Give'em that big finish and they'll forget what came before
"Dales ese gran final, y se olvidarán de lo que hubo antes". La canción con la que 'Smash' cierra su andadura por la parrilla de NBC, 'The big finish', da un toque muy 'Chicago' y de cierto optimismo a una despedida que seguro que ninguno de los implicados quería que fuera así, emitida el domingo antes del Memorial Day (que es una fiesta muy importante en Estados Unidos) y después de que se haya visto la última mitad de la segunda temporada en sábado, lo que es un destino aún más cruel que ser enviado al viernes. Pero el final (tampoco tan grande como Josh Safran soñaba, pero el presupuesto manda), por muy decente y satisfactorio, en general, que sea, no puede ocultar los altibajos de una temporada marcada por los cambios detrás de las cámaras, las bajas audiencias y la indiferencia de la crítica, que ya ni se molestaba en hacer hate-watching, además de por la introducción de nuevos personajes y nuevas tramas que no lograron elevar el nivel de la serie.
Como ocurría en la primera temporada, todo lo relacionado con 'Bombshell' fue siempre lo que funcionó mejor, especialmente porque Safran aquí sí que lo ancló todo en los últimos retoques para estrenar en Broadway. El drama estaba en las inseguridades de Tom al asumir el papel de director o en las dudas de Ivy sobre si estaría a la altura en su primer papel protagonista sobre las tablas, y cualquiera de esas dos subtramas dejaron buenos momentos y un capítulo, 'The dress rehearsal', que pudo ser el mejor de 'Smash' desde el piloto. Lograban transmitir el nerviosismo de Tom y Julia buscando cambios de última hora para agilizar la transición entre el primer y el segundo acto, y también el de Ivy al quedarse sola por primera vez en el escenario, antes de que se levante el telón y 'Let me be your star' dé comienzo a 'Bombshell'. Incluso al final, cuando llegamos a la entrega de los premios Tony y parece que 'Hit List' va a arrasar, acaba siendo el musical cuya gestación hemos seguido desde el primer capítulo el que se proclama gran triunfador.
Los Tony
La imprevisibilidad nunca ha formado parte del ADN de 'Smash', por lo que desde el mismo momento en el que se empieza a hablar del fenómeno que es 'Hit List' y de su traslado a Broadway, está muy claro que la serie va a terminar en la gala de los premios Tony, y con los dos musicales como principales rivales por todos los galardones importantes. Las conversaciones sobre los premios, las nominaciones y las campañas para lograrlas ya marcaban los cuatro o cinco episodios anteriores y, aunque eran en su mayoría demasiado obvias, ofrecían momentos simpáticos e interesantes. Eileen, por ejemplo, nunca ha funcionado mejor que maquinando estrategias de todo tipo para lograr que 'Bombshell' aguante todo lo que pueda (quiere que se mantenga en cartel más que 'El rey león'), y la escena en la que vemos a Jimmy, Karen y Ana, por un lado, y a unos divertidos Ivy, Julia y Tom, por otro, viendo el anuncio de los nominaciones a través del streaming era también muy efectiva.
Y en cuanto a los Tony en sí, casi hasta resultó refrescante que 'Bombshell' terminara ganando lo galardones importantes (musical, música y canciones originales y actriz), porque los paralelismos que se estaban estableciendo entre 'Hit List' y 'Rent', con la muerte de uno de sus responsables incluida antes del estreno en Broadway, hacía presagiar que la obra nueva acabaría triunfando. Pero no fue así, aunque la interpretación a capella de 'Broadway here I come' por parte del reparto de 'Hit List' estuvo bien. Los premios al musical de Marilyn dejaron un simpático momento de Tom y Julia, que están bromeando entre sí en sus asientos, sin darse cuenta de que acaban de ganar, y un discurso de agradecimiento muy sentido de Ivy, y que transmitía también el cariño de los responsables de 'Smash' por el teatro.
Con Ivy, por cierto, se ha dado una circunstancia muy curiosa durante toda la temporada. Desde el principio, la serie nos dice que Karen, "la mágica Karen Cartwright", era el gran talento por descubrir, la chica que podía iluminar todo Times Square desde el escenario y que estaba predestinada a un ascenso meteórico desde lo más bajo hasta la cima, algo así como una nueva versión de Sutton Foster. Y aunque vemos ese ascenso hasta protagonizar primero 'Bombshell' y luego 'Hit List', y ser nominada al Tony por ello, la cordura se ha ido imponiendo poco a poco en la segunda temporada. Como si la serie por fin se diera cuenta de lo que tenía con Megan Hilty, Ivy era primero la única que sobrevivía a aquel divertido desastre del musical de 'Las amistades peligrosas' y, finalmente, es la que acaba llevándose el Tony por su trabajo como Marilyn. Hasta su relación con Derek ha sido una de las cosas mejor llevadas de la serie, a pesar de ese giro culebronero del embarazo que, la verdad, era bastante innecesario.
