Para Telecinco, 'Gran Hermano' es una de sus marcas más notables. Este reality se ha convertido en el más veterano de nuestra televisión con la friolera de 17 temporadas a sus espaldas (que se dice pronto). El jueves pasado, inició una nueva andadura, con muchas novedades y una reconversión que todavía no sabemos por donde le conducirá, pero que promete hacer correr tuits de sangre.
'Gran Hermano' es más que un programa. Es un espacio que abre la temporada para Telecinco y contra el que los rivales (reconozcámoslo) tienen miedo a medirse. Pocos espacios pueden presumir de tener un día institucionalizado, como es el jueves. Y muchos menos pueden hablar de llegar a protagonizar hasta tres prime time semanales y dar a su cadena unas cifras que convierten cada nueva emisión en un canto al espectáculo.
Los retos del 17
Aún así, nadie tiene garantizada su continuidad, por mucho que haya sido líder. Puede que en algunos despachos de Mediaset se hayan encendido algunas alarmas (igual no rojas, pero si amarillo clarito) al comprobar que la audiencia en sus dos primeros emisiones no ha sido tan deslumbrante como la de otras veces. El 23,9% que cosechó su estreno le hizo líder, pero la cifra le sitúa una décima por debajo de lo logrado el año pasado. Quizá más destacable sea que el estreno de 'El debate', ayer domingo, fuera la tercera opción de la noche.
'Gran Hermano' necesita reconventirse cada año, seguir sorprendiendo. Este año tenemos la edición de las mentiras o, como extrañamente, el programa ha pasado a decir, la de los secretos (otra vez, porque ese era el lema del año pasado, como para no acordarse). Además, tenemos un elemento que puede dar bastante juego: 'El club', que esperan que pueda poner patas arriba el concurso.
Al final, de todas formas, la clave volverá a estar en el cásting. Las dos anteriores ediciones fueron un exitazo pero a algunos nos dejaron cierta sensación de aburrimiento en su parte final. Muy llamativa fue la constante repetición de vídeos que habían sucedido casi al principio de la edición y que el programa no se cansaba de volver a emitir en lo que se suponía que eran los momentos más álgidos de la gala, con esa doble lectura tan peligrosa que puede entenderse como "lo más emocionante pasó hace tres meses".
Además, por supueto, está el tema del presentador. Mercedes Milá anunció que se iba, y se armó el belén. Después, empezó a correr el rumor de que era una estrategia más del programa para jugar a esas "mentiras" que ahora llaman "secretos". Ahora, hay una expectación generada por la brutal influencia de las redes sociales que veremos si no repercute para mal en el nuevo presentador: Jorge Javier Vázquez.
El debate
'Gran Hermano' no es sólo la emisión de la gala de los jueves. Son los resúmenes, los comentarios en todos los programas del grupo y, por supuesto, es 'El debate'. Al hilo del éxito de un producto ha nacido un espacio de puro espectáculo que comenzó siendo complementario pero que cada vez tiene más independencia. Y todo debido, claro está, al carisma de los colaboradores.
En 'El debate', es importante hablar de los vídeos, sí. Pero también el show que los ex concursantes, comentaristas, periodistas y trabajadores de la plantilla tienen que dar. Y, en relación a un tema que ya hablamos aquí, y que era la posible adaptación de los famosisísimos realities chilenos a la parrilla española, no podemos dejar de señalar que ayer tuvimos un nuevo colaborador, desconocido para algunos, muy familiar para otros: uno de los protagonistas fundamentales de los dos últimos programas de telerrealidad de ese país. ¿Puede estar más cerca el aterrizaje de 'Amor a prueba'?
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