Hay alguien en Telecinco ahora mismo tirándose de los pelos sin entender lo que ha podido pasar con su plan perfecto para ir sustituyendo 'Sálvame' de forma paulatina por otro contenido. Primero lo intentaron con la segunda parte de 'Pasión de gavilanes', que no interesó a nadie. Después, trataron de convertir en un éxito 'Café con aroma de mujer' sin darse cuenta de que ya lo era... en Netflix. Esto ha sido la crónica de una muerte anunciada.
Café con aroma a fracaso
Después de anunciar su emisión durante meses, Telecinco ha demostrado que no entiende nada de la televisión moderna y ha intentado hacer que la telenovela de William Levy triunfe en audiencias como si no llevara un año en el top 10 de Netflix. El resultado ha sido el esperado: no le ha interesado, literalmente, a nadie.
La media de audiencia de 'Café con aroma de mujer' se ha situado alrededor del 6,8%, un resultado aún más pobre que el que conseguía 'Sálvame' frente a la estrella inamovible, 'Pasapalabra'. Después, decidieron darle una segunda oportunidad a las seis de la mañana, pero tampoco interesó a nadie a esa hora (y mira que la competencia no es feroz precisamente).
Finalmente, en este morir lento y después de dos semanas y media de descalabro, la cadena la ha llevado a languidecer a Divinity, donde se emitirá hoy a partir de las 19.45. Esta muerte a cámara lenta de un tipo de hacer televisión está siendo fascinante a todos los niveles, sobre todo porque la propia cadena se niega a admitir que tiene un problema y que acercarse a él haciendo el doble de lo mismo de siempre no está funcionando. Veremos en qué acaba el asunto, pero mal lo tienen para volver a conquistar a todos los que se han ido.
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