El experimento de 'Hit List'
De todos modos, lo que ha definido esta segunda temporada es el montaje de ese nuevo musical, 'Hit List', que ha sido el principal aporte de Safran como nuevo showrunner. Él mismo ha reconocido en varias entrevistas (que son, por cierto, bastante interesantes, como esta en LeakyNews) que los paralelismos con 'Rent' no eran casuales, pero al mismo tiempo eran también su principal lastre. Para los que no sepáis qué es 'Rent', se trata de un musical rock, escrito por Jonathan Larson e inspirado e la ópera 'La Bohéme', que cuenta la vida de varios artistas jóvenes y con muy poco dinero de Nueva York durante finales de los 80, en un momento en el que el sida estaba en pleno auge. Su estreno en 1996 lo convirtió en un éxito y un fenómeno enorme, logrando mudarse del Off-Broadway a Broadway en apenas meses, y sobreviviendo a la muerte de su autor poco antes de su primera representación. 'Rent' terminaría ganando cuatro Tonys, incluyendo mejor musical, libreto y música, y algunos de sus actores han participado en la segunda temporada de 'Smash', como Jesse L. Martin y Daphne Rubin-Vega.
Decimos que esos paralelismos eran un lastre porque nunca conseguimos hacernos una idea general de cómo es 'Hit List' como musical (algo que también ocurre con 'Bombshell', por cierto, aunque de él sí vemos más fragmentos), más allá de lo que dice otra gente, y sus canciones no acaban de tener suficiente gancho, aunque sí tiene algunas que están bastante bien, como la ya mencionada 'Broadway here I come' u 'Original' (también tiene uno de los números más ridículos de toda la serie, 'I'm not sorry'). Y luego tenemos a Jimmy, que ha sido uno de los personajes más problemáticos de la segunda temporada. Teóricamente, tenía que ser el genio torturado, pero su constante cabreo cada vez que algo no salía como él quería y ese misterio de tres al cuarto sobre su pasado no lograban evitar que fuera bastante irritante. Su relación con Karen estaba también muy telegrafiada desde la primera vez que los dos se encuentran en el bar donde él y Kyle trabajan, y no podía ser menos interesante.
'Hit List' hasta eliminó la partes de Derek que lo hacían divertido de ver en la primera temporada, convirtiéndolo en una sombra de lo que había sido y enredándolo en una subtrama de chantaje y acoso sexual con una bailarina que tampoco funcionaba bien. Lo curioso de esto es que Safran ha afirmado que, si hubieran podido contar más con Jennifer Hudson, ella habría sido la Diva de 'Hit List' y habría terminado peleando por el Tony a mejor actriz en un musical con Karen e Ivy, lo que habría sido, probablemente, mucho más interesante, pero problemas de agenda de Hudson lo impidieron.
El balance final
'Smash' no ha conseguido mejorar, en general, en su segunda temporada, pero sí ha dejado algunas historias y momentos que estaban mejor encauzados que en su primera temporada. 'Hit List' no ha sido más que una fuente de problemas para la serie, pero en lo que no se ha bajado el nivel es en lo musical (hasta han tenido elecciones realmente curiosas para algunas de las versiones, incluida esa 'Under pressure' del último episodio que reúne por primera vez y única vez a todo el reparto). Marc Shaiman y Scott Wittman han escrito menos canciones para 'Bombshell' esta vez, pero han aportado otras para otras situaciones que han funcionado igualmente, como 'I can't let go' para el concierto de Veronica Moore, las dos canciones humorísticas de 'Liasions' o 'Grin and bare it' para el concierto de Tom y Julia.
Salvar 'Smash' probablemente era una tarea casi titánica para Josh Safran, pues ya el año pasado dio la sensación de que la NBC la renovaba sólo para salvar los muebles. A pesar de que redujo bastante el tono de culebrón sin sentido, siguió habiendo algunos giros en ese estilo que no aportaban gran cosa (aunque los efectos que causa la muerte de Kyle, también innecesaria, en algunos personajes tuvieron su aquél), y todo lo relacionado con 'Hit List' no logró nunca funcionar bien ni transmitir demasiado interés. Pero se permitió pequeños toques cómicos simpáticos (muchos aprovechando la vis humorística de Christian Borle) y ha tenido un par de números musicales muy inspirados, no sólo en 'Bombshell' sino también la coreografía de 'I heard your voice in a dream', de 'Hit List'. Al final, después de todo el cachondeo, el hate-watching, las críticas, el componente pegadizo de bastantes de sus canciones y la decepción de que 'Smash' nunca pudiera mantener lo que prometía el piloto, yo acabaré echándola un poco de menos el año que viene. La imagen de los responsables de 'Bombshell' sobre el escenario, sosteniendo sus Tonys, le dio de todos modos un cierre digno a estos dos años entre las bambalinas de Broadway.
En ¡Vaya Tele! | Seis canciones 'showstoppers' de 'Bombshell', el musical de 'Smash'
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