"Estamos en guerra. Por el momento esta guerra no requiere soldados, requiere información."
Este viernes llega a la cartelera española 'El puente de los espías' ('Bridge of Spies'), una de las películas más esperadas e importantes del año. Esperada porque reúne por cuarta vez a Steven Spielberg y Tom Hanks; importante porque estamos ante una auténtica joya, un vibrante thriller con magníficas interpretaciones que, a pesar de su ambientación histórica, tiene mucho que decir sobre nuestra realidad en este 2015.
Tuve la oportunidad de ver 'El puente de los espías' antes del estreno gracias a una invitación de 20th Century Fox, que juntó a un grupo de comunicadores/reporteros para un evento especial en Londres donde pudimos mantener una breve charla con Spielberg y Hanks. Hoy os dejo mi opinión del film y el jueves publicaré lo que se dijo en ese encuentro con estos dos iconos del cine (ya os adelanto que hay varias anécdotas muy divertidas).
Dos actorazos en manos de un director (todavía) extraordinario
Matt Charman y los hermanos Coen (encargados de una reescritura para aportar ingenio y humor) firman el guion de la película. Arropado por un impresionante diseño de producción que recrea acontecimientos tan famosos como la construcción del muro de Berlín, Spielberg transporta al espectador a la Guerra Fría para contar la aventura de un héroe improbable, un hombre recto que luchó por lo que creía, que no se dejó arrastrar por las masas dominadas por el miedo (el terrorismo "islámico" es nuestro nuevo enemigo).
'El puente de los espías' se basa en la asombrosa historia real de James B. Donovan, abogado de una empresa de seguros que, inesperadamente, es empujado a jugar un papel crucial en el tenso enfrentamiento entre Estados Unidos y la URSS que pudo desembocar en una III Guerra Mundial. El detonante del relato es la detención de Rudolf Abel, a quien da vida un sorprendente Mark Rylance, tan sumergido en su personaje (prestad atención a sus dedos en la primera escena) que llega a eclipsar al mejor Tom Hanks. Debería ser, al menos, nominado al Oscar.
Pero cuando Hanks centra la atención... es una combinación entre James Stewart y Gary Cooper. Hablamos de un brillante actor que sigue entregado en cuerpo y alma a su profesión, y bajo las órdenes de un auténtico genio para la puesta en escena (todavía en forma a sus 68 años) nos regala algunos de las mejores momentos de su carrera; aporta carisma, humanidad y credibilidad, hasta el mínimo detalle, a un personaje que fácilmente podría resultar impostado (alguien demasiado correcto para ser real) y tiene una escena con Rylance al final que me emocionó muchísimo.
'El puente de los espías', un thriller impecable
El resto del calculado elenco (Amy Ryan aporta detalles fantásticos con un personaje breve pero fundamental), la emocionante música de Thomas Newman y la hermosa fotografía de Janusz Kaminski (que nos lleva a recordar 'El tercer hombre') aportan solidez a un poderoso drama que tiene madera de clásico. Nadie puede predecir qué películas van a perdurar y cuáles pero apuesto que 'El puente de los espías', con momentos tan intensos, será recordado como uno de los mejores trabajos de Spielberg.
Y dicho eso, antes de terminar, voy con un apartado que considero necesario incluir: mis problemas con la película. Dura un poco más de la cuenta (es decir, se notan sus más de dos horas), divide el punto de vista innecesariamente (veo desafortunado detenerse tanto en mostrar los caminos que llevan a los arrestos de los estadounidenses) y caricaturiza a los villanos (de ambos bandos). Al margen de esas pegas, magnífica.
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