Acabamos de conocer qué película es la flamante ganadora de la Palma de Oro del Festival de Cannes 2023. Una edición caracterizada por los grandes autores pero que ha estado llena de grandes sorpresas, decepciones y polémicas —como suele ocurrir en este certamen—. Siempre surgen rumores entre la prensa y los aficionados sobre posibles premios, pero los rumores son los rumores y la decisión del jurado es otro cantar.
Por cierto, el jurado de este año lo ha presidido Ruben Östlund, controvertido ganador en dos ediciones con 'The Square' (2017) y 'El triángulo de la tristeza' ('Triangle of Sadness', 2022). Tras conocer el palmarés de este año, hacemos un repaso a 5 películas que nunca debieron ganar la Palma de Oro y dejamos constancia de que cada jurado es un mundo y que al final, es tan subjetivo como la opinión personal de cualquiera. ¿De verdad todas las películas premiadas se lo merecían?
'La Misión' ('The Mission', 1986)
La segunda película del británico Roland Joffé, 'La Misión', le valió su segunda nominación al Oscar como director y un galardón no menos preciado como es la Palma de Oro en 1986. Protagonizada por Robert de Niro, Jeremy Irons y Ray McAnally, la película trataba sobre un misionero peruano del siglo XVIII y consiguió una gran fama internacional.
El Jurado presidido por Syndey Pollack, decidió premiar la cinta de Joffé, cuyo mayor atractivo era su impecable factura y —estamos seguros— por su magistral banda sonora a cargo de Ennio Morricone. Por lo demás, la película no terminaba de ser un melodrama religioso muy bien dirigido y es que si tenemos en cuenta que competía contra 'Bajo el peso de la ley' ('Down by law' de Jim Jarmusch) o 'Jo, qué noche' ('After Hours', Martin Scorsese), entre otras, la Palma de Oro a 'La Misión' nos suena muy de risa.
'La eternidad y un día' ('Mia aioniotita kai mia mera', 1998)
El griego Theo Angelopoulos presentaba en 1998, 'La eternidad y un día', un título más que apropiado para esta historia sobre un poeta terminal al que dio vida Bruno Ganz. A Martin Scoresese, presidente del jurado aquel año, le pareció la película más premiable gracias a su excelente estilo narrativo y a ese ritmo pausado tan característico del griego que casaba a la perfección con la historia de los últimos días del personaje.
Eso sí, se habló de que era la opción fácil, para evitar polémicas. Y es que una vez más, entre las películas que optaban por la Palma de Oro, se encontraba una de las películas más controvertidas de la época: la fascinante 'Celebración' ('Festen', 1998) de Thomas Vinterberg.
'La habitación del hijo' ('La stanza del figlio', 2001)
En un año abarrotado de obras maestras en la Sección Oficial del Festival de Cannes como fue el 2001, el jurado de ese año decidió premiar la emotiva 'La habitación del hijo' de Nanni Moretti, sobre el duelo de una familia ante la repentina muerte de uno de sus jóvenes miembros.
Un emotivo y sensible retrato sobre la pérdida, pero quizás demasiado. Se habló mucho de esta Palma de Oro, porque había tres otros títulos muy potentes que fueron favoritas de la prensa y obtuvieron un gran reconocimiento de público y crítica tras su estreno comercial: 'Mulholland Drive' de David Lynch, 'La Pianista' ('The Piano Player') de Michael Haneke o la bosnia 'En tierra de nadie' ('No Man's Land') de Danis Tanovic, que meses después conseguiría el Oscar a la Mejor Película de Habla no Inglesa.
'Fahrenheit 9/11' (2004)
Justo dos años después de que su controvertida 'Bowling for Columbine' se alzara con el Premio del 55ª Aniversario del Festival, Michael Moore volvía con otro bombazo en forma de documental: 'Fahrenheit 9/11'. El documental diseccionaba los motivos del atentado del 11-S, la gestión Bush y las invasiones de Irak y Afghanistan sin dejar títere con cabeza.
Provocador, polémico y sí, algo manipulador, fueron las claves para que el Jurado de ese año premiara a Moore y dejará fuera cintas ahora de culto como '2046' de Wong Kar-wai o 'Oldboy' de Park Chan-wook.
'El viento que agita la cebada' ('The Wind that Shakes the Barley', 2006)
El actor irlandés Cillian Murphy acababa de convertirse, como aquel que dice, en el actor de moda. Si había dejado a todos boquiabiertos el año anterior con 'Desayuno en Plutón' ('Breakfast on Pluto', Neil Jordan, 2005), ahora volvía a la carga con 'El viento que agita la cebada' de Ken Loach, uno de los directores europeos más reconocidos internacionalmente. La película, sobre la guerra de la independecia de Irlanda, terminó alzándose con el premio gordo de Cannes.
Quizá sea una de las películas menores del director británico y su reconocimiento fue bastante sonado teniendo en cuenta sus contrincantes eran títulos como 'El labertino del fauno' de Guillermo del Toro, 'Volver' de Pedro Almodóvar o 'Babel' de Alejandro González Iñarritu.
Es imposible adivinar la decisión del jurado que muy pocas veces coincide con la opinión popular y las favoritas de la prensa —el caso más sonado que he vivido fue en San Sebastián en 2009, cuando 'El secreto de sus ojos', favorita indiscutible no ganó ningún premio—. Existen muchos factores para la toma de decisión desde los gustos individuales de cada miembro hasta —el inevitable— favoritismo y amiguismo. ¿Qué opináis, cuál ha sido la Palma de Oro más injusta que recordáis?
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