A los 88 años ha fallecido uno de los actores más rebosantes de carisma de nuestras vidas. Ian Holm, capaz de ser el buen rollo personificado en 'El señor de los anillos', también mostró el cinismo y la mala uva que todo británico en pantalla es capaz de ofrecer. Holm nos ha dejado víctima de años de lucha contra el Parkinson.
Mucho más que un Bolsón
Nacido el 12 de septiembre de 1931 en Essex, en el hospital psiquiátrico donde trabajaba su padre, Ian Holm se unió a la famosa compañía teatral Royal Shakespeare Company en 1960 antes de tener una rica carrera cinematográfica. Su papel de Lenny en 'Regreso al hogar' ('The Homecoming'), la obra de Harold Pinter que luego se adaptaría a una película de Peter Hall, le valió el Premio Tony al Mejor Actor de Teatro en 1967.
En el cine, Holm pasó a la historia de la cultura cinematográfica y popular como el androide Ash en la obra maestra de Ridley Scott, 'Alien, el octavo pasajero'. Tras la película de Scott llegaría otro gran papel: el Sam Mussabini de 'Carros de fuego' le valió el premio al Mejor Actor de Reparto en el Festival de Cine de Cannes y un Bafta, así como una nominación al Oscar.
Nombrado Caballero del Imperio británico en 1998, Ian Holm participó en muchas otras grandes producciones de Hollywood. Fue el sacerdote Vito Cornelius de la popular película de Luc Besson 'El quinto elemento', el sospechoso aristócrata de 'Desde el infierno' ('From Hell'), la polémica adaptación de los hermanos Hughes de la novela gráfica de Alan Moore o el profesor Fitz de 'El Aviador' Martin Scorsese.
Pero Holm también trabajó con clásicos de perfiles más bajos. Con David Cronenberg rodó 'eXistenZ' y 'El almuerzo desnudo'. Se puso a las órdenes de Woody Allen en 'Otra mujer' o de Kenneth Branagh en 'Enrique V' (título que empalmó con el Hamlet de Franco Zeffirelli) y el polémico 'Frankenstein de Mary Shelley'. También regaló su talento a Steven Soderbergh en 'Kafka, la verdad oculta', a Terry Gilliam en 'Los héroes del tiempo' y 'Brazil' o a John Badham en la simpática 'Incógnito'. También es obligatorio destacar su labor en la inolvidable 'El dulce porvenir', de Atom Egoyan.
Holm fue un todoterreno que lo hacía todo fácil. Pasar del Richard Lester de 'Robin y Marian' o la dirección de Sidney Lumet en 'La noche cae sobre Manhattan' a trabajar con Danny Boyle en 'Una historia diferente' o poner voz en un clásico del cine animado como 'Ratatouille' y aportar pedigrí a la estupenda 'Algo en común' ('Garden State') de Zach Braff no estaba al alcance de todo el mundo. Se va, como puedes ver, mucho más que Bilbo Bolsón. Descanse en paz.
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