Después del palo brutal sobre el ánimo que supone ‘Inside Job’ —de la que conozco a gente que se ha tenido que salir, pero no porque no compartiese la idea, sino por compartirla demasiado y sentirse abrumada—, nos ha llegado, con mes y pico de retraso sobre la fecha inicial de estreno, ‘The Company Men’, la versión en ficción del tema que trata el documental.
Protagonizada por Ben Affleck, Tommy Lee Jones, Chris Cooper y Kevin Costner, ‘The Company Men’, de John Wells, nos cuenta que Bobby Walker vive el sueño americano: tiene un gran trabajo, una hermosa familia y un deslumbrante Porsche en el garaje. Cuando la política de reducción de personal lo deja a él y a sus compañeros Phil Woodward y Gene McClary sin trabajo, los tres hombres se ven obligados a redefinir sus vidas como hombres, como maridos y como padres de familia.
La ficción no es necesariamente una manera peor de hacer llegar ideas u opiniones ni de demostrar realidades. De hecho, particularmente, si me dan a elegir, siempre escogería la ficción. Sin embargo, ‘The Company Men’ resulta una opción ligera en comparación con ‘Inside Job’, tan ligera que casi se podría decir que se queda en nada. Pero este film no pierde solo en una comparación, sino que ya me resultó algo blanda habiéndola visto antes que el documental de Charles Ferguson.
No quiero decir con ello que ‘The Company Men’ carezca por completo de carga crítica. Tiene la capacidad de indignar más de una vez, especialmente en su inicio. Obliga —o por lo menos a algunos nos ocurrió— a gritar insultos descarnados a la pantalla y, en algunos instantes, se convierte en una película de terror. Dirige varios reproches a las decisiones financieras y demuestra claramente, sin disimulos, que muchas veces los despidos multitudinarios son solo una de las maneras de ahorrar, no la única.
Es su final lo que hace que, en conclusión, la crítica no resulte excesivamente fuerte, a pesar de que el planteamiento sí había ido en esa dirección. (Spoiler) El happy ending, de alguna manera muy norteamericano en el sentido de que se plantea heroico y triunfal, me parece que impide que se perciba la crisis y que provoca que sea difícil entender cuál es el mensaje. Casi parece que les hubiesen dado una oportunidad de mejorar o de rehacer sus vidas… a casi todos, claro. (Fin del spoiler).
En su aspecto estético, ‘The Company Men’ resulta aparente, ya que su realizador hace una elección de planos que se podría calificar de «elegante». Eso, sumado a un gran diseño de producción y al renombre de sus intérpretes, nos completa el look de una gran película, mayor de lo que supone en realidad su contenido.
Personajes
En cuanto a los personajes, ‘The Company Men’ tiene la habilidad de presentar a tres o cuatro para mostrar con cada uno de ellos una actitud diferente ante el despido, que no adelantaré para no destripar el contenido.
Sin embargo, ya que se trata de un film de personajes, eché de menos que en el terreno psicológico hubiese habido una exploración más profunda, que reflejase con mayor acierto lo que siente alguien que lleva una gran parte de su vida en una empresa cuando tiene que tomar caminos distintos. El único personaje que sufre una ligera evolución es el de Affleck, pero falta valentía a la hora de presentarlo en el inicio como un auténtico capullo para desde ahí crear ese cambio. Debido a un tratamiento edulcorado en exceso, su orgullo masculino se queda corto con respecto al retrato que el autor supongo que ha intentado crear de partida para de ahí provocarle esa transformación.
Por otra parte, la empatía se me antoja difícil cuando veo el nivel de vida al que se habían acostumbrado estas personas y la cantidad de gastos superfluos e innecesarios que generaban. Tal es la exageración, que casi me hacía pensar que era lógico que llegase la recesión. Si se hubiese incluido entre los despedidos a personas de verdadero bajo nivel económico, considero que habría sido más fácil entender por lo que estaban pasando, claro que entonces ya no serían «hombres de empresa», traducción del título que aquí no se ha dado.
Conclusión
En definitiva, ‘The Company Men’ se queda a medias entre el film protesta y la película intimista sobre una crisis económica mundial que se transforma en una crisis personal. Es bastante frecuente, como recurso narrativo, poner una realidad o una idea en forma de historia humana que luego se extrapolaría a ese concepto global. En esos casos, no es necesario convertirla en otra cosa y dejar de lado la premisa inicial. Pero eso es lo que parece que le ha ocurrido a Wells, autor del guion de su película, durante la escritura. Sé que probablemente haya sido por responder a requisitos comerciales, pero me da la sensación de que se hubiese enamorado de sus personajes a medida que escribía y que hayan sido ellos y no el autor, quienes hayan tomado la pluma para terminar la película y para definirse a sí mismos, ambas cosas con excesiva complacencia. Que los personajes cobren vida en la escriturana supone una actitud comprensible y casi siempre positiva, pero que, si no se controla, puede acabar con las intenciones iniciales y llevar la película a otro terreno.
Otra crítica en Blogdecine | ‘The Company Men’, la crisis a medias tintas, por Alberto Abuin.
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