Antonio de la Torre, malagueño, periodista, actor, señor, me llama por teléfono y aunque es la primera vez que hablamos, parece como si nos conociéramos de toda la vida. "¿Tú dónde vives, tío, te viene bien quedar en la plaza Mariana?", como si yo pudiera decirle a él que mejor se pasara por mi piso. Nos vemos en un restaurante de esa zona, y nada más sentarnos pide algo para comer. Me confiesa que está hambriento, que no ha desayunado. Han pasado las tres de la tarde. Y apenas ha podido dormir unas horas.
El rodaje de 'Caníbal', en la que De la Torre interpreta al protagonista, le ha traído a Granada. Llegó a principios de año para los ensayos y a finales de marzo encara las últimas jornadas de la filmación. Ruedan de noche y se va a dormir a las tantas de la mañana. Pero se entera que he solicitado una entrevista con él y busca un hueco, aunque le cueste parte de un preciado descanso. Me lo encuentro visiblemente cansado, algo resfriado (hace frío y llueve) y deseando hincar el diente a lo que sea que le ponga el camarero por delante. Pero desde el primer instante hace gala de una gran profesionalidad, una encantadora cercanía y un genuino sentido del humor. Mira directamente a los ojos y es una de las personas más humildes que he conocido. Tras estrecharnos la mano le doy las gracias por dejarme compartir un rato con uno de los mejores intérpretes europeos actuales, y así comienza la conversación que tenéis a continuación...
- Imagino que no debe ser fácil conceder entrevistas durante un rodaje, sobre todo cuando acabas tan tarde de trabajar... ¿cuántas horas diarias te ocupa un rodaje?
Once horas. Lo normal son once horas. Diez más una para comer.
- Vaya, es bastante. No es lo que se imagina uno cuando piensa en la jornada de trabajo de un actor con el caché que tienes...
¿No? No es tanto, ten en cuenta que un rodaje suele durar ocho semanas. Quitando ensayos y parones por diferentes razones, solo son unas ocho semanas.
- Y filmar de noche, tan tarde, ¿no es un problema?
No.
- ¿No estás más cansado? ¿No te perjudica como actor este horario?
No. Hombre, a veces estás cansado, sobre todo si eres el protagonista, pero bueno... haberte dedicado a otra cosa.
- De todos modos te agradezco mucho que me concedas un pedazo de tu tiempo libre, supongo que no soy el único que te lo pide...
No, y desgraciadamente no puedo atender a todo. Antes sí, pero ahora con Facebook, Twitter... no puedo. Solo tengo una vida. A veces me piden ayuda para promocionar festivales de cortos y no puedo ni contestar. Otras me vienen con concursos absurdos que... en fin. Pero decir que no cuesta, ¿eh?
- Me lo imagino. Pero es que con las redes sociales creo que la gente ha perdido la perspectiva, tienen agregados a famosos como si fueran amigos suyos. Y no entienden que cada uno tiene su vida y no pueden exigir nada simplemente porque pagan una entrada o compran una película...
Exacto. Hay muchas anécdotas sobre eso. Un amigo director me decía el otro día que una mujer se molestó porque no se pudo parar a atenderla, y le dijo que le parecía una falta de respeto que no pudiera dedicarle ni cinco minutos... Pero claro, hay mil más como ella. Y cinco minutos por mil ya son cinco mil minutos...
- El precio que hay que pagar por ser famoso, ¿no?
Sí. Preferiría no serlo. Me acuerdo del refrán, ten cuidado con lo que deseas, no vaya a ser que lo consigas... Cuando era mas joven deseaba la fama con toda mi alma. Yo creo que por una cuestión de inseguridad. Teniendo el cariño de los demás era una manera de reafirmarme. Pensaba en que si era famoso es porque todo el mundo me quería y eso es porque yo era bueno... No te voy a decir que me haya librado del todo de ese mal... Pero al ir madurando, vas entendiendo que el único reconocimiento posible y válido es el que te concedes a ti mismo. Tratar de saber quién eres. Mirarte al espejo y hablar contigo de vez en cuando. Algo que hacemos poco...
- Ya que tocamos el tema de Internet, se ha hablado mucho del peligro que supone para el cine, del daño que puede hacer para la profesión... ¿cómo lo ves?
