"En España, a veces, más que películas parece que hagamos milagros". Daniel Monzón, director de 'Yucatán'

"En España, a veces, más que películas parece que hagamos milagros". Daniel Monzón, director de 'Yucatán'

2 comentarios Facebook Twitter Flipboard E-mail
"En España, a veces, más que películas parece que hagamos milagros". Daniel Monzón, director de 'Yucatán'

Ya lo comenté en mi crítica a la película: 'Yucatán', además de ser una comedia de enredos modélica con un aroma clásico delicioso, es uno de los estrenos más importantes de esta temporada 2018 en cuanto a producciones nacionales se refiere. Algo que ha quedado claro con unos notables resultados en taquilla, acordes al fantástico trabajo realizado por su equipo técnico y artístico.

En Espinof hemos tenido el placer de charlar con su director, Daniel Monzón, sobre su sorprendente aproximación a la comedia tras cosechar éxitos en el thriller con 'Celda 211' y 'El niño', sobre los entresijos de trabajar con los grandes estudios nacionales, sobre la inadecuada campaña promocional del filme y sobre esos pequeños detalles que han hecho de 'Yucatán' una sorpresa mayúscula.

Aún teniendo un material especialmente proclive a funcionar en taquilla, ¿esperabas esta buena recepción de ‘Yucatán’ por parte del público?

Uno siempre desea llegar al espectador, y es una cosa que siempre tengo presente. El tipo de cine que más me gusta es aquél que propone algo y tiene una visión personal, pero siempre desde el entretenimiento. Es el cine que más me interesa y el que trato de hacer: películas más personales que tengan propuestas incluso arriesgadas —porque, aunque no lo parezca, ‘Yucatán’ es una película muy arriesgada—, pero siempre pensando en resultar atractiva para el espectador. Al fin y al cabo, hacer cine es una forma de comunicarse con la gente. Si no llegas a la gente, el objetivo no está cumplido.

Es muy acertado eso que dices de que 'Yucatán' es una película mucho más arriesgada de lo que parece...

Sí, empezando por el hecho de que mis dos últimas películas, que me han reportado mucho éxito, no tienen prácticamente nada que ver con 'Yucatán', que es un cambio de registro muy grande. Además, es una película que tiene muchas cosas complicadas en sí misma; tiene una estructura muy coral y poco convencional que a medida que avanza te va descubriendo personajes casi secundarios que acaban cobrando casi el protagonismo de la película.

También se está vendiendo como una comedia, y aunque sea una comedia transita por otros muchos géneros. Es una película muy juguetona en ese sentido y no le hace ascos incluso ni al drama. Cuando piensas en una obra maestra de la historia del cine, catalogada como una comedia, que es 'El apartamento' de Billy Wilder, si te fijas es un drama existencial. El tipo de comedia que es 'Yucatán' tiene que ver más con un aroma más clásico que no con lo que el público entiende hoy como una comedia actual española.

Yucatan Web

¿Cómo describirías esa comedia actual española a la que te refieres?

Es como una concatenación de gags o de chistes más o menos afortunados cuyos personajes no son tales, sino que son perchas para esos gags y en la que la trama suele ser muy simple y muy básica. En 'Yucatán' esto no es así; es una película de muchos personajes, todos con un arco emocional y bastante veracidad, y que además tiene una producción muy notable. Aunque, por supuesto, la película contiene gags de todo tipo, pero a estas alturas del Siglo XXI, los gags gruesos son ya clásicos gracias a gente como Monty Python, Mel Brooks o los Farrelly; esto te permite tener una película con algunas salidas disparatadas dentro del aroma clásico.

Con esto que has dicho has condensado gran parte de lo que me sorprendió de la película. Ver la campaña promocional en televisión puede confundir bastante cuando se compara lo que vende con el producto final.

Aquí te diré que yo estoy muy orgulloso y muy satisfecho con la película. Todos los que tenemos cierta mirada podemos ver la complejidad dentro de ella, pero al espectador le tiene que llegar de una manera lo más ligera posible. Yo creo que 'Yucatán' no se ha vendido de una forma correcta; la campaña se ha llevado a un cariz de comedia veraniega un tanto facilona que yo creo que no tiene nada que ver con el resultado. Esto puede ocasionar que haya un tipo de público que está buscando eso y que no es lo que va a encontrar finalmente en el cine, y que haya otro público que sí que hubiese deseado ver lo que es finalmente 'Yucatán' no se da cuenta por culpa de esa venta. Espero que el boca-oreja haga que el público al que le interese la película acabe llegando a ella.

