El "No return" ha vuelto. Tras una ausencia de año y medio (en el que esperábamos un misterioso episodio puente que nunca ocurrió) vuelven las supervivientes de 'Yellowjackets'. La serie de misterio, terror sobrenatural y supervivencia regresa con su temporada 3 y ya podemos ver sus primeros episodios en Movistar Plus+.
Un regreso curioso por cierta disparidad en la dual trama. Si por un lado en el presente, las chicas están todavía lidiando con las consecuencias de la noche fatídica del ¿sacrificio accidental? de Natalie (Juliette Lewis), en el pasado ha pasado bastante tiempo desde el incendio que ha acabado con la cabaña que servía a las chicas de refugio.
De esta manera, las escenas del pasado arrancan con cierta postal bucólica. Tras cierto espejo del arranque de la serie con una chica perseguida, vemos que en realidad estamos jugando y que el equipo de fútbol está disfrutando de una vida medianamente apacible en un campamento improvisado en medio del bosque con el liderazgo de Nat (Sophie Thatcher).
Esto no quiere decir que no haya tensiones entre ellas: Shauna (Sophie Nélisse) sigue resentida por todo y lo pagará con Mari (Alexa Barajas), otra superviviente y seria candidata a ser la Pit Girl (sí, la del inicio de la serie), comenzando un viraje hacia su lado oscuro. Algo que se refleja en el presente, con el personaje de Melanie Lynskey viendo cómo su hija Callie (Sarah Desjardins) parece seguir sus pasos.
Presente sin mucha chicha
Esta es, de hecho, la trama más interesante del presente de 'Yellowjackets'. Si bien por lo general Ahley Lyle y Bart Nickerson, creadores de la serie, han sabido más o menos mantener la intriga en ambas coordenadas temporales, es en esta temporada 3 donde se ve algo más de inercia en este presente, dando la sensación, al menos en los primeros tres episodios, de estar rellenando.
Si bien hay cierta sensación de que no se sabe por donde ir exactamente, hay que reconocer que siempre es estupendo ver a la Misty de Christina Ricci y creo que la serie funciona tremendamente bien cuando se centra en Shauna y ella. Pero también da la sensación de que no termina de rematar con el resto de personajes, especialmente con Taissa (Tawny Cypress).
Los showrunners de 'Yellowjackets' se han mantenido relativamente fieles a la división equitativa del tiempo que dedican a pasado y presente, pero año a año esto ha ido en detrimento de la serie, que a veces ha fallado a la hora de encontrar ese equilibrio perfecto. Dicho esto, reconozco que hay margen de mejora (la temporada no dejan de ser 10 episodios) en la que espero que eleven el nivel.
Por lo demás, la serie sigue dándonos todo lo que nos enamoró de ella: ese humor negro, cierto macabrismo, un fascinante misterio deliciosamente ambiguo (¿alucinaciones colectivas o realidad sobrenatural?) y un tremendamente atinado elenco creciente. 'Yellojackets' ha regresado con una temporada 3 aparentemente inferior, pero las ganas de seguir viendo a estas muchachas semana tras semana no desaparecen.
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