Yo no me lo planteo como un peligro. Es una realidad. Internet es una herramienta maravillosa, de intercambio de información... El formato físico del cine va a desaparecer. Yo cada vez veo más películas en mi tablet. Hay páginas de alquiler online, como Filmin, y los académicos tenemos una plataforma para ver películas... Es muy fácil, si tienes en casa un ADSL medianamente potente, pese a que en este país tenemos uno de los peores ADSL de toda Europa... Así es como va a ser. Así es ya.
- ¿Y las descargas, el “pirateo”?
Hay que definir una política de precios distinta. Yo soy partidario de facilitar el consumo de cultura, de fijar precios en función de la renta. Tú ganas menos, pues para ti el cine más barato... Lo que la gente tiene que entender, es que no te puedes bajar las películas gratis. Detrás de eso hay un trabajo. Y si nadie paga un duro...
- Hay quien dice que ya paga por el servicio de Internet, los discos duros, las grabadoras...
Sí, he escuchado todo tipo de argumentos. Y también he compartido archivos, he prestado películas, eso se ha hecho siempre. Pero lo que no puede ser es compartir miles de copias de una película... Un amigo dice que la solución es subir los impuestos. Vale. Busquemos la forma. Pero hay que entender que no se puede generar cultura de la nada.
- Hablando de Internet y de vender cultura, tengo que decir que me sorprende lo poco que se promocionan las películas españolas. En Estados Unidos no esperan ni al rodaje para dar detalles de todo, lanzar carteles o incluso teaser tráilers, mantienen a la prensa y a los aficionados pendientes desde el principio...
¿Crees que aquí el cine se vende mal?
- Sí, desde luego. ¿No lo ves así?
No tengo ni idea. Debería preocuparme, pero no me he parado a pensarlo... Es decir, me preocupo de mi curro...
- Entiendo. Por cierto, ¿puedes contar algo de 'Caníbal'? ¿Qué te interesó del proyecto?
El director, Manuel Martín Cuenca. Es uno de los mejores director de actores que hay en España. Y es amigo mío, así que... No podía decir que no.
- Vamos, que te podría haber ofrecido cualquier cosa que la aceptas...
Hombre... El guion es maravilloso, muy emocionante. El protagonista es un sastre que lleva una doble vida. Por un lado es un tío respetado, organizado... y por otro pues come la carne que come. A partir de ahí hemos intentado crear algo psicológico. Él tiene dificultad para expresar sus sentimientos. Aparte de que su sentido de la empatía no está bien, si no le sería imposible cometer esas atrocidades...
- ¿Vais a contar por qué lo hace?
No. Manolo y yo hemos hablado sobre eso, pero no, nunca se aclara de dónde viene este hombre. Hace lo que hace y no se explica más. La película es un cuento sobre la capacidad redentora del amor. Si el amor puede redimir al mal. Si el mal puede enamorarse. Ésa sería la clave, creo yo.
- ¿La tendréis lista para este año?
No. Supongo que se estrenará en 2014, pero no sé.
- Y cuando acabes esto, ¿tienes otro rodaje en camino?
No. Ahora mismo, mi idea es parar. Estoy un poco agotado.
- Vaya, ¿tú también? Leonardo DiCaprio, Ryan Gosling y ahora tú...
Yo he currado mucho, ¿eh? He tenido mucha suerte, gracias a Dios. Desde que nació mi niña, hace dos años, no he parado. Ya sabes, hay que llevar el potaje a la casa... Pero cuando lo das todo en escena, como estoy intentando hacer yo, te quedas vacío. Es la consecuencia, quedarte sin nada.
- ¿Cuándo decidiste dedicarte a actuar? ¿Cómo empezaste?
Yo primero estudié periodismo, y fue por un colega mio en la facultad, Alberto San Juan. Cuando se acabó la Expo, él se quedó sin trabajo, y se iba a Madrid a una escuela de interpretación, y me dijo que me fuera con él. A mí Canal Sur me ofreció un puesto en Málaga, tenía un futuro ahí, pero tenía 24 años, y pensé que era muy joven para plantar ya el huevo, tenía que intentar otra cosa. Luego volví, fue mi época de periodista deportivo, y ahora estoy en excedencia... Lo había pensando antes, pero yo situaría mi comienzo en la interpretación en el 92, cuando me presento en la escuela de Cristina Rota. Y en el verano de 93 hice mi primer papel, en la serie 'Lleno, por favor'.
- ¿De qué forma sueles trabajar, cómo preparas los personajes?
Me leo el guion. Hablo con el director. Si hay un elemento profesional muy claro pues intento currármelo. Si es un policía o como ahora un sastre... Pero intento llegar a la persona.