De hecho, no le está yendo nada mal y parece que está llegando todo tipo de público a ella.

Es verdad que la primera semana la película fue número uno de taquilla, pero la segunda semana, aunque era evidente que 'La monja' iba a ocupar ese puesto, 'Yucatán' apenas ha conocido una bajada. Esto es señal inequívoca de que el boca-oreja está funcionando, y de que la película se está defendiendo por lo que ella es.

Hay una cosa que me está sucediendo bastante estos días, con gente que se me acerca y me dice: "oye, me ha encantado la película y me ha sorprendido porque no me esperaba esto en absoluto". ¡Parece que tiene algo positivo el venderla de una forma completamente equivocada! (risas).

Daniel Monzon 2783 863x647

Este tema me lleva a preguntarte por la dinámica de trabajar con grandes estudios relacionados con la industria televisiva. ¿Qué hay de cierto en las voces que se alzan hablando de imposiciones creativas? ¿Qué pros y contras ves al embarcarse en este tipo de producciones?

Una película tan ambiciosa como 'Yucatán' se ha podido llegar a hacer gracias a una infraestructura como la de esta cadena, que ha apostado por ella, así que es de bien nacidos ser agradecidos. Indudablemente, sin el apoyo de una cadena así de fuerte, la película no hubiese existido, y para mi es un proyecto muy personal y del que estoy muy orgulloso. Esto, indudablemente es un pro, y un enorme pro.

Es verdad que es una película de un buen presupuesto, pero también es cierto que tiene una apariencia que es mucho más cara de lo que realmente cuesta; y esto es algo que pasa con casi todo el cine español, que a veces más que hacer películas parece que hagamos milagros. Cuando presentamos 'El niño' en Cannes y me preguntaban por el presupuesto de la película, creían que no estaba entendiendo la pregunta cuando les daba el dato real. En este caso pasa lo mismo, es un buen presupuesto, pero hemos conseguido sacarle un partido muy grande.

Si yo me planteé esta película con esta ambición y con esta envergadura es porque me apoyaban desde allí. Entonces en este sentido sólo me permito hablar de la parte positiva. Respecto a la parte negativa no ha habido una imposición de ningún tipo ni tan siquiera en el casting; de hecho, la única cara conocida en España es la de Luis Tosar, y sale haciendo algo totalmente diferente a lo que hace siempre (risas).

Ha habido una total libertad creativa tanto para diseñar el casting, que resulta muy fresco y muy nuevo como para elegir el proyecto o llevarlo a cabo. Todo son grandísimas ventajas. Luego está el caso de la campaña de marketing, pero eso ya lo he dejado en manos de los profesionales; yo soy profesional en lo que hago, que es hacer la mejor película posible, la que yo quiero ver y la que deseo que vea la gente.

Yucatan

Ahora que comentas lo de delegar en el departamento de marketing... ¿Eres igual durante el rodaje como director? ¿Prefieres delegar en tus cabezas de departamento o eres de los que supervisan hasta el más mínimo detalle en set?

Elijo a las cabezas de departamento y hablo con ellos por los codos, hasta la extenuación. Pero trato que de que la colaboración surjan cosas. No impongo, planto una semilla, estoy siempre encima, pero son artistas que tienen tanto que aportar, que sería ridículo limitarles. Lo que tiene que hacer el director es saberse rodear del mejor equipo posible y crear un clima de trabajo en el que todo el mundo pueda aportar, y hablo tambíen de un atrezista, de un meritorio, de un maquinista... Todos y cada uno de los que están implicados en la película tienen que sentir que es su película.

Todo el que trabaja en cine lo hace porque le apasiona el cine. Si tu despiertas las ganas de jugar, porque esto es un juego, en todos y cada uno de los que lo hacen, vas a tener una serie de regalo que no tendrás de otra manera. Limitarlos sería como contratar a un actor y obligarle a imitar tu actuación y tus gestos; algo ridículo.

