'MS1: Máxima Seguridad', 2079: Rescate en la Fortaleza Infernal

'MS1: Máxima Seguridad', 2079: Rescate en la Fortaleza Infernal

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'MS1: Máxima Seguridad', 2079: Rescate en la Fortaleza Infernal

En Hollywood son muy dados a reciclar argumentos de otras películas pero cambiando el lugar en el que se ambienta la misma para así librarse de pagar derechos en concepto de ser un remake (aunque lo sea en realidad) y, por lo general, aparentar cierta sensación de ser algo diferente. Eso era algo que podía funcionar más o menos bien hasta hace unos 10-15 años, pero la popularización de Internet ha hecho que ahora sea muy fácil detectar qué película(s) se está(n) copiando sin cortarse lo más mínimo en el proceso. Y si la semana pasada os hablé del caso de ‘Project X’, esta vez toca ponerse con ‘MS1: Máxima Seguridad’ (‘Lockout’), la nueva producción de Luc Besson.


 
Seguro que los habrá que, a poco que se hayan informado sobre la película, ya sabrán que el gran referente de ‘MS1: Máxima Seguridad’ es ‘1997: Rescate en Nueva York’, el clásico de John Carpenter en el que el presidente de los USA es apresado en una gigantesca prisión y un renegado muy aficionado a los comentarios sarcásticos es seleccionado para ir allí con la única misión de liberarlo, aunque no hay que quitarle méritos tampoco a ’2013: Rescate en L.A.’, segunda (y por ahora última) entrega de las aventuras de Snake Plissken (Kurt Russell nunca ha estado mejor que con este personaje), ya que entonces es a la hija del máximo mandatario de Estados Unidos a la que tiene que salvar. A todo ello le añadimos un poco de ‘Fortaleza Infernal’ por eso de la prisión con tecnología futurista. Metemos todo eso en una coctelera, añadimos una ambientación en el espacio y nos sale ‘MS1: Máxima Seguridad’.

Guy Pearce es el protagonista de

Estoy convencido de que los fans del personaje de Snake Plissken estarán muy recelosos sobre el Snow al que da vida Guy Pearce, intérprete que parecía que iba a comerse el mundo tras sus apariciones en ‘L.A. Confidential’ y ‘Memento’ (de la que ya os hablaré la próxima semana dentro de mi especial dedicado a Christopher Nolan) para luego acabar pasando muy desapercibido desde entonces. Pues bien, Pearce compone un remedo de Plissken muy estimable, con un sarcasmo muy saludable, que ayuda a hacer muy llevaderos los múltiples problemas que hay presentes en ‘MS1: Máxima Seguridad’, y demostrando un carisma que rara vez le habíamos visto en sus apariciones cinematográficas. Es cierto que no llega al nivel de Kurt Russell, en especial por no contar con un guión que le regale réplicas más memorables, pero Pierce es lo mejor de la película con muchísima diferencia.
 
El problema es que la película pierde muchísimo si entramos a valorar otros aspectos. El más evidente es, como ya apuntaba, el guión escrito por Stephen St. Leger, James Mather y Luc Besson, siendo bastante difícil delimitar qué es exactamente lo que ha fallado, porque no hay nada que termine de funcionar: Los personajes resultan esquemáticos y no se desarrollan de ninguna forma más allá de estúpidos giros sorpresivos, los diálogos están repletos de tópicos y carecen de ingenio (la excepción está en algunos de los de Snow, pero unos cuantos sólo llegan a molar por la actuación de Pearce), la progresión dramática es bastante torpe y hay soluciones argumentales que están cerca de provocar la vergüenza ajena. Además, el desenlace es una tomadura de pelo de mucho cuidado que hasta está cerca de destruir el interés del personaje protagonista para futuras secuelas. Vamos, un guión desastroso a más no poder.

Guy Pearce y Maggie Grace en

St. Leger y Mather se encargan también de la dirección (es la ópera de ambos) y algo de mejora hay, pero demasiado escasa: ‘MS1: Máxima Seguridad’ carece de sentido de la tensión con la que enganchar al espectador y adolece a su vez de no contar con ninguna secuencia de violencia física especialmente memorable (todas son demasiado breves). Y es que aquí entra en escena el escaso presupuesto de la película (apenas 20 millones de dólares) que impide grandes coreografías de acción e incluso da lugar a algún momento bastante esperpéntico a nivel visual (concentrados en los flashbacks que acompañan a una explicación de Snow). No obstante, la escenografía visual funciona con corrección y la propia prisión, aunque luces más tradicional de lo que debiera, tampoco desentona. Por lo demás, se agradece que no opten por un frenesí visual a lo Michael Bay, pero tampoco consiguen hacer nada para matizar las debilidades del guión.
 
No me cansaré de repetir que Pearce hace lo que puede para levantar la función, pero es que ni siquiera cuenta con la ayuda del resto del reparto para salvar la película: Maggie Grace (Shannon en ‘Perdidos’ o la hija de Liam Neeson en ‘Venganza’) jamás se ha caracterizado por saber actuar especialmente bien y aquí está particularmente poco inspirada con un personaje que muestra con escaso acierto lo caprichoso y lo solidario. Más comprensible son las dificultades de los villanos principales para destacar, ya que las reacciones que se marcan en el guión para Vincent Regan le quitan toda credibilidad como líder de la revuelta y Joseph Gilgun (Rudy en ‘Misfits’) es un demente propenso a las violaciones que simplemente está ahí por ser el factor que se sale algo de la rutina. Además, Gilgun está horriblemente sobreactuado y lo único salvable es su acento natural (que fue por lo que le reconocí, ya que físicamente estaba complicado). También pulula por ahí un desaprovechadísimo Peter Stormare que cumple con corrección cuando la película se molesta en darle un poco de presencia. El resto es tan olvidable que ni merece ser mencionado.

Uno de los psicópatas de

En definitiva, ‘MS1: Máxima Seguridad’ es una película que uno está deseando que le guste dado el muy acertado trabajo de Guy Pearce como un nuevo Snake Plissken, pero el resto del contenido no acompaña y así es muy difícil hasta darle un cinco raspadillo. Hay demasiadas tonterías y tópicos, giros sorpresivos imposibles de aceptar ya que obligarían a suspender la incredulidad tanto que uno se volvería idiota, un desarrollo de personajes nulo y un desenlace muy poco satisfactorio (ese epílogo no podría sobrar más). Sin embargo, admito que sería el primero en ir a ver una secuela protagonizada por este Snow. Sólo espero que, en caso de hacerla, al menos tengan un guión decente. Tampoco pido tanto.
 

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