Hace poco más de 24 horas que llegó a su final la sexta temporada de 'Juego de Tronos' con la emisión del magnífico capítulo 'Vientos de invierno', un episodio que hasta tengo mis dudas sobre si llegó a superar al extraordinario 'La batalla de los bastardos' que pudimos ver la semana pasada. Ya antes creía que seguramente estábamos asistiendo a la mejor temporada de la serie, pero ahora mismo ya no me cabe duda de ello.
Mientras esperamos a que se aclare la duda sobre cuántos episodios tendrá la séptima, he creído oportuno realizar un repaso a las 11 mejores escenas de la sexta temporada de 'Juego de Tronos'. Como es natural, son las que yo personalmente considero que lo son -además, la lista se podría ampliar hasta llegar a un punto en el que incluiría la mayor parte de lo visto, pero hay que poner un límite-, por lo que no dudéis en comentar cuáles son las vuestras y los motivos para ello.
Jon ejecuta a sus verdugos
Sí, he dejado fuera todo lo anterior, incluida la decepcionante revelación de Melisandre y la propia resurrección de Jon, porque esta fue la primera escena que realmente creo que aunaba que sucediera algo importante con una ejecución de la misma a tener muy en cuenta, en este caso por la forma de mostrar la reacción emocional de Jon, con pequeñas dudas al saber lo que les espera, pero finalmente inflexible. Bueno, y por el gran "disfrute" que me dio ver a Olly recibir lo que se merecía.
Daenerys se impone a los Khals
Toda la parte de Daenerys con los Khals me dio un poco sensación de estar repitiéndose para poder alargar su historia antes de poner rumbo a Westeros para hacerse con lo que es suyo, pero la impresionante fuerza tanto visual como emocional de este momento, un nuevo renacer para ella, está fuera de toda duda.
Sansa pone las cosas claras a Meñique
La transformación de Sansa Stark a lo largo de la serie sólo puede calificarse como impresionante, pues ahora ya no queda nada de esa joven estúpida que mentía para favorecer a Joffrey. Una gran demostración de ello lo tenemos en este reencuentro con Meñique en el que le pone las cosas claras demostrando su gran crecimiento interior. Con todo, él sigue teniendo un as debajo de la manga del que ella no dudará en beneficiarse varios capítulos después...
El ¿último? encuentro de Jorah y Daenerys
El pobre Jorah llevaba ya varias temporadas teniendo que ejercer como pagafantas de su querida Daenerys, pero en esta ocasión, y motivado por la enfermedad que amenaza con acabar con su vida, se decidió a confesar abiertamente su amor. No fue recíproco, pero sí que fue la ocasión en la que se sintió más querido antes de marcharse... ¿para siempre?
La muerte de Hodor
El ataque de los caminantes blancos añadió el espectáculo visual, pero lo que realmente nos cautivó a millones fue conocer el verdadero origen de Hodor y que toda su existencia pasó a quedar definida por un único momento en el que tuvo que sacrificar su vida para sujetar la puerta y dar la ventaja suficiente a Bran para poder escapar con vida de lo que era una muerte segura. Lógico que hasta el propio actor que daba vida al joven Hodor le dedicase un emotivo homenaje musical.
Los chistes de Tyrion, Missandei y Gusano Gris
Vale que aquí no sucedía nada realmente importante, pero siempre he tenido una gran debilidad por los momentos más cómicos de la serie -aún recuerdo el impresionante vigor sexual de Podrick- y aquí tenemos uno de los mejores con Tyrion rompiendo esa incomodidad con Missandei y Gusano Gris, primero a través de la bebida y luego con unos chistes de lo más peculiares. Algunos quizá lo vean como relleno, pero para mí es una pequeña joyita para aligerar todo.
El encuentro de Daenerys y Tyrion con Yara y Theon
La formación de una alianza esperada por muchos tuvo dos grandes ejes. El primero la reticencia de Tyrion a confiar en Theon, algo que no dudaba en resaltar siempre que tuvo la oportunidad, y el segundo la gran química entre Daenerys y Yara, lo cual era casi imposible no ver en ello como que la propia serie estaba shippeándolas.
La batalla por Winterfell
Sin palabras. Todo desde la astuta treta de Ramsay para incitar a Jon al ataque hasta la llegada salvadora de Meñique y sus hombres es una muestra de lo impresionante que puede ser una batalla tanto en lo físico como en lo psicológico -y no como otras propuestas absurdas y aburridas donde básicamente se limitan a destrozar cosas-. No hay nada que cambiaría en lo que fue el mejor combate de la serie hasta la fecha, y eso no es decir precisamente poco. Por cierto, pinchad aquí si queréis ver la segunda parte de toda la secuencia y aquí para la última, donde también se incluye la contundente llegada a Winterfell con un último ejercicio de crueldad por parte de Ramsay antes de recibir la paliza de su vida.
Sansa "despidiéndose" de Ramsay
Cuesta conceder ese título en una serie como 'Juego de Tronos', pero creo que Ramsay ha sido el personaje más odioso de la serie, la clase de ser que estás deseando que llegue el momento en el que reciba su merecido. Si eso lo haces a través de una versión retorcida del karma -a fin de cuentas, fue él quien no alimentó a sus perros durante una semana- al mismo tiempo que refuerzas a Sansa y haces que complete su venganza sin mancharse las manos, lo que nos queda es una escena magnífica.
Cersei ejecuta su venganza
Algunos quizá lo critiquen diciendo que el propio capítulo apostó porque fuera algo que se viera venir, pero es que aquí lo importante no era la posibilidad de sorprendernos, sino la forma de llegar a ello -y así de paso se ven todos los pasos del plan de Cersei y cómo ella va paladeándolo primero y luego disfrutándolo más cuando pasa a ser algo más individual-, jugando ahí un papel esencial la inmejorable música de Ramin Djawadi que creo que ha tocado techo aquí. La extensa secuencia continúa aquí y termina en este otro vídeo.
Tyrion es nombrado la mano de la reina
Era una escena ya de por sí intensa por venir justo después de la ruptura de ella con Daario, elevándose aún más por la confesión de él sobre que ella es la primera persona en la que confía, llegando a otro nivel cuando ella decide convertir a Tyrion en la mano de la reina. Sin embargo, lo realmente decisivo y que me ha impedido dejarla fuera es cómo Peter Dinklage muestra las emociones de su personaje en ese momento a través de su expresión facial. Antológico.
Vuestro turno.
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