Creo sinceramente que el Festival de Sitges debería de ir recuperando la palabra "fantástico" y ceñirse únicamente a productos fantásticos, ciencia ficción o de terror, que son del agrado de un público mayoritario, y que en mi opinión han sido injustamente maltratados a lo largo de toda la historia del cine a la hora de dar premios y ser reconocidos algunos de ellos como grandes películas. Sitges hacía muy bien en premiar película fantásticas, pero cuando la confusa línea divisoria entre lo fantástico y lo real se presentó en títulos de la mano de gente como David Lynch y en ese festival premiaron películas como la magistral 'Reservoir Dogs' se amplió el espectro hacia otros títulos que no tienen nada de fantástico. Un ejemplo bien claro es la ganadora de la última edición del festival y que se estrena entre nosotros el próximo Viernes: 'Requiem', cuyo subtítulo en nuestro país es un gran engañabobos, 'El exorcismo de Micaela', toma ya. Ni caso, no os dejes engañar por la publicidad.
'Requiem' está basada en hechos reales, ocurridos en la década de los 70 cuando una joven muchacha murió de desnutrición tras haberle practicado un sinfín de exorcismos. Sin embargo, el film pretende apartarse de esos hechos para conta su propia historia, todos los personajes son ficticios. Micaela es una joven que vive en el seno de una familia profundamente religiosa, está enferma de epilepsia y ahora va a ir a su primer curso a la universidad, allí se sentirá libre por primera vez, al experimentar sus primeras emociones verdaderas como el amor y sobre todo liberada de la presión familiar y del fanatismo religioso. Sin embargo, la epilepsia hará acto de presencia otra vez haciendo que se comporte de forma muy extraña.
Contar más sobre la película sería contarla toda y sinceramente ganas no me faltan, ya que el film es una completa estupidez de principio a fin. Uno no sabe a qué atenerse viendo esta película, ya que no termina de definirse en ningún sentido, y si tal vez ese ha sido su propósito tampoco consigue resaltar como un film que mezcla varias cosas, debido a su poco poder de sugestión y su nada convincente narración.
Hans-Chrsitian Schmid fracasa en prácticamente todas sus propuestas empezando por un ritmo más que cansino, y eso que hablamos de una película de una escasa hora y media, que aburrir al personal en ese tiempo es de juzgado de guardia. El director pretende resaltar en todo momento el tono realista de la historia, tanto que se ha pasado. Y es que el film no funciona en ningún aspecto. No incomoda y tenía todos los números para hacerlo, no da terror y no hablo de un terror fantástico, sino de un terror realista ante la situación de que una enferma mental sea tratada como lo es en la película. En ese aspecto tampoco funciona como crítica hacia el estamento religioso, con ese cura rezando enfervorecidamente pensando que unas ridículas oraciones van a salvar a una tía que lo único que tiene es epilepsia.
Y es ahí, en ese punto crucial de la historia, donde la película fracasa por completo, ya que no nos creemos absolutamente nada de lo que pasa, es más, nos parece sumamente ridículo, cuando no debería serlo. El hecho de que la ignorancia de un grupo de personas les lleve a confiar a una chica enferma mental a una especie de milagro, es algo que podría haber dado muchísimo juego en una película. Evidentemente el director no sabe que hacer con lo que tiene entre manos y se estrella totalmente. El problema es que no pone toda la carne en el asador y cuando debería ir a por todas, se corta no mojándose absolutamente nada. Una par de escenitas con gritos y rezos y ya está. A esas alturas el espectador está más que aburrido y le importa más bien poco lo que le suceda a la protagonista. Podría haber sido un film enormemente polémico, y no lo es, sino todo lo contrario.
Si hay algo que resaltar en esta cosa, sería la interpretación de la actriz principal, Sandra Hüller, pero desentona tanto del resto que se hace imposible poder apreciar un excelente trabajo por parte de la actriz como realmente se merecía, o sea, con una buena historia con la que poder lucirse en todo su esplendor, y no con este amago de drama realista, tan falso y vacío como el terror que inunda la película.
Un bodrio innombrable, insufrible, que produce hastío, cansancio, rechazo, y que podría dormir a una vaca. Evidentemente como hay público para todo, habrá gente que la encuentre interesante, otros la odiarán, y aquellos que buscan una ramificación fílmica de 'El Exorcista', o incluso de 'El Exorcismo de Emily Rose', ni os acerqueis al cine. Tampoco es esa la intención del film, pero eso no justifica lo enormemente mala que es.