El nuevo trabajo del documentalista Germán Roda es una docuficción protagonizada por Pepe Viyuela en la que narra la historia del gran artista Marcelino, el mejor payaso del mundo durante los primeros años del siglo XX. Escrita junto a Miguel Ángel Lamata, 'Marcelino, el mejor payaso del mundo', es un ameno documental que llega ahora a nuestras pantallas.
El mayor espectáculo del mundo
Casi tres millones de espectadores al año disfrutaron del talento de este talentoso clown que apenas sobrepasaba el metro y medio y que tuvo al mundo a sus pies. Sobre todo en la escena de Londres y Nueva York, donde dejó boquiabiertos a mitos como Buster Keaton o Charles Chaplin. Isidro Marcelino Orbés Casanova, natural de Jaca, fue uno de los más grandes olvidados de nuestra historia artística.
Como no podía ser de otro modo, esto es una triste. El ascenso meteórico de un talento arrollador como el de Marcelino, su escalada a la fama, actuando para reyes y los públicos más selectos del mundo, que viajaban allá donde tuvieran lugar sus representaciones, en realidad siempre se movió entre el estrellato y el abismo. Sus relaciones personales, con un matrimonio ruinoso y escarceos que no terminaron bien, solo fueron dos apuntes más en una vida llena de altibajos.
Sabemos que la llegada del sonoro destrozó a buena parte de los intérpretes de la era muda del cine, pero antes de su irrupción la llegada del cine como tal también causó un daño irreparable a la industria de la pantomima. Así, mientras los primeros cineastas superdotados para la narrativa supieron dar el salto al celuloide, otros morían de pena y fracaso, ahogados en inversiones ruinosas que no terminaron de cuajar.
El fin de la pantomima
Aquellos teatros, como el Hippodrome de Nueva York, con capacidad para más de 5.000 espectadores, vieron natural que la solución barata a aquellas funciones diseñadas a medida de artistas en directo fueran las películas. Esa pelea que aún hoy se mantiene entre en "verdadero"artista tangible y la película (a veces) desalmada todavía se mantiene hoy.
Con la inmejorable opción de Pepe Viyuela como "voz" autorizada de Marcelino, Germán Roda ofrece un acercamiento natural, casi con aires intrascendentes, a una leyenda que merece más reconocimiento casi cien años detrás de su triste desaparición. Aquel payaso sin igual, que tuvo a un jovencísimo Chaplin como miembro de su equipo, arriesgó y perdió. El cementerio está lleno de valientes, pero todos están muertos.
Con la máxima que dice que "el dolor provoca risa", 'Marcelino, el mejor payaso del mundo', no destaca por encima de otros trabajos documentales de (re)descubrimiento, pero sí acierta a la hora, por ejemplo, de recrear una película perdida protagonizada por el mismo Marceline, quién sabe si su intento desesperado de acercarse a los grandes mitos que lo adelantaron en un visto y no visto.
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