Dennis Dugan dirige a Adam Sandler, Jennifer Aniston, Brooklyn Decker, Nicole Kidman y Bailee Madison en ‘Sígueme el rollo’ (‘Just go with it’, 2011), una comedia sobre un cirujano plástico que, tras operarse una inmensa nariz que le valió ser abandonado en el altar, consigue ligues incesantes gracias a lucir su anillo de casado y quejarse del fracaso de su matrimonio. Cuando conoce a una maestra de escuela mucho menor que él, con la que por fin quiere ir en serio, la aparición del anillo le obliga a inventarse una mentira tan insostenible que ha de convencer a su leal asistente de que finja ser su futura ex mujer durante un viaje a Hawaii con su nueva novia.
Autores consagrados y virtuosos han partido de enredos, confusiones y fingimientos para dar como fruto algunas de las obras más importantes del cine, el teatro y la literatura. Sin ir más lejos, la que nos ocupa es un remake de 'Flor de cactus' (‘Cactus Flower’, 1969), sobre la que se puede leer aquí una crítica. La del 69 tenía guion de I.A.L. Diamond, colaborador nada más y nada menos que de Billy Wilder en casi todas sus obras maestras, adaptado de una obra teatral de Abe Burrows, que a su vez se basó en un original de Pierre Barillet y Jean-Pierre Grédy.
Por lo tanto, no es este concepto el que deberíamos señalar como causante de que el interés de ‘Sígueme el rollo’ sea escaso o de que enganche al espectador con poco ímpetu. Lo que ocurre, quizá, es que estemos un poco hastiados de estas estratagemas narrativas que, si bien sorprendían y entretenían cuando eran escasas, ahora han llegado a saturarnos. O tal vez es que aquí se empleen con menor fortuna. La ventaja que introduce esta maquinación de hacerse pasar por… es que justifica cualquier situación forzada, como la necesidad de compartir habitación, la provocación de un momento íntimo, la declaración de sentimientos ocultos, etc. Y de este pozo saca petróleo el guion de la versión actual, que firman Allan Loeb y Timothy Dowling.

El tipo de humor que presenta ‘Sígueme el rollo’ en sus primeros minutos es zafio, pero sin por ello resultar valiente o desfasado, sino más bien tonto y fácil, basado en retratos de seres operados hasta lo grotesco. Más adelante, se va perdiendo la faceta cómica y se queda todo en el malentendido que, como digo, funciona solo a medias.
Las modificaciones en el guion con respecto a la película del 69 son numerosas y aseguraría que su único acierto reside en haber “aireado” más la historia, es decir, haberla despojado de la rigidez teatral. Pero los diálogos han perdido el ingenio y la capacidad de sorprender o escandalizar se ha sustituido por una cursilería que ni siquiera va acorde con los intérpretes o por la más absoluta mundanidad.
He discutido otras veces que la previsibilidad de las comedias románticas no es tal. Se sabe cómo van a acabar, sí, pero porque su aliciente no radica en dar una sorpresa o en atraparte por la curiosidad sobre la resolución. Lo que no impide que haya una inquietud por ver cómo se llega a ese esperado desenlace, así como unas ganas de obtener la satisfacción prometida durante unos extensos preliminares. Para que la tensión sexual no resuelta se sostenga es necesario introducir un obstáculo entre los protagonistas, aunque sea un choque de caracteres. En la comedia que nos ocupa, los personajes principales se llevan tan bien y queda tan patente que están destinados a acabar juntos que no hay tirantez alguna y, por ello, tampoco progresión o evolución de los personajes. Esa URST –unresolved sexual tension– que reconozco que suelo disfrutar tantísimo aquí no se vislumbra.

Por otra parte, no pude despojarme de la sensación de que los personajes estén escritos para otros actores, ya que sus apariencias no se correspondían ni con sus actitudes ni con la trama. Adam Sandler encarna a un hombre que, tras su operación estética, resulta atractivo. Ya sé que algunos hombres poco agraciados ligan gracias a su carisma y que la profesión de cirujano atrae, su comportamiento no es el de un feo con gracia, sino el de un tío de buen ver. Más aún me sorprendió que las declaraciones del personaje de Jennifer Aniston son las de alguien muy inferior a él en cuanto al aspecto, como si él se tuviese que conformar con ella cuando, en todo caso, sería al revés. Esta discordancia, que puede haber sido solo una apreciación mía personal, me impedía creerme por completo a los personajes y sentir junto a ellos la emoción de su enamoramiento. Lo que pasma aún más es encontrarse a Nicole Kidman con un personaje negativo a más no poder y con un rostro que recuerda al de los clientes de la fiesta del inicio.
