Tras un par de días de cine bastante tranquilo, por fin aparecen dos más que probables candidatas a entrar en ese palmarés que decidirá, entre otros, el mismísimo Steven Spielberg. Se trata de 'Le Passé' del iraní Asghar Farhadi y 'Like father, like son' del japonés Hirokazu Kore-eda, dos cintas que tratan sobre la familia pero de forma totalmente opuesta.
Pero antes de entrar en materia, y como os prometí también chismes de varios niveles, aquí va el parte del día: llueve sin parar, pero si el mítico Mitch Bucanan –a.k.a David Hasselholf– pasea su anaranjado bronceado por la Croisette, sonriente y perseguido por una ola de fotógrafos y no le afecta a mí tampoco. Más desapercibidos pasaban Blanca Suárez y Miguel Ángel Silvestre, que disfrutaban del sol –o el poco que vimos ayer– en la ya citada Croisette, y a los que intercepté con todo el morro para preguntarles a qué habían venido a Cannes: "A Blanca le han dado el premio Chopard a la Mejor Actriz Revelación", me dice Silvestre. Le doy la enhorabuena y corro, que llego tarde a una reunión en el stand de Cinema from Spain en el Marché du Film.
La ternura de Kore-eda ataca de nuevo
Que al japonés Hirokazu Kore-eda le van las familias ya lo sabemos. Ya lo demostró en dos de sus últimas películas 'Still Walking' (id, 2008) y 'Milagro' ('Kiseki', 2011), y ahora lo vuelve a hacer en 'Like father, like son', que compite por la Palma de Oro y que es una de las primeras grandes competidoras de momento. La pelícua, que nos cuenta la historia de dos familias que descubren que sus hijos de 6 años fueron intercambiados al nacer, profundiza en la relación padre e hijo de una forma tierna, sencilla y sin florituras, que consigue robar el corazón del espectador sin esfuerzo. Y es que podría decirse que Kore-eda es el rey de la simplicidad y es que nos muestra las diferencias entre las dos familias, la burguesa y la 'hippie', con una precisión extraordinaria y lanza –y responde– la pregunta de "¿qué significa verdaderamente ser padre?" y debate sobre el 'honor de la sangre' y 'la herencia' con maestría. De forma muy dulce y con un estilo narrativo muy tradicional y acertado, la cinta de Kore-eda va al grano con elegancia ni pretensiones y con una ternura pasmosa. Por cierto, más de un crítico reputado ya ha dicho que es el tipo de película que Steven Spielberg premiaría y tampoco nos extrañaría que el padre confuso interpretado por Masashi Fukuyama, estuviera en el palmarés...
Una segunda separación para Asghar Farhadi
Después de 'Una Separación' ('A Separation', 2011) había muchas expectativas puestas en el nuevo trabajo del iraní Asghar Farhadi. Esta vez, el ganador de un Oscar a la Mejor Película de Habla No Inglesa, sitúa su acción en Francia para contarnos la historia del iraní Ahmad, que vuelve a Francia para firmar el divorcio con su ex-pareja que quiere volver a casarse.
La cinta ha gustado mucho a la crítica en general, aunque también ha dejado frío, y es que a pesar de su interesante propuesta inicial –el pasado que llama a tu puerta y lo cambia todo– y una secuencia de arranque brillante, Bérénice Bejo –brillante y apasionada en toda la cinta– esperando a su ex-pareja en el aeropuerto, 'Le Passé' no consigue terminar de profundizar en el tema de la familia o las influencias del pasado y se pierde y termina dando protagonismo a tramas secundarias menos intereantes. Junto a Bejo, un algo soso Tahar Rahim –brillante descubrimiento de Jacques Audiard en 'Un profeta' ('Un prophéte', 2009)– y el siempre interesante Ali Mossafa.
Y esto ha sido todo por hoy desde la Croisette.
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