Las licencias poéticas son esas que nos permiten, en un biopic, mostrar algo que no pasó pero que nos ayuda a comprender mejor al personaje o hacer paralelismos con su vida. El problema es cuando tu película presume de ser abrumadoramente real... pero resulta que se ha tomado "licencias poéticas" en una secuencia al completo. Es lo que ha pasado en 'Oppenheimer', y no ha sentado precisamente bien a los familiares de Oppy.
Cinco piezas de fruta al día
Pasa casi al inicio de la cinta: Oppenheimer, enfadado con su profesor por humillarle en público, coge la manzana que tiene estratégicamente colocada encima de la mesa e inyecta en ella ciánido de potasio. Si no sabéis nada de química, digamos que es una sustancia que te mata casi en el acto. El problema es que Charles, su nieto, tras ver la película salió muy enfadado y clamando que su abuelo no mató a nadie. No directamente, al menos.
La parte que menos me gustó es la referencia a la manzana envenenada, que ya era un problema en 'American Prometheus'. Si lees el libro, los autores dicen, 'No sabemos si esto realmente pasó'. No hay ninguna prueba de él tratando de matar a alguien. Es una acusación realmente seria y una revisión histórica. No hay un solo enemigo o amigo de Robert Oppenheimer que oyera esto durante su vida y considerara que fuera real.
Es más, Charles Oppenheimer afirma sin rubor que él hubiera quitado esa escena, aunque tampoco quiere dar consejos a Nolan porque le considera (literalmente) un experto y un genio. ¿Y dónde está la verdad del asunto? Pues no lo sabemos exactamente. Según otras biografías, el propio Oppy contaba la historia de vez en cuando a sus amigos, aunque nadie sabe si realmente fue real o una simple metáfora. En todo caso, yo por si acaso me abstendría de comer cinco piezas de fruta con el inventor de la bomba atómica cerca. Por si acaso.
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