En 1975 el llamado "Nuevo Hollywood" empezaba a, si no a perder fuelle, si a modificar su estructura interna. Las propuestas rabiosamente independientes de Dennis Hopper, Hal Hastby, Bogdanovich, etc. Dejaban paso a una generación de cineastas más prágmaticos y cercanos al viejo cine de género entre los que se encontraba Steven Spielberg.
Spielberg había dirigido un largometraje para televisión de nombre 'Duel (El Diablo Sobre ruedas)' y una irregular comedia de acción y persecuciones con Goldie Hawn: 'Sugarland Express'. Cuando, según cuenta el propio Spielberg, consiguió una copia de un libro que ni siquiera se había puesto a la venta y de sugerente título Tíburón, la que sería su tercera película y su primer gran éxito como cineasta. Una película que cambio Hollywood para siempre, tanto por su sistema de distribución como por el éxito obtenido, que superó con mucho a las ya taquilleras 'El padrino' de Coppola y 'El Exorcista' de William Friedkin.
Tiburón es un ejercicio de planificación, ritmo, montaje y tensión digno de los mejores artistas del cine clásico norteamericano, pero sin la ampulosidad de algunos de éstos. Rodada prácticamente toda en exteriores naturales, en condiciones durísima y durante más de siete meses. Una prueba de esfuerzo para el director y su equipo que se enfrentaron a todo tipo de problemas, especialmente en el rodaje de muchas secuencias en alta mar.
El festival de Sitges le ha rendido homenaje en su última edición