Esta semana se han cumplido quince años desde el estreno de 'Smallville' en The WB, la cadena que luego se fusionaría con UPN para crear The CW. Ese canal se ha convertido, en los últimos dos años, en la encarnación de la saturación de superhéroes que vive la cultura popular actualmente, con series protagonizadas por tipos con poderes en todos los días de la semana (menos el viernes, a no ser que consideremos a los hermanos Salvatore como unos de ellos), y el germen de ese Big Bang está en esta serie sobre la juventud de Clark Kent.
'Smallville' debutó en The WB apenas un mes después de los atentados del 11 de septiembre de 2001, por lo que estar protagonizada por la quintaesencia del héroe americano bien podía ser justo lo que la audiencia necesitaba en ese momento. Y en las diez temporadas que estuvo en emisión tuvo tiempo de ver cómo nacía la actual obsesión de Hollywood por los justicieros enmascarados, aunque en su origen fuera más un intento de hacer una 'Dawson crece' en versión kryptoniana.
De 'Bruce Wayne' a 'Smallville'
Curiosamente, 'Smallville' nació las cenizas de otra serie que no llegó a ponerse en marcha sobre un Bruce Wayne adolescente. Collider apuntaba esta semana que la idea original de The WB era contar las aventuras de un Wayne de 17 años al que los accionistas de la empresa familiar pretendían asesinar (un punto de partida bastante diferente del de 'Gotham'). El joven todavía no era Batman, pero esa pelea por su vida sería importante en su transformación en el Hombre Murciélago.
El guión del piloto de 'Bruce Wayne' tuvo una buena acogida, pero la división cinematográfica de Warner tenía sus propios planes para Batman y no quería que el personaje se "perdiera" en la pequeña pantalla. Así que la cadena optó por poner en marcha una idea que llevaba dando vueltas años: una serie sobre un Clark Kent adolescente. Los encargados de desarrollarla fueron dos veteranos guionistas como Alfred Gough y Miles Millar, que situaron la acción en el pueblo donde Kal-El vivía con la familia Kent como si fuera otro adolescente cualquiera, yendo al instituto y sintiéndose atraído por chicas como Lana Lang.
Pero Smallville se autodenominaba en la serie "la capital de los meteoritos de América", porque caían unos cuantos allí, y esos meteoritos otorgaban poderes a los jóvenes que entraban en contacto con ellos. Por supuesto, el único que podía detenerlos era Clark, aunque al mismo tiempo, nadie podía saber que él era un alienígena con habilidades sobrehumanas. Y ya tenían la serie.
"No tights, no flights"
The WB era una cadena juvenil, y 'Smallville' se ajustaba perfectamente al tono del resto de series de instituto que había en su parrilla. Gough y Millar no querían que el hecho de que Clark acabara siendo Superman distrajera a los espectadores, así se autoimpusieron un lema muy claro que guiara la serie: "no tights, ni flights". O lo que es lo mismo, no se vería en ningún momento el traje y Clark no volaría. Pretendían que su protagonista se comportara como un joven normal, que tenía unos poderes que estaba aprendiendo a controlar.
Aquel lema, de hecho, se mantuvo hasta el último episodio de 'Smallville', en 2011 y ya en The CW, cuando sus dos creadores ya no estaban en la serie y era Geoff Johns su supervisor. Clark vivía en Metrópolis, trabajaba en el Daily Planet y conocía a Lois Lane, pero a Superman como tal sólo se le vio en la última escena del capítulo final, acompañado de la banda sonora que John Williams compuso para la película de 1978.
Hasta entonces, sin embargo, 'Smallville' fue una serie juvenil de manual. En sus primeras temporadas, por ejemplo, era muy importante la amistad que Clark forjaba con un joven Lex Luthor, en conflicto permanente con su ambicioso padre, y también se reveló como una secundaria fundamental Chloe, un personaje creado específicamente para la serie, que acabó convertido en el favorito de los fans.
'Smallville' era, de algún modo, algo así como una precuela de 'Lois y Clark', la anterior encarnación televisiva del Hombre de Acero, y aunque tuvo mucho éxito, curiosamente, fue durante basante tiempo la única serie de un superhéroe de DC en televisión. The WB intentó aprovechar su tirón en 2002 con 'Birds of prey', en la que varias metahumanas defienden Nueva Gotham ante la ausencia de Batman, pero fracasó estrepitosamente. No se animaría con otra serie superheroica hasta 2012, un años después del final de 'Smallville', con 'Arrow'. Y todos sabemos cómo ha seguido esa historia.
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