Tal y como os conté en mi entusiasta texto sobre el arranque de 'The Last of Us', el gran acierto de la producción de HBO es el modo en que no se limita a replicar la ya de por sí fantástica narrativa del videojuego de Naughty Dog, sino que ha enriquecido la adaptación con una voluntad de expandir lo que ya vivimos en 2013, y esto pasa por una buena dosis de contexto e información que se quedó en el tintero por aquél entonces.
La primera escena de la serie, ambientada a finales de la década de los 60, es buena muestra de ello. En ella, dos científicos discuten en un programa de televisión sobre la potencial amenaza que podrían suponer algunas especies de hongos para la raza humana; un intercambio de opiniones que concluye con una descripción tan agorera como escalofriante de lo que es capaz el Cordyceps que termina mandando al garete a la humanidad en esta ficción.
Champiñones con jamón
Pero, ¿qué tiene de cierto lo expuesto en esta introducción? Craig Mazin, showrunner de 'The Last of Us' y, como siempre recuerdo, copresentador de 'Scriptnotes' —el mejor podcast sobre escritura de guiones que podéis escuchar— ha confirmado al medio The Hollywood Reporter que los efectos hongo de marras sobre insectos como las hormigas son cien por cien reales.
"Es real. Todo lo que dicen que hacen los hongos, lo hacen. Lo hacen actualmente y lo han estado haciendo desde siempre. Puedes ver algunos documentales increíbles que son bastante aterradores. Respecto a su advertencia —¿qué ocurre si evolucionan y nos infectan?— desde un punto de vista estrictamente científico, ¿nos harían exactamente lo que le hacen a las hormigas? No lo creo. Lo dudo. Por otro lado, tiene razón; el LSD y la psilocibina viene de los hongos. Lo que le dije a John fue, 'Lo que estamos haciendo en esta escena es decirle a la gente que esto siempre ha estado aquí'".
Pero lo más interesante —y aterrador— de sus declaraciones se encuentra en la fina línea que traza entre los acontecimientos de 'The Last of Us' y los que narró en la magnífica 'Chernobyl'. Según Mazin, catástrofes como la de la planta nuclear ucraniana están cocinándose en este mismo momento, esperando al momento oportuno para terminar desatándose.
"Lo que fue escalofriante para mí es que [la planta nuclear de Chernobyl] explotó esa noche, pero podría haberlo hecho una semana o un mes antes. Lo que significa en este momento es que hay algo que está esperando para estallar, simplemente no lo sabes. Fue terrible decirle a la gente, 'Sabíamos sobre esto, ha estado ahí, ahora os vamos a enseñar la noche en la que finalmente ocurrió'. No de repente, sino finalmente".
Si os cuesta conciliar el sueño esta noche después de leer esto, lamento deciros que el bueno de Craig cerró su cuenta de Twitter hace una temporada, así que será complicado darle las gracias.
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