‘Sígueme el rollo’ supone, en definitiva, un visionado casi reservado para seguidores de cualquiera de los dos actores protagonistas, aunque ninguno de ellos esté en su mejor papel ni entre ambos se produzca la química imprescindible. Esta comedia romántica no introduce nada fresco ni recién descubierto o siquiera le da la vuelta a un truco de guion tantas veces utilizado. Lo que a finales de los años sesenta, interpretado por Walter Matthau, Ingrid Bergman y Goldie Hawn, rebosaba de chispa, ahora se nos presenta muy visto, como supuse. La de Gene Saks será más teatral y sesentera, pero otros defectos aún mayores asolan a la revisión, como la imposibilidad de despertar cualquier reacción, ya sea la risa o el apasionamiento.
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14 comentarios
Usuario desactivado
Es muy curioso porque yo no sabía que esta peli era un remake de nada cuando la vi. Y esa sensación de que con otros actores, lo mismo podía haber quedado mejor, la tuve sin saberlo. Lo mismo me pasó con esas frases que no vienen a cuento, como si los papeles estuviesen escritos para otros (me refiero concretamente a cuando Aniston no está segura de que Sandler la prefiera a ella y le da razones para que se quede con la otra): no sabía que el guion partía de otra cosa y, aún así, algo raro noté. Claro, al ver 'Flor de cactus' más adelante y descubrir que el papel se supone que lo tendría que haber hecho una señora de cincuenta y tantos, lo entendí todo. Hay actrices de esa edad que están de muy buen ver y que podrían haber protagonizado esta peli. E incluso con esa edad seguirían estando mejor que Sandler. O, si no, como mínimo, Aniston debería haberse puesto algo más feíta, al menos al principio, para que se entendiese que no la deseara. ¿Qué pasa, que Ingrid Bergman sí tiene que afearse y ella no? Madre mía.
David NNCC
Bailee Madison es una joven promesa, pero que no me la metan en estas películas, por favor..
beatrizlume
Yo la vi, me resultó entretenida y ya está. No es que fuese un bodrio, pero tampoco la séptima maravilla. Lo más divertido de la película fueron los niños, y no salen en pantalla tanto como me gustaría.
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La película es mala, pero no me arrepiento de haberme acercado a ella porque me ha servido para conocer 'Flor de cactus', de la que publicaré una crítica mañana.
Usuario desactivado
No había comentado nada de la música. Algunas canciones que incluye son buenas, pero me parecen muy horteras los mash-ups de 'Stand by me' con 'Every breath you take' o el de 'Roxanne' con 'You Should be Dancing'. ¿A alguien le gustaron?
Morthylla
Es que se requiere mucha suspensión de la incredulidad para una comedia romántica donde el príncipe azul es Adam Sandler, Beatriz. Ya de allí va todo para abajo... :P
alanparmisari
La peli es mala a mansalva, osea ni guión currado ni historia nunca vista, pero yo me lo pasé bien viendola, es verdad que Adam no es el tipo de tíos que se las liga todas en la disco (eso fué un gran error en la peli, como Beatriz dice), pero me parece que entre ellos 2 había química en la peli, por la cual no sobresale ese tema.
Si te gustan las comedias románticas, mírala, para pasar un rato, y si no, pues no pierdes nada...
Pobre Adam... me cae genial pero tontería tras tontería...
PD: No es tan mala como Jack and Jill por Diós!
gunzalobill
Pobre Jenni, su personaje de Friends se apoderó de ella y parece que jamás podrá escapar de él. Pero la verdad es que está muy buena...
kikorazon
Creo que esta película más que la trama romántica, es más importantes los momentos graciosos que te hace pasar. Para mi el mejor personaje, la niña. No creo que jennifer aniston se vea inferior a él, pero si fuese el caso, no solo es el fisico lo que cuenta una persona mas guapa puede sentirse inferior a alguien mas feo...
Harry Powell
"...La de Gene Saks será más teatral y sesentera, pero otros defectos aún mayores asolan a la revisión..."
Evidentemente Beatriz; Aniston no tiene ni un ápice de la sensualidad y presencia de Ingrid Bergman. Y el señor Sandler está a años luz de llegar a ser la mitad de gracioso de lo que fue una sola mueca del gran Walter Matthau.
Saludos.