Un aspecto clave a la hora de hacer de 'Del Revés' un gran éxito es lo fácil que es empatizar con su historia y personajes. Sus creativos desde luego se lo han merecido. Si todas las fantasías de Pixar tienen un importante componente emocional, las películas de Riley hacen de eso el centro, y requieren también de una sensibilidad diferente en sus creadores.
Elegido por Pete Docter, toda una institución en Pixar, Kelsey Mann entró como director en la secuela y tenía una difícil tarea ante él: continuar una historia que no había creado. Para ello confió en que lo mejor sería abrirse emocionalmente con su propia experiencia, y no le costó hacerlo en cuanto empezó a revisitar fotografías de su infancia.
"Si me pongo a profundizar, esta película se inspiró realmente en algunas de mis fotos de cumpleaños. Por aquel entonces había escaneado todas mis fotos físicas y, mientras las revisaba, vi esta foto mía de cuando tenía cinco años. Era mi cumpleaños y estaba sentado con una sonrisa de oreja a oreja. Me paré en seco. Me dije: "¡Soy tan feliz en esta foto!". Y luego, cumplí ocho años, y luego 11, y luego 13, y se podía ver mi sonrisa disminuyendo. Disminuyó hasta el punto en que tenía 13 años, y yo estaba ahí sentado mirando la tarta. Tenía un aspecto miserable, y era un gran contraste con cuando tenía cinco años. Pensé, "¿Qué ha pasado?"
Fue también el origen de Ansiedad
Pensar en ello fue el germen de la idea de hacer toda la película alrededor de la ansiedad. Un personaje para el cuál no solo bastó con las experiencias personales, sino que se benefició también de la ayuda de psicólogos profesionales.
Más allá de conseguir que fuera fiel por el lado psicológico, hacer de ella un buen personaje y una buena antagonista fue lo más difícil de clavar en la película, con muchas iteraciones distintas tanto en su diseño como en el guion antes de llegar a aquella con la que acabaron quedándose.
"Siempre fue la antagonista de la película, pero en las primeras versiones era realmente antagónica. Me influyó mucho la película 'Eva al desnudo'. Me atraía la idea de una toma de control emocional. En términos de hacer algo nuevo y original, pensé que si en la primera película Alegría y Tristeza son expulsadas accidentalmente del cuartel general, ¿qué pasaría si fueran expulsadas a propósito y alguien estuviera realmente intentando hacerse con el poder? También era fiel a la adolescencia, a las emociones que se apoderan de uno y, sobre todo, a la ansiedad".
En cuanto al personaje más sencillo que diseñar, Mann afirma que no fue otra sino Ennui, con la primera versión que dibujó un artista siendo un "fideo mojado" que ya encajaba muy bien con lo que Mann tenía en mente. Todas estas locas ideas seguían teniendo un denominador común, y junto con la estupenda base que había dejado la película original, Mann reincide que fue la oportunidad de poner de sí mismo a la pantalla lo que le hizo estar verdaderamente cómodo con el proyecto.
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