John Patrick Shanley se ha basado en su obra teatral para escribir y dirigir la película ‘La duda’ (‘Doubt’), que está protagonizada por Meryl Streep, Philip Seymour Hoffman, Amy Adams y Viola Davis. El viernes, 30 de enero, se estrenará en nuestras pantallas, avalada por varios premios y nominaciones, como corresponde a todo lo que va llegando durante esta época.
Durante los años ’60, la parroquia de San Nicolás, en el Bronx, comienza una política aperturista al aceptar en su colegio al primer alumno negro. La hermana Beauvier, que impone férrea disciplina a los estudiantes, teme que Donald sufra malos tratos por parte de sus compañeros por el color de su piel. Pero la inocente y joven profesora de historia, la hermana James, sospechará que el problema de Donald es otro muy diferente. El niño es monaguillo del padre Flynn, quien ejerce como su protector y con quien el alumno desarrolla un vínculo muy especial.
La duda interesante que plantea esta película es si resulta fácil simpatizar con la causa sostenida por la persona que más rechazo nos crea de las dos que disputan. Como si estuviese ante un jurado que va a determinar su culpabilidad o inocencia, el padre Flynn vende a los espectadores su simpatía, modernidad de miras, lógica ante algunos hechos… pero Philip Seymour Hoffman al mismo tiempo sabe conferirle a su personaje un punto extraño que produce desconfianza y acaba por situarse por debajo en cuanto a empatía de la hermana encarnada por Streep, a pesar de que ella tiene unas ideas más conservadoras.
Casi siempre que tenemos a dos grandes actores frente a frente en un duelo interpretativo, significa que sus personajes se enfrentan el uno al otro, como es el caso. Sería difícil determinar cuál de los dos logra una interpretación más acertada porque la verdad es que ambos realizan con gran habilidad su trabajo. El goce de sus actuaciones es el valor principal y casi único de ‘La duda’. Amy Adams, en un registro muy diferente al de cualquiera de los dos, consigue igualmente hacer un gran papel. En la única escena en la que aparece, Viola Davis, en el papel de la madre del niño negro, se marca una interpretación con una verdad que es lo que más conmueve de toda la película.
Además de eso, el film tiene un bello diseño de producción con una ambientación de época muy atractiva y está realizada de forma elegante. Todo ello sumando hace que la película se disfrute sumamente mientras se está viendo. El transcurrir de los hechos es fluido, la intensidad emocional o dramática está lograda en casi todo momento, la identificación con los personajes se ha producido desde el inicio… Todo funciona bien durante el visionado.
SPOILER Es al llegar al final o, incluso más allá, después de que ha acabado, cuando la sensación se convierte en algo menos positivo. Una vez ‘La duda’ concluye, te invade el sentimiento de que lo que has visto apenas ha consistido en nada, de que el final ha llegado repentinamente y de que todo lo visto no era más que una mera anécdota muy estirada. FIN DEL SPOILER. Esto no hace que la percepción de la película cambie del todo, pero sí te inculca un ápice de frustración que provoca que no te pueda parecer redonda.
Resumiría la crítica de ‘La duda’ diciendo que encontramos en ella dos inmensas interpretaciones al servicio de una trama sencilla y de un mensaje entre lo obvio y lo simple. A pesar de eso, se trata de un film que se disfruta mucho durante su visionado.
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