'Serpientes en el Avión', this motherfucker movie is a motherfucker shit!!!

'Serpientes en el Avión', this motherfucker movie is a motherfucker shit!!!
Facebook Twitter Flipboard E-mail

Y tal y como grita Samuel L. Jackson en un momento determinado de la película, refiriéndose a las serpientes que pueblan el avión, yo digo lo mismo refiriéndome a la película, la cual es sin duda uno de los peores títulos estrenados este año en nuestro país. El film no tiene pies ni cabeza, y aún así es preferible a otros muchos bodrios que se han estrenado a lo largo de estos doce meses. ¿Y por qué? Pues porque puedes llegar a mearte de risa con ella de lo mala que es, y tal y como decía mi compañera Beatriz en su crítica, lo malo del asunto es que uno no sabe si tomárselo en serio o en broma. Haya cuales hayan sido las intenciones de su director, en ninguno de los dos casos el film tiene arreglo posible.

El punto de partida ya es delirante en sí. El malo maloso de la función, para librarse de un testigo protegido del FBI, cuya declaración puede encerrarle de por vida, tiene la brillante idea de llenar de serpientes el avión en el que viaja el susodicho testigo, impregnar un poco de feromonas para que los ofidios se vuelvan locos, y hala, a montarla. ¿No hubiera sido más fácil contratar a alguien para que lo matara? No, los guionistas han dicho que no.

Y delirante es una palabra que se repetirá a lo largo de toda la proyección, con una sucesión de situaciones a cada cual más increíble, por absurdas, e incluso graciosas, pero sin pretender serlo, al menos no todas. Los personajes no existen, no están matizados, evidentemente esto no importa demasiado en un film de estas características, pero una cosa es no centrarse en personajes que pululan por un film cuyo único propósito es el de entretener, y otra bien distinta es tomar por tonto al espectador, con personajes idiotas, que casi parecen parodias de todos los clichés de un film de catástrofes.

Porque hay que decir que la película aparte de incluirse en el posible género de terror, también se inscribe en el género que tan de moda estuvo en los años 70, y sigue sus pautas una por una. Prólogo en el que vemos algo que desencadena cierta situación. Luego viene la presentación de todos los personajes, en la que prácticamente ya sabes quién va a sobrevivir y quién la va a palmar, algo que por supuesto no coge de sorpresa al espectador en ningún momento. Así, pues tenemos el típico gilipollas mal nacido que tendrá un fin cuanto más horrible mejor, el personaje secundario entrañable que sin lugar a dudas perderá la vida salvando a alguien, la típica pareja de jóvenes idiotas que morirán montándoselo, el policía chulo, etc, etc.

La dirección de David R. Ellis es lo más plana posible, y no llega a dotar al film del ritmo necesario, sin provocar tampoco el suficiente interés por la trama, la cual ya se cae desde el principio. No hay ni el más mínimo suspense, ni la más mínima inquietud, y cuando la acción de verdad estalla, o sea, cuando las serpientes empiezan a hacer de las suyas, asistimos a un recital de estupideces, algunas de las cuales nos provocan gracia, y otras no. Dejando a un lado la incongruencia e incoherencia que supone en el film el hecho de que esas serpientes jamás pasarían las medidas de seguridad de un areopuerto (sobre todo una en concreto, con unas dimensiones enormes), se podría haber sacado mucho más provecho de todas y cada una de esas situaciones antes mencionadas. En su lugar, se decide exponerlas una detras de otra, semejando un carrusel de escenas torpemente realizadas, y que terminan cansando.

Del trabajo actoral no se puede hablar. Samuel L. Jackson debería ir cambiando de representante, porque lo suyo no es normal, tiene una capacidad innata para protagonizar película mala tras película mala. Aquí está como casi siempre, gritando por encima de los demás para que se le oiga bien y quede claro que es el policía más chulo que existe. No obstante me lo he encontrado menos excedido que otras veces, quizá porque en algún momento de la filmación se dio cuenta de en qué se había metido. El resto de actores están al mismo niverl, y nuestra Elsa Pataky da vergüenza ajena el poco rato que sale, encima en una escena clave totalmente ridícula.

Un truño en toda regla, al que por cierto se le auguró un éxito que no llegó a tener. Y es que el rumor de que era mala debió correr muy rápido. No es para menos. Si 'Serpientes en el Avión' hubiera sido uno de esos éxitos supertaquilleros, sería enormemente preocupante. Afortunadamente no ha sido así, y podemos respirar tranquilos. O no.

Comentarios cerrados
Inicio