- No eres como esos actores que se van por ahí a investigar, o eso dicen, trabajas siempre con el director...
Hombre, lo del sastre lo consiguió Manolo. Luego soy yo el que va al sastre, él no está allí conmigo todos los días mirando lo que hago... A veces tenemos un coach. En 'Gordos' me la preparé con uno, con el consentimiento del director. Depende, no lo he vuelto a hacer. Me centro en el guion. Investigo en la vida. Trato de aportar todo lo necesario para crear a la persona. Mira, uno de los mejores piropos que me he llevado en mi vida, me lo contó una actriz que fue a ver 'Azuloscurocasinegro' con un juez de vigilancia penitenciaria, y al verme el tío dijo: “¡Joder, parece uno de los que estoy tomando declaración todos los días!”.
- Cierto. El que no sepa quién eres, cree que han filmado a un preso auténtico... Entonces, ¿te gusta ceñirte al guion, no te gusta improvisar?
Es que depende del director. Me gusta improvisar. Sentir que las palabras salen nuevas. A veces eso es posible, a veces no, meto la pata y el director me dice que pare.
- A veces pienso que se limita demasiado a los actores. Hace poco comentaba que interpretar también puede ser crear... ¿has visto 'The Master'?
Sí.
- ¿No crees que ahí son fundamentales las interpretaciones? Es decir, el guion y la puesta en escena es de otro pero... ¿no piensas que los actores también creáis?
Estás creando desde un punto de vista emocional. Me gusta usar mis palabras, en general me sale... Pero entiendo que el director tiene una autoría. Y que tiene una idea de cómo debe ir la secuencia... es un proceso complejo. Y lo que parecen improvisaciones a veces no lo son. Recuerdo que hablé con Lola Dueñas por una frase en 'Mar adentro' que me parecía que era improvisada. Y me dijo: “Hicimos 21 tomas”. A veces es así, hay que saber cómo hacerlo. No sé. Solo sé que no sé nada...
- ¿Cómo preparaste el papel de 'Gordos'? Debió ser un reto...
Me ayudó un endocrino. Estuve cuatro meses para engordar y cuatro para adelgazar. Llegué a pesar 102 kilos. Lo más difícil fue bajarlo...
- ¿Lo volverías a hacer?
No. Es decir, ya lo he hecho, no creo que lo vuelva a repetir... Me cuido, hago deporte, podría adelgazar un poco o coger unos kilos...
- Otro hace lo que tú hiciste en 'Gordos' y lo endiosan. Lo hace Christian Bale y le dan un Oscar...
Bueno, por 'El maquinista' no le dieron nada...
- Cierto, pero esa película no tuvo repercusión, con 'The Fighter', donde está más delgado de lo normal, ganó un Oscar. Se habló mucho del esfuerzo que hizo para interpretar a Batman, ahora está rodando otra con David O. Russell y también se está diciendo que ha engordado mucho...
No le doy mucha importancia a eso. Si crees que es necesario para el papel, lo haces. Si el director dice que no hay otra manera, que no se puede usar una prótesis, hay que engordar... Yo miro la interpretación. Me nominaron al Goya. Pero no me lo van a dar por engordar. Ese año estaba Luis Tosar con Malamadre, un trabajo muy celebrado. Lo ganó justamente y ya está. Al final esto es una carrera de fondo. Al final de tu carrera verás todo lo que has hecho, muchas cosas diferentes...
- Hablando de los Goya. Este año fuiste nominado por dos trabajos diferentes, ¿pensabas que tenías opciones de llevarte una estatuilla?
Pensaba que tenía opciones de conseguir la nominación por 'Grupo 7'. 'Invasor' ni de lejos. Ya cuando salió la doble nominación ya sabía que no iba a ganar.
- Entonces no tenías pensado nada por si ganabas...
Algo había pensado... Igual luego me pongo nervioso, me hago un lío y digo dos o tres tonterías... Pero pensé: si me lo daban por 'Grupo 7' es un policía, si es por 'Invasor' es un médico militar. Así que si gano se lo dedicaré a los funcionarios...
- Igual alguno se molesta, como lo que pasó con Candela Peña, que enfadó a cierta gente por hablar del paro y los recortes en los hospitales...
A mucha gente le encantó lo que dijo. Entre ellos, yo. Cuando hablo no pienso en la gente a la que puedo molestar, pienso en la gente que lo necesita.
- Hablando de asuntos controvertidos, ¿cómo has vivido lo que ha ocurrido en torno a 'Los amantes pasajeros'? El éxito en taquilla, la división de la crítica...
