Nunca me he considerado un fan del director David Cronenberg; creo que ha hecho cosas buenas ('Cromosoma 3' o 'Inseparables') y también espantosamente malas ('Crash' o 'El Almuerzo Desnudo'). Eso sí, sus proyectos son siempre, a priori, interesantes y nunca dejan indiferente a nadie. Y la verdad es que tenía ganas de ver 'Una Historia de Violencia', que basada en la novela gráfica (cómic) de John Wagner y Vince Locke, cuenta la historia de un pacífico hombre, padre de familia, que en el tranquilo pueblo americano donde reside, mata a dos hombres defendiéndose de una agresión. Por dicho hecho se hace famoso, y pronto empezará a ser acosado por unos hombres que dicen conocer su oscuro pasado, asi que todo empezará a complicarse.
Podría decirse que es un drama rural con toques de thriller y enormes dosis de violencia, que por cierto está mostrada de forma dura, directa y sin efectismos, haciendo que el espectador se incomode varias veces. A primera vista no parece una película típica en la carrera de Cronenberg; sin embargo el director toca sus temas de siempre, sobre todo el de la doble identidad, algo por lo que siempre se ha sentido fascinado.
Pero aquí la labor de Cronenberg se alza victoriosa por muchas más cosas. A pesar de que no puede evitar cierta previsibilidad y que por la mitad la película tenga un pequeño bajón de ritmo, nos ofrece secuencias antológicas que se quedarán grabadas en la retina del espectador probablemente para siempre.
Su dirección es sobria y eficaz, y apoyado en la sutileza de forma genial, narra una serie de acontecimientos a cada cual más interesante, y que en su conjunto global forman una película única, que, salvando las distancias, recuerda a las películas clásicas de los años 40 pero con el filtro de la modernidad, realizando un angustioso estudio sobre la violencia desde todos los puntos de vista, realmente fascinante.
Como anécdota decir que David Cronenberg filma las dos mejores secuencias de sexo que yo recuerde desde la de 'Querido Detective'; escenas atrevidas con las que el director se corona, narrando dos formas distintas de practicar sexo por los mismos personajes, y que van en consonancia con sus estados de ánimo. Porque la película también es un profundo estudio de personajes, todos muy atractivos y con un papel siempre importante en la historia.
Personajes interpretados por uno de losmejores repartos del año. Viggo Mortensen es el protagonista y está sencillamente magnífico, con una capacidad única para cambiar de expresión y resultar tan querido como temido; María Bello, que diría que es la sorpresa de la película, interpreta a su mujer, enormemente enamorada de él y con un gran carácter; además nos regala escenas mostrándonos algunos de sus atributos físicos de forma muy naturla y sincera; Ed Harris, en un personaje verdaderamente inquietante y que no parará hasta conseguir lo que desea ¿Para cuándo un Oscar para este actor?; y William Hurt, que se nota que se lo ha pasado en grande con un personaje incluso divertido sobre el que no diré más por no desvelar nada.
Dejo para el final lo que más me ha gustado: su secuencia final, sin revelarla sólo diré que es el mejor final que he visto en años, una secuencia que se te clava en el corazón, y con los sentimientos a flor de piel no te atreves ni a respirar; está realizada con una maestría pocas veces vista. Si a Cronenberg no lo nominan en la próxima edición de los Oscars, será una enorme injusticia. Aunque a eso ya estamos acostumbrados.