Además, es algo que juega a la contra del objetivo final, que es hacer una buena película.

Sin duda. Para mi, la forma más efectiva, más lúdica, más completa y más estimulante de hacer una película es sintiendo que todos estamos jugando a lo mismo; que los juguetes son de todos. Ahora, el que decide por dónde va el coche, el camión de bomberos y los Clics de Famobil soy yo (risas), pero en el fondo son de todos.

YUcatan

Toda esta es tu perspectiva como director, pero, como coguionista, ¿cómo ha sido el proceso de trabajo con Jorge Guerricaechevarría y cómo llegasteis a dar a luz la historia de 'Yucatán'?

A mi no me gusta quedarme repitiendo una fórmula. Soy muy inquieto y me gusta ir arriesgando y probándome. Por ejemplo, alguna vez me han preguntado cuál sería el género que no haría nunca y siempre contestaba que sería el musical, y de repente, ¡pum! En 'Yucatán' hay una serie de números musicales de los que estoy muy orgulloso. Me gusta mucho no ir por un camino trillado y guiarme por lo que me apasiona y por lo que me puedo permitir.

Jorge es mi gran compañero de aventuras, el mejor compañero de aventuras posible y un gran amigo. Lo que es la idea y la chispa inicial puede surgir de él, en el caso de 'El niño' fue él quien me habló de los gomeros y los chavales... Con 'Yucatán' yo tenía el anhelo de hacer una comedia, porque tras tantos años siendo amigo de Luis Tosar y conociendo su vena más payasa y más gansa...

Además, siempre me ha encantado el cine de estafadores, y tenía en mente de crear un diseño grande, con muchos escenarios internacionales, como en una película de James Bond... Y en estas, un productor de la película, Javier Ugarte, llevaba años hablándome de subir en un crucero, diciéndome que era un espacio que podría interesarme. Dando vueltas a estas ideas, estando en una barquita en Mallorca, pasó un crucero a mi lado y vi un microcosmos que me hizo plantearme que podría ser un escenario perfecto para la película, sobre todo cuando empecé a penar en los estafadores dentro de ese marco.

Decidí subir con Jorge a un crucero y terminamos descubriendo un mundo que parecía de Fellini, que crees que no existe, pero sí existe. Un crucero es un pequeño mundo que tiene que existir en una circunstancia fuera de la realidad; tiene sus propias reglas y una convivencia entre seres que es imposible que se de en otras circunstancias. Es una especie de fantasía artificiosa que crea alguien fuera del mundo y que podría ser una metáfora de lo que es el cine de entretenimiento.

Vimos que el marco del crucero que nos podía dar una estructura muy curiosa. Juntar alta comedia con comedia popular, mezclar género, personajes de distintas personalidades y nacionalidades... Todo esto fue cuajando en lo que ha terminado siendo 'Yucatán'. Jorge y yo nos documentamos, y todo terminó surgiendo de nuestro primer crucero juntos.

Yucatan

Has hablado sobre lo internacional y lo fresco del casting de la película. ¿El reparto cambió mucho durante el proceso? Por supuesto, a Luis ya le tenías en mente, pero ¿Stephanie, Rodrigo..?

En efecto, el único actor que tenía en la cabeza cuando escribíamos era Luis Tosar, y también tenía la intención de hacer un casting internacional. Es una película que atraviesa el atlántico, y otra cosa que nos interesaba al ambientarla en un crucero era dar forma a esa especie de Babel hispanohablante, lleno de acentos y nacionalidades.

Pensando mucho en que los personajes de Lucas y Clayderman debían compartir un pasado juntos, y dando vueltas a algunas posibilidades y después de ver a Rodrigo [de la Serna] trabajando con Luis en 'Cien años de perdón', pensé que todo eso ya lo tenían ganado. Son amigos, tienen camino recorrido juntos y nada más verles en pantalla íbamos a percibir que tienen una vida común y una serie de experiencias pasadas compartidas. Son los dos extraordinarios, unos monstruos, y tienen una complicidad tremenda para esta peli.

