori empezó a sonar con fuerza hace unos años tras ganar el Your Film Festival con ‘La culpa’, lo cual llevó a que Michael Fassbender y Ridley Scott participasen como productores de ‘ZERO’, su siguiente cortometraje. Ahora da el salto al largo con ‘El pacto’, cinta que llegará a los cines españoles el próximo 17 de agosto.
Aún faltan varias semanas para su estreno, pero Victori ha estado presentando hoy 'El pacto' en Madrid y en Espinof hemos tenido la oportunidad de charlar con él sobre su ópera prima, que también escribe junto a Jordi Vallejo. A continuación os reproducimos lo más interesante que se ha comentado en esa conversación, desde el peculiar origen familiar del proyecto hasta sus referentes.
Victori nos señaló que el origen de la película está en una tragedia personal: “Una hermana mía murió hace unos años. Después de eso, mi padre un día me dijo que no podía dormir, que se pasaba las noches despierto porque había una historia que le venía a la cabeza con todo lujo de detalles. Yo le dije que lo escribiera, pero sin ningún tipo de tensión, que lo hiciera a modo de catarsis para él.”
Su padre se animó finalmente a escribir la historia y tardó poco en comentarle a su hijo que quería leérselo: “La estructura es la misma que planteó él en su cuento. Yo ahí sentí que me parecía muy bonito transformarlo en una peli”. A partir de ahí empezó a trabajar en ‘El pacto’ y tardó bien poco en presentar la idea a unos productores con los que estaba trabajando en otro proyecto:
Vendí la película de una forma muy particular. Justo cuando gané lo de YouTube, que es cuando de alguna manera mi cabeza salió del mundo del cortometraje, yo estaba en conversaciones con los productores de ’El pacto’, pero estábamos hablando de otro proyecto. En ese momento yo tenía una primera primerísima versión de ‘El pacto’ y les dije que está esta película, que le queda mucho trabajo y va a ser un proceso que siento que va a ser largo, pero si queréis leerlo, a mí me gustaría hacerla.
Como era de esperar por sus orígenes, el protagonismo recaía inicialmente sobre el padre, pero el proyecto fue evolucionando hasta que se dieron cuenta de que podía funcionar mejor si optaban por la madre, pero la iluminación fue más allá de eso: “Lo que pasó es que fuimos trabajando y en momento dado, uno de los productores dijo “¿Sabes qué he pensado? Podría ser la madre la protagonista”, porque había cosas que encajaban mejor. Dijimos eso y la frase siguiente fue “podría ser Belén Rueda”.”
Victori quiso tomarse entonces un tiempo para meditar un cambio tan drástico, ya que llevaba tanto tiempo trabajando con la idea del padre que tenía que digerirlo hasta que concluyó que “en una madre hay una cosa de energía que parece que es un camino más largo que tendría que recorrer”. Fue entonces cuando tocó ver si era posible contar con Rueda, y ahí la historia también es bastante curiosa:
Los productores justo habían hecho dos películas con ella, por lo que le contaron el proyecto. Como no habíamos reescrito eso, no le pudimos mandar el guion. Belén aceptó sentarse conmigo y que le contará lo que quería hacer. Vio mis cortos y aceptó sin guion, que es una cosa que no había hecho nunca antes y no sé si va a volver a hacer. Espero que sí.
El director apunta que la colaboración con Rueda fue estupenda, ya que es una actriz “con una técnica abrumadora” y además “tiene alma de equipo”. Además, no quiso que esto último sonase a palabras vacías y recordó varios momentos durante el rodaje:
Me acuerdo de algunas veces haberle preparado un plano con otra persona porque ya la estaban maquillando, llegar allí y cuando los de cámara iban a desmontar dos focos para que pudiera pasar, tirarse al suelo, arrastrarse y entrar por ahí. O un día que le cae un trozo de decorado y antes de que nadie reaccione, lo ha vuelto a montar ella. Claro, el equipo la amaba, porque una actriz que está tan conectada a todo el proceso… la gente habla muy bien de Belén y parece un tópico, pero se lo ha ganado.
