El verdadero Indiana Jones no luchaba contra los nazis, pero sí que descubrió una de las Maravillas del Mundo

El verdadero Indiana Jones no luchaba contra los nazis, pero sí que descubrió una de las Maravillas del Mundo

Eso sí, lo que hizo cuando lo descubrió es algo que George Lucas y Steven Spielberg no se esperaban

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Indy

Todos conocemos a Indiana Jones, el hombre del eterno látigo, el sombrero, la barba a medio afeitar y la musiquilla de John Williams de fondo que ha protagonizado cinco películas, infinidad de videojuegos originales (el último de hace tan solo un mes), cómics, novelas, series y todo tipo de spin-offs. Es un icono de la cultura pop desde 1981 y es imposible no quererle. Pero su origen real está en otra persona, un profesor que se volvió aventurero, descubrió una de las Maravillas de la Humanidad y después se dedicó a la política. Y sí, inspiró -de qué manera- las aventuras de nuestro Indy... Incluso aunque sus creadores no lo supieran.

Qué aco-Jones

Esta persona en cuestión fue Hiram Bingham III, un hombre de buena cuna que acabó estudiando en Yale, Harvard y la Universidad de California, convirtiéndose en profesor universitario en 1907, a los 32 años, con la pretensión de que en los centros de estudios estadounidenses se estudiara más América del Sur, a la que, por aquel entonces, nadie prestaba demasiada atención. Pero no solo se quedó en el púlpito explicando sus hallazgos, sino que decidió convertirse en un explorador por su cuenta. Sin gorro ni látigo, eso sí.

En 1908, después de ir a Chile como delegado en el Primer Congreso Científico Panamericano, decidió hacer un desvío por Perú, descubriendo ante su asombro Choquequirao, una ciudad pre-colombina que le fascinó. Volvió en 1911 para hacer una ruta y re-descubrió algo que los locales ya conocían (y varios exploradores habían visto en décadas anteriores) pero a lo que nadie había prestado suficiente atención en el resto del mundo: la antigua ciudad Inca de Macchu Picchu. Así que sí, él descubrió Macchu Picchu para todos nosotros. ¡Y ni siquiera le persiguió una piedra gigante mientras tanto!

Viajó varias veces más hasta allí en años posteriores y decidió que todo lo que se encontrara era suyo (o, más bien, de la humanidad, que debía expandir su conocimiento). Total, que se llevó 40.000 objetos de todo tipo, desde esqueletos hasta objetos o incluso momias, sin ningún tipo de tapujo. Y sí, no os preocupéis, a día de hoy la universidad de Yale, donde terminaron, ya los está devolviendo poco a poco a su lugar original. Por suerte. Después, Bingham III acabó convirtiéndose en gobernador de Connecticut y senador de Estados Unidos, pero esta parte de su vida, para lo que estamos hablando, nos interesa bastante menos.

No pedía Indy-caciones

El profesor y explorador falleció en 1956 y, aunque por tiempo hubiera podido, nunca se pegó con los nazis -que sepamos-. Y entonces, ¿se puede saber qué tiene que ver con Indiana Jones? Bueno, pues no es una comparación baladí, aunque George Lucas y Steven Spielberg probablemente ni siquiera sepan de la unión. Y es que Bingham III inspiró profundamente la película 'El secreto de los incas', de 1954, protagonizada por Charlton Heston y en la que Harry Steele, el aventurero protagonista, buscaba, como su propio título indica, un artefacto inca.

De hecho, la película se rodó en el Macchu Picchu y el motivo de hacerla allí no fue por lo exótico o porque tuvieran una fantástica historia situada entre las ruinas, sino porque los ejecutivos de Paramount pensaron que aún nadie había hecho una película americana en Perú. Es lo que hay. Lo curioso es que Stele (o sea, Heston) vestía de una manera que podemos reconocer ahora muy rápidamente: chaqueta de cuero marrón, pantalones marrones, un revolver, barba sin afeitar, fedora... ¡Y hasta le podemos ver en una escena, en una tumba, terriblemente similar a otra de 'En busca del arca perdida'!

Aunque sus dos responsables principales no dijeron nada, sí que en su día hubo varios miembros del equipo que la señalaron como una de las fuentes de inspiración más obvias a la hora de crear a Indiana Jones. Y si Harry Steele estaba basado en Hiram Bingham III, Indiana Jones, por tanto, tres cuartos de lo mismo, aunque fuera por casualidad. Por lo menos, tuvimos la suerte de cambiar el robo de momias por la socarronería y los puñetazos a los nazis. Salimos ganando, desde luego.

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