Dentro de nada medio mundo estará revolucionado por el estreno de 'Piratas del Caribe: el Cofre del Hombre Muerto', que si cumple las expectativas será una digna continuación de la entretenidísima primera parte. Pero si miramos atrás por lo menos unos 50 años ó más, podemos disfrutar de una de las mejores muestras del género a cargo de un realizador realmente exquisito y elegante como lo fue Jacques Tourneur, firmante de películas tan famosas como 'La Mujer Pantera', 'Retorno al Pasado' o 'La Noche del Demonio'. Tourneur tocó, además, casi todos los géneros teniendo una envidiable habilidad para todos. 'La Mujer Pirata' es una de sus mejores películas, y hace nada acaba de ser editada por Suevia Films en su colección "Clásicos de Oro" en una extraordinaria edición, realmente ejemplar.
La Capitna Anne Providence es uno de los piratas más temidos de cuántos surcan los mares. Una mujer con ademanes masculinos, enérgica y valiente, que tiene a su mando una tripulación fiel y obediente, a la par que sanguinaria. Un día, en un barco inglés que han abordado encuentran prisionero a un bucanero que se une a ellos. No tardará en surgir el amor entre ambos. Un amor que se convierte en el eje central de cuantas acciones realiza esta valiente mujer.
Una de las cosas que más llaman la atención de esta película es el estudio psicológico que realiza de los personajes, absolutamente espléndido y totalmente inusitado en una película perteneciente al género de aventuras. Cada personaje está perfectamente dibujado y posee una extensa gama de matices. Unos matices tan trazados y tan bien insertados, que producen una enorme fascinación en el espectador.
A ello contribuyen por supuesto las extraordinarias interpretaciones de todo su reparto. A la cabeza una sensual, morbosa y bellísima Jean Peters que borda su papel. Todos quiséramos amar a esta mujer, pero a ninguno nos gustaría tenerla como enemiga. Peters le da una dimensión nueva al tipo de heroína al que estábamos acostumbadros, creando prácticamente un modelo que serviría para posteriores personajes femeninos, aunque hay que decir que pocos alcanzarían la fuerza que éste posee.
A su lado Louis Jordan, fantástico en el papel de bucanero que esconde un secreto y que robará el corazón de la hermosa pirata. Jourdan pasaría por derecho propio a la Historia del Cine simplemente por haber protagonizado la obra maestra de Max Ophüls 'Carta de una Desconocida'. Herbert Marshall, casi siempre secundario, magnífico como el médico del barco pirata, personaje destinado a soltar verdades a nuestra protagonista. Y Debra Paget, otra preciosidad de la época en un pepel secundario también pero que es mejor no desvelar para no revelar nada de la interesante trama del film.
Para ser una película realizada en 1951, ésta no se corta en elementos violentos por así decirlo. Atención a lo que deciden hacer con los prisioneros que toman del primer barco abordado. Evidentemente no se muestra pero es tal la dureza y la frialdad con la que está narrado, que nuestra imaginación nos hace sentir peor que si lo hubiéramos visto. Por otro lado el film está lleno de espectacularidad y contiene escenas de batallas navales magníficamente rodadas. Tourneur, que era un maestro, dirige con gran precisión todas esas escenas y las combina con otras más íntimas de forma prodigiosa. El ritmo es excelente y condensa en 80 minutos una historia en la que no se deja absolutamente nada, gracias a una capacidad de síntesis en el guión realmente sorprendente. Un guión que mezcla de forma muy contundente la historia externa de los personajes con la historia interna de una aventurera, pirata enfurecida por fuera y mujer enamorada por dentro. En ese aspecto, Tourneur realiza un mosaico impresionante sobre los sentimientos enfrentados que resulta enormemente embriagador.
Una obra maestra absoluta, un auténtico goce para los sentidos. Una joya. Hablar más sobre ella no llevaría a ningún lado. Hay que disfrutarla. Mucho me temo que el señor Verbinski no tiene nada que hacer al lado de películas como esta, aunque eran otros tiempos. Jack Sparrow y sus compeñeros nos entretendrán y nos harán pasar el rato, pero Anne Providence permanecerá para siempre en nuestra memoria.