Angy o María. A eso quedó reducida la última ronda de votaciones en la última gala de Factor X. Si hubiese que darle un calificativo, diría que era la batalla del talento musical de María frente al animal escénico que es Angy. Sin que eso quiera decir que María no tenga una magnífica presencia o Angy una estupenda voz. Más clásica la una, más moderna la otra. Pero probablemente dos de los talentos que han hecho un recorrido más firme a lo largo de esta edición del concurso: ni una sola vez en la cuerda floja por parte del público, y con apoyo expreso por parte de todos los jurados.
La gala empezó con el descarte de los United. Pese a tener los ingredientes para ser "grupo de fans", y tener ese carácter de "showmen" que les ha permitido realizar las actuaciones más llamativas del concurso, lo cierto es que vocalmente desentonaban frente a sus contendientes. Y el apoyo del público ya no fué suficiente.
Walter fué el siguiente en caer. Para mí, el verdadero "tapado" del concurso. Realmente no daba un duro por él al principio, pero semana a semana ha ido haciéndose un hueco a base de chorro de voz y esfuerzo. Y se ganó su sitio en la final, donde cayó con honor. Entre medias, sendas actuaciones grupales que fueron fiel reflejo del devenir del concurso: una selección de "lo mejor" de los castings (encabezados por "la chica del cinturón") que dejó ver por qué se quedaron en los castings y no llegaron a la fase final. Y un "revival" de los concursantes eliminados en semanas anteriores, haciendo una versión del "Aire" que Cuatro ha tomado como su himno oficioso. También dejando, sobre todo algunos de ellos, ver sus carencias.
Y llegó el final. Angy vs. María. Creo que cualquiera de las dos hubiese sido una justa ganadora. A María la "identifiqué" desde el principio, quizás yo sea de los clásicos. Angy reconozco que, en los castings, se me pasó inadvertida. Luego no. Su presencia en el escenario es potente, sobre todo pensando en su todavía corta edad. Su imagen también creo que le ayuda a diferenciarse, y puede dar mucho de sí "ahí fuera".
Era cuestión de minutos. Nuria Roca abrió el sobre. Y al filo de la una y diez de la madrugada, tras unos angustiosos segundos en los que a las finalistas parecía que les iba a dar algo, anunció el nombre de la ganadora: María. Que llena de incredulidad, con los ojos en lágrimas, la voz entrecortada... recibió las felicitaciones de sus compañeros, ante la mirada emocionada de su mentor Jorge Flo. Y que instantes más tarde, con un contrato discográfico en la mano, con los ojos enrojecidos y la respiración aún agitada, hizo una interpretación de María se bebe las calles llena de intensidad que demostró por qué era la ganadora del concurso.