En el caso de ella [Stephanie Cayo], con el aroma clásico de la película, casi del Hollywood dorado algunas veces, necesitaba alguien que bailara, cantara y que tuviese todo el glamour de la época. Estuve mirando en México, Colombia, Argentina... y, de repente, mis directoras de casting, que son magníficas, viendo 'Club de cuervos', una serie de Netflix que ha sido un gran éxito en México, vimos a Stephanie y me pareció una mujer muy guapa y muy buena en la comedia.

Le envié el guión, le gustó muchísimo, y en lugar de enviarme una prueba lo que hizo fue venirse directamente a Madrid para verse conmigo y estuvimos jugando con varias secuencias, tanto de comedia como de drama, para ver cómo respondía y descubrí que es maravillosa. Además cantaba muy bien y bailaba aún mejor, y reunir todo esto en un rostro tan fresco y tan nuevo me parecía perfecto. Creo que es una gran revelación.

Joan Pera

¿Y de Joan Pera qué tienes que decir? Porque, si te soy sincero, creo que es la grandísima joya que esconde 'Yucatán'.

Desde luego. El alma de la película, su corazón y su razón es el personaje de Joan Pera, Antonio. El propio título, 'Yucatán', ya te remite a él y a su viaje. Es un personaje que parece un personaje secundario más que poco a poco se va apoderando del protagonismo y es la bisagra que hace posible el arco de los demás personajes... es el que da a la película un cierto aura moral, muy al estilo de las películas clásicas de Capra.

Para el personaje de Antonio necesitaba un tipo que generara una empatía instantánea y que quisieras, y eso Joan lo tiene de forma natural, porque sí. Luego que te lo creyeras y que temieras por él, que generase compasión y, por supuesto, que tuviese capacidad para hacer el arco del personaje. Joan me vino a la cabeza relativamente pronto, hizo una prueba y me convenció por completo.

Además, cumplía el requisito de ser el actor más o menos anónimo que andaba buscando, pero tenía el miedo de que al ser un actor de teatro de toda la vida, no tuviera muy bien cogida la medida del gesto pequeño, del matiz, de la sutileza... En cuanto me entrevisté con él descubrí a un hombre de tremenda sabiduría, que ha conseguido sobre las tablas como actor de comedia. Un actor dramático no necesariamente sabe hacer comedia, pero un buen actor de comedia, ya te digo yo que sí que sabe hacer drama.

Es la gran joya de esta película y que hace que te toque el corazón además de haberte divertido. La gente se queda algo tocada con el tercer acto de la película, y no hay nada que me pueda hacer más feliz.

Yucatan

Aunque un actor de comedia pueda con todo, desde el punto de vista del director, ¿es verdad que la comedia es el género más complicado de llevar a buen puerto?

Cuando uno se plantea una comedia, sólo te la puedes plantear como un regalo para el espectador. Como espectador, he recibido ese regalo muchas veces con películas de Wilder, de Lewis, de Capra, de los Farrelly, de Harold Ramis, de los Python... reglaos que otros me han hecho y que me hacen enfocarla como un acto de justa correspondencia por tanta alegría que me han dado.

Respecto a si es lo más difícil o no, tu mismo te lo planteas al contar un chiste. La primera vez lo cuentas pensando en la gracia que te ha hecho al escucharlo por primera vez, pero si lo tienes que contar una segunda vez te hace menos gracia, la tercera ya no te hace ninguna gracia, la cuarta ya ni te cuento... Esto se refleja en la manera de contarlo, y en una película tienes que hacerlo demasiadas veces: cuando la escribes, cuando la ensayas, cuando la ruedas, cuando montas, cuando sonorizas... tienes que tener muy claro dónde reside el encanto y vigilar muchísimo el ritmo. Es una labor muy compleja, y más en una película como esta, que transita entre tantos tonos.

Lo más complejo es que no va a provocar una reacción unánime. No a todo el mundo le hacen gracia las mismas cosas. Algo que a ti te parece muy divertido a otro no le hace ni puñetera gracia. Es curioso, porque al que le parece divertido le va a encantar la película, pero al que no, se va a poner a la contra. A la gente le puede sacar hasta una reacción agresiva, pero has de saber que esto es así, lidiar con ello y disfrutar enormemente de esas proyecciones en la que ves a la gente conectada y disfrutando de ello.

Comentarios cerrados
Inicio