Si quieres guiar a la gente, tienes que tener una meta... -El Chico de la Moto
El Chico de la Moto no manda (rules), sino que reina (reigns). Eso rezan las pintadas que inundan esa ciudad fantasmal (una Tulsa abstracta), y en verdad está tratado como una figura shakesperiana (un rey en el exilio, le llaman algunos) e inasible para su propio hermano Rusty James. El primero es un pletórico Mickey Rourke de 31 años, el segundo un fabuloso Matt Dillon de 18. En realidad ambos son espejos románticos del hermano mayor de Francis, y del propio Francis, respectivamente. Esto es una declaración de amor.
Y no sólo su propio hermano (al que está dedicada la película), sino también a la literatura de Susan E. Hinton, de quién adapta una segunda novela con pocos meses de diferencia y de manera consecutiva, en un ejemplo sin precedentes, al menos recientes, de una adhesión semejante a un mismo autor. Con la espada de Damocles más lejana, después del grandioso éxito de 'Rebeldes', Coppola firma la película más artística, desatada y vanguardista de toda su carrera. Coppola ya no en el abismo, sino frente al espejo de Welles.
De una manera obvia, pero tremendamente natural, 'La ley de la calle' (interesante título para el original 'Rumble Fish', pez luchador...) es la otra cara de la moneda con 'Rebeldes'. Todo lo que allí era placidez y luz, aquí es nervio y sombras. Y aunque en aquélla, a pesar de la dureza en el retrato de una juventud desamparada, aún queda algo de esperanza, en esta se estamos en la pérdida de la ilusión. Y si allí el tema era la libertad, aquí es el tiempo, desde luego, muy presente tanto en los diálogos o discursos, como el de Benny (gran Tom Waits, que compuso las canciones de 'Corazonada' y que alcanzó la cumbre de su colaboración con Coppola interpretando nada menos que a Renfield en 'Dracula'), así como en los múltiples relojes y en el sonido, que imita a menudo al minutero de un reloj.
De hecho, gran parte del reparto de 'Rebeldes' está presente en este 'La ley de la calle', con mención especial para Dillon, que parece prolongar con gran acierto y lucidez su maravilloso personaje de Dallas, para enriquecerlo con su inolvidable Rusty James, el renqueante hermano menor, una fuerza de la naturaleza descarriada que no deja de cometer las más grandes insensateces, y de fastidiar a todo el mundo, obsesionado como está por la figura de su hermano mayor, el misterioso, místico, Chico de la Moto. También vuelve Dennis Hopper, y claro, la guapísima Diane Lane, además de otros intérpretes con los que Coppola forma una troupe unida y muy bien entramada.
Y al color de 'Rebeldes' se opone el rotundo, elocuente blanco y negro dirigido por el mismo operador del anterior, Stephen H. Burum, y que busca el manierismo por encima de cualquier otra consideración, buscando en la cualidad de la imagen una razón de ser narrativa y anímica. El referente más nítido es 'Sed de mal', pero también 'El extraño' y 'Campanadas a medianoche'. Coppola sabe que está a la altura de lo que intenta homenajear, y se entrega a la labor con una vehemencia digna de elogio. Parece filmar y montar con una alegría y una energía avasalladoras, organizando a sus actores como si fueran bailarines de ballet, haciéndoles girar y moverse dentro y fuera de cuadro, sin importarle una verosimilitud, digamos, realista.
El Chico de la Moto es como Michael Corleone, como Kurtz, como Drácula, una figura patética, vencida por el tiempo, más allá de la moral o de la muerte, incapaz de aleccionar o de hacerse entender por los que le rodean. Está lejos aunque esté cerca, y desde su regreso de California está más extraño que nunca. Sigue protegiendo a su hermano (aunque llega, por dos veces, tarde) pero tiene asuntos pendientes con su propio vacío. El viaje que emprenden juntos, más emocional que físico, por las calles nocturnas de la ciudad, es una maravilla abstracta y poética. Averiguamos que el blanco y negro es por la visión defectuosa del Chico de la Moto. Pero los peces son de colores
No es de extrañar el rotundo fracaso comercial de esta película, con la que Coppola fundió los beneficios recién adquiridos de la anterior. No es un relato clásico, es lo que 'El padrino II' a 'El Padrino': al pretendido clasicismo se le opone un vanguardismo, una audacia extremas. El tiempo pasa volando y no hay tiempo para lamentarse. Esta será la última vez que Coppola goce de esta libertad y esta plenitud. Su desastroso estreno le obliga a firmar en cierta película de época en la que tendrá muy poco tiempo para rectificar las cosas. La suerte está echada, y a la ambición se une la amarga ley de la taquilla.
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10 comentarios
Gargorisi^^
A mi me parece una buenísima muestra de cine poético. Las imágenes hablan por si solas, llenas de simbolismo.
Coppola vuelve a demostrar el maestro que es rodando, aderezando la historia con muchos sentimientos que aparecen en pantalla y que le otorgan muchas interpretaciones.
¿Aburrida? Cada aparición de Rourke es digna de elogio. Yo no puedo apartar la mirada de el, ni de Hopper, ni de Dillon. Y la emoción crece a cada segundo.
La escena de la pelea es una pasada, sin más. Algo simple rodado de una forma que me hipnotiza.
Como tras leer el análisis de Adrian me entraron ganas de volver a verla, por el buen recuerdo que tenía de ella, hice eso mismo dejé mi opinión en mi blog, por si a alguien le interesa.
Por cierto, muy de acuerdo con el análisis de Adrian, aunque yo he sacado otra interpretación distinta del simbolismo de la historia.
http://freakcomplex.blogspot.com
djalma
supongo que por el título de la peli, y una metáfora de los propios personajes, no se.
Gargorisi^^
Por cierto! cinefilo32 pregunta por los peces de colores.
Creo que es puro simbolismo, y es que "El Chico de la Moto" es daltónico, mientras que la película carece de color. Pero los peces de colores es lo que realmente le llama la atención y con lo que parece reaccionar de una forma más vital. Supongo que Coppola quiso hacer que nos llamar la atención de la misma forma que a el.
cinefilo32
por q los pececitos son de colores?
vincenthanna
Me encanto esta peli, muy poetica. Muy buenas las actuaciones de Matt Dillon (nunca bien valorado este actor) y Mickey Rourke.
kemper
Magnífica película. Junto con Apocalypse Now el motivo de mi devoción por Coppola.
vxanthrax
ya ha llovido desde 1984 cuando visione esta película en una semana de cine cultural, que tiempos, me acuerdo que fue en V.O.S., era como un homenaje a las películas de jóvenes rebeldes y sus pandillas de los 50 del estilo de Janes Dean, pero más intimista, de por sí bastante aburrida pero lo novedoso era ver peces de colores en un film en blanco y negro
walter_sobchak
El tostón más aburrido, poco interesante y pretencioso que he visto en mi vida.
http://www.universoweb.com
No olvidar la banda sonora del Police Stewart Copeland, que sirvió de sintonía durante años a un programa de entrevistas de Televisión Española.
Secuencias como la de la pelea y la irrupción de motorcycle boy son un tratado de cine en si mismas.
http://www.universoweb.com
¿Estais seguros de que esta secuencia es "un coñazo soprifero e insufrible"?
http://www.youtube.com/watch?v=5rtoEG6uHbk