En el mundo del cine hay muchas anécdotas de proyectos que quedan en el aire o que, por situaciones desafortunadas, no llegan a materializarse, sin embargo, muy pocos pueden doler demasiado como aquella ocasión en la que a Michael Bay le arrebataron de las manos el guion de una gran cinta de acción por el simple hecho de haber realizado la pregunta incorrecta.
Para quienes conocen la filmografía de Bay, el director es célebre por sus explosiones coreografiadas al milímetro, persecuciones vertiginosas y cámaras giratorias al ritmo de una tormenta eléctrica, sin embargo, cuando llegó a él el proyecto de 'Phone Booth' (Enlace mortal') la cosa no cuadraba para él, así que se atrevió a preguntar: "¿cómo sacamos esta cosa de la maldita cabina telefónica?" sin saber que esa era la premisa de la cinta.
La historia gira en torno a un arrogante publicista (Colin Farrell) atrapado en una cabina telefónica, bajo la mira de un francotirador que lo obliga a confesar sus pecados en una película que apuesta todo a la claustrofobia, a los silencios tensos, y a la interpretación de su protagonista, como imaginarás no hay explosiones y mucho menos peleas de alto impacto. Todo lo que a Michael Bay probablemente aburriría.
El concepto mismo del filme requería a un director dispuesto a quedarse dentro de los límites cinematográficos, geográficos y psicológicos, así que Larry Cohen, el desarrollador de la idea original y del guion no dudó en quitarle de las manos el libreto a Bay, eligiendo al final a Joel Schumacher un cineasta que, pese a su historial de películas de gran escala supo adaptar su estilo para crear una película contenida pero efectiva.
La película que Hitchcock nunca filmó
En la década de 1960, Larry Cohen presentó a Alfred Hitchcock la idea de una película desarrollada en tiempo real, con la acción confinada a una cabina telefónica. Hitchcock mostró interés, pero el proyecto se estancó ante la dificultad de encontrar una justificación narrativa para la localización única.
Durante años, en sus encuentros, Hitchcock preguntaba a Cohen si había resuelto este problema. Sin embargo, no fue hasta finales de la década de 1990, unos veinte años después de la muerte de Hitchcock, cuando Cohen concibió la solución: un francotirador que obligaba al protagonista a permanecer en la cabina, una idea con la que finalmente pudo completar el guion.
Años después, 'Phone Booth' se mantiene como una pequeña joya del thriller psicológico, y la anécdota de Bay sigue circulando como una especie de moraleja hollywoodense: no todos los directores están hechos para todas las historias. Algunas veces, la clave del éxito es precisamente quedarse en la maldita cabina telefónica.
Fotos de Wikimedia
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2 comentarios
seratalef
Una peli bastante efectiva por cierto, y es curioso que años después salga Celular dónde Bay hubiese sido una buena opción.
denzelgod
No le pegaba nada la peli tal como estaba escrita. Esa pregunta era porque querría jugar con el protagonista en plan al gato y al ratón por toda la ciudad, con persecuciones y explosiones.
La vi 2 veces en cine, me gustó mucho. Reconozco que en parte porque quería volver a ver el trailer de Bad Boys 2 en cine, estaba ansioso por la peli jaja.
Como dice el usuario abajo, Celular hubiera sido mejor opción para un Bay o un Tony Scott.