Otro aspecto esencial sobre la película es ver qué referentes se utilizaron en los diferentes aspectos que dan forma a ‘El pacto’. Uno de los nombres que más mencionó Victori fue el de David Fincher:
Trabajamos con referentes diferentes según el departamento. En fotografía estuvimos viendo mucho a David Fincher. ‘It Follows’ fue un referente también a un cierto nivel, obviamente ‘It Follows’ es mucho más preciosista y delicada. A nivel de arte hemos tenido a Fincher muy presente. El tratamiento del color se nota que hay algo de los colores fríos. ‘Perdida’ es una película que teníamos ahí muy retratada.
E intentar también que la fotografía tuviera una puesta en escena muy sobria, que es un poco lo que hace Fincher de jugar mucho con eso. Fijaros que en la película solamente en un momento la cámara sale del trípode, en la escena del squash, que es para tener ese momento de aire fresco que en realidad es una brisa, porque enseguida se va.
Otro elemento esencial en la película es la ejecución visual del propio pacto. A estas alturas todos estamos muy familiarizados con el concepto de pacto con el demonio y Victori no dudó en investigar a fondo hasta que llegó un momento en el que decidió que lo mejor era parar y planteárselo todo de otra forma. Así no lo explicó:
Paré porque de pronto sentí que para mí la propuesta de este antagonista quería que fuese un pelín inespecífica, en el sentido de que al final para mí es una creación del personaje de Belén. Su dolor y resistencia a aceptar que la vida es como es genera esa iconografía.
Empecé de cero, me dije qué es lo que necesito y qué me dice la intuición de qué puede ser cada cosa. Al final todo está inventado y el inconsciente trabaja constantemente en todos nosotros. En el artista trabaja de formas aleatorias y maravillosas a veces, otras no tanto. Haces un cóctel de cosas que has visto pero ni recuerdas o que te han hablado. Lo que fui haciendo es generar cada icono del mal según la necesidad.
Yo necesitaba expresar que ella tiene un tiempo determinado para cumplir con su parte del pacto y empecé a trabajar en cómo se podía reflejar visualmente. Al final no es lo mismo que te lo diga un personaje, el cine es imagen y ahí se me ocurrió lo del reloj de arena que no responde a la gravedad. Luego el tema de la araña albina Spider-Man ha usado toda la iconografía de las arañas y nadie las puede usar. A mí me parecía muy inquietante usar una araña que fuera real pero irreal, que estuviera en una línea muy fina.
Además, también hubo que cuidar mucho la atmósfera de la película, llegando a convertirse en una obsesión para que todo encajase en su visión: “Tú sabes las cosas que no valen y si estás en una localización real, hay ciertas cosas que cortan esa textura y para el equipo puede parecer una locura pedir que te pinten una farola, saquen una señal de tráfico o aparten cuatro coches porque no están dentro de la paleta de la película”.
De hecho, hasta el propio tratamiento de la violencia se abordó de una forma cuidadosa, evitando la frivolidad de ciertas cintas similares “porque estamos tan acostumbrados al recurso de que el personaje mata a otro y pasa por ahí por encima, cuando el hecho de quitarle la vida a alguien es algo que me inquieta mucho.”
Antes de dar el salto al largo, Victori también probó fortuna en televisión rodando varios episodios de ‘Pulsaciones’, pero apuntó que él se siente muy cómodo en el largo, ya que “soy un director con un proceso lento. Cierto tipo de televisión es poco compatible con trabajar de esta manera, porque hay un proceso de reflexión que a veces le falta y que yo no sé si encajo tanto”.
No obstante, reconoce que también hay otro tipo de televisión que encaja más con su forma de trabajar, por lo que tampoco descarta volver a trabajar en la pequeña pantalla. Lo que sí que no ve es que “trabajo más o menos lento, tiene que encajar con eso. Sé que si me pongo en otra dinámica es probable que no me encuentre tan cómodo”.
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