Cuando Peter Laird y Kevin Eastman crearon las Tortugas Ninja hace 38 años, nadie esperaba que la parodia sobreviviera a tantas iteraciones: ha vivido una descafeinada (pero brutalmente famosa) serie de dibujos ochentera, cinco películas de acción real, una "nueva mutación" en la que presentaban una quinta tortuga (la infame Venus de Milo), multitud de videojuegos y series de cómics, dos series de dibujos contemporáneas... Y, finalmente, un renacer en estilo e intenciones con la polémica 'El ascenso de las Tortugas Ninja'.
Leonardo tiene su katana, entrena duro toda la semana
Tras su cancelación, 'El ascenso de las Tortugas Ninja' tiene una segunda oportunidad para conquistar al público en forma de película, para la que (por suerte, dado que no he visto la serie original) solo hace falta saber lo básico de este universo: quiénes son El Clan del Pie, cómo surgieron sus poderes... Todo lo demás está telegrafiado y los creadores tienen la decencia de no dar por hecho que el público conoce los cambios al material original, como la profesión de April O'Neil o la personalidad de Splinter (más senil y menos sensei).
Es refrescante, a su manera, ver una obra basada en las Tortugas Ninja tan respetuosa con el lore y sus personajes y, al mismo tiempo, tan absolutamente revolucionaria: las Tortugas tienen poderes mágicos, Raphael es el nuevo líder (y Leonardo el personaje alocado), Casey Jones viene del futuro... Sumado a su diseño pasado de vueltas, esto hará que muchos se lleven las manos a la cabeza. Pero no tiene nada de malo: dejarse sorprender ha formado parte de la experiencia de las Tortugas Ninja desde sus inicios.
Superados los diseños (que no vienen de nuevas, son los mismos que los de la serie... y son bastante mejores que los de la película de Jonathan Liebesman, por ejemplo), la cinta nos ofrece unas escenas de acción absolutamente demenciales con una animación espectacular y única con ecos del anime y un 2D frenético que, tristemente, no se ven apoyadas por un guion a la altura, que es extremadamente dramático o cómico, sin encontrar un punto medio.
Son mutantes y adolescentes, siempre comen pizza al dente
'El ascenso de las Tortugas Ninja: la película' no es tan interesante como para justificar el paso al gran formato. El argumento podría valer para un par de episodios televisivos pero al final se termina haciendo largo y repetitivo: los krangs son unos enemigos temibles y con unos poderes fabulosos, sí, pero el guion es demasiado simple incluso si fuera orientada a niños. En este caso, con un target adolescente, las filigranas audiovisuales no ocultan un libreto excesivamente lineal y sin sorpresas por el camino.
Y es una pena, porque empezamos con un viaje en el tiempo, dos muertes inesperadas y la presentación de un viejo conocido de la saga: la película se pone a sí misma el listón tan alto que después, cuando de pronto pasamos a la comedia más liviana y un guion que sigue el devenir lógico de la trama, es difícil volver a sentir esa intensidad. No nos confundamos: este largometraje quiere ser intenso con mayúsculas y al mismo tiempo una comedia fabulosa, entrando en un conflicto inevitable.
Por supuesto que las Tortugas Ninja tienen que ser graciosas. No es que en los cómics originales fueran tronchantes, pero su concepto sí que lo era. Y, una vez el público se ha acostumbrado a su existencia, tienen que evolucionar. El problema es que los chistes y la épica no están bien encajados, como si formaran parte de dos películas distintas: las frases serias y dignas de Raphael no empastan bien con la niñatería de Leonardo, mientras que Michelangelo y Donatello son más comparsas entre ambos que protagonistas hechos y derechos. Es una pena que solo en ocasiones podamos ver a los cuatro hermanos como un todo, porque son los mejores momentos de la película.
Nadie las tomaba en serio por ser tortugas de metro y medio
Sin embargo, cuando funciona, 'El ascenso de las Tortugas Ninja: la película' es un absoluto gustazo. La animación fluye con un ritmo increíble (sobre todo para lo que nos tienen acostumbrados los estándares occidentales), las luchas son tan divertidas como vibrantes y los poderes mágicos añaden nuevas facetas a los estilos de lucha que ya conocíamos. Un delirio visual que es todo un gustazo y hace añorar lo que podría haber sido.
Puede que las novedades no gusten a todo el mundo (e intuyo que la mayor parte de las quejas no van por el cambio de personalidad de las tortugas precisamente) y que a la película le falte fuste y un par de reescrituras, pero los destellos de genialidad que tiene, incluyendo ese final imposiblemente ultraépico, hacen que merezca la pena sentarse a disfrutar de unas nuevas tortugas para una nueva generación.
No sé si esta es la historia que los creadores de la serie original querían contar después de la cancelación o simplemente es una trama que se les quedó suelta, pero a 'El ascenso de las Tortugas Ninja: la película' le falta bajar un poco la intensidad y unir mejor sus diferentes partes. Los ingredientes están ahí, pero le falta un poco de cocinado. Como una buena pizza.
Ver 19 comentarios