Como estoy metido en el rodaje de 'Caníbal', no me he enterado mucho. Meterse a rodar una película es como estar en un 'Gran Hermano'. Te quedas fuera de todo. Pero he seguido la información, sobre todo el primer fin de semana, he leído críticas, lo reconozco...
- Pero a ti te pone bien todo el mundo...
No, no, algún palillo me ha caído. Pero he leído mucho. Que si estoy un poco acartonado... Pero en general, los actores no salimos mal parados. Las críticas siempre apuntan en la misma dirección: Pedro Almodóvar.
- ¿Cómo es trabajar con él?
Pedro tiene la película en la cabeza, muy clara. Creo que intenta que tú llegues a lo que él ha pensado. Y si una secuencia no la tiene muy clara, notas que entonces te deja más hacer, que está más abierto. No sé, así lo veo yo... Tiene su universo muy claro. No ensayamos mucho. Hablamos, pero no quiere quemar la historia, le gusta que haya algo fresco en el rodaje.
- ¿Y Alberto Rodrigez?
Es muy diferente. Alberto tiene un estilo más realista, es un tío de la calle, personalmente es muy contenido, muy tímido, creo que mi personaje tiene cosas de él... Con Alberto ensayé mucho más. Rafael era un personaje más de tripas.
- Como actor, egoístamente, ¿cuál de los dos métodos te resulta más atractivo?
Como actor, me gusta que me dejen hacer lo que me dé la gana. Me gusta que me digan lo que Valdano a Raúl: el que quiera comerse el mundo tiene todo el permiso para hacerlo. Pero entiendo que esto no puede ser, puedes lanzarte y hacer una tontería. Es un pulso. Muchas veces tengo mucha confianza en mí mismo, pero otras veces... es hablar con el director, a ver si encontráis un camino. Al final, todo tiene un punto de negociación.
- Has estado cambiando de género con aparente facilidad, ¿te atrae más alguno en particular?
No. Me da igual. Comedia, drama... Lo ideal sería hacer de todo. Y lo que salga. Esto es España.
- ¿Has pensando en trabajar en el extranjero? ¿Hollywood? Seguro que has recibido ofertas...
He hecho alguna prueba, pero ofertas cero. Para que te voy a contar milongas. Si hubiera recibido una oferta... mira, te doy un titular, casi seguro diría que sí. Tendría que ser un papel absurdo, que yo dijera “¡esto es ridículo!”, para rechazarlo... Tengo muchas ganas de trabajar en inglés, quiero esa experiencia. Si saliera algo, lo haría.
- Seguro que ocurre. Hay varios actores españoles trabajando allí, cuestión de tiempo... Por cierto, ¿quiénes son tus actores favoritos? De cualquier nacionalidad.
Admiro mucho a Javier Bardem. Philip Seymour Hoffman, Robert de Niro, Al Pacino, Dustin Hoffman...
- Pero no los tienes en un pedestal...
¡Claro que sí! Los tengo en un pedestal y bien grande... A ver, no me planteo hacer un ejercicio de coger todas sus películas y verlas, pero me interesan, los veo con ganas, con envidia.
- Bueno, aquí has triunfado...
Podría decirse que, entre comillas, he conseguido mi sueño. Pero el ser humano es así. Es inevitable aspirar a más.
- ¿Eso deja fuera los cortometrajes? Sé que has participado en algunos...
Estoy abierto a hacer cortos pero... la realidad es que llevo tiempo sin aparecer en alguno. No tengo tiempo. Lo último que hice fue un papelito en 'El barco pirata'.
- ¿Y secuelas? En el cine español no se hacen muchas pero... ¿estarías dispuesto a repetir algún personaje en alguna secuela? ¿Quisiste explorar más de alguno?
Quizá el Antonio de 'Azuloscurocasinegro', o el Sergio de 'Balada triste de trompeta'... son personajes a los que le tengo mucho cariño. Pero como con ninguno se ha planteado secuela, no me lo planteo, la verdad.
Tras esta respuesta, y tenerle sentado más tiempo de la cuenta, nos despedimos como nos saludamos, como dos colegas que se ven a menudo. Ya me gustaría. Aunque con los actores tenemos esa suerte de poder verlos cuando queramos... Espero que 'Caníbal' llegue pronto y alguien en Hollywood se dé cuenta del actorazo que tenemos aquí. Como espectadores, no nos conviene que prolongue ese (merecido) descanso.
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