Reconozcámoslo: los seguidores de la saga Shore (Jersey Shore y ahora también Geordie Shore) experimentamos una mezcla de sensaciones contradictorias cuando nos enteramos de que MTV preparaba la versión española. Nos debatíamos entre la alegría de disfrutar de una adaptación patria del formato y el miedo y la incertidumbre por lo que podría acabar siendo. Cuando se reveló que la ciudad elegida para el cásting y la grabación del docu-reality sería Gandía (y por tanto, el experimento se llamaría ‘Gandía Shore’) nuestros temores se confirmaban: con semejante título, el programa parecía predestinado a convertirse en un ‘Arena Mix Gandía’ o un ‘MHYV’ playero.
Tópicos y estereotipos
No andábamos muy desencaminados… Después del despliegue de esteroides y lycra de ayer, queda confirmado que ese era el perfil que buscaban: personajes completamente estereotipados, aunque paradójicamente no del todo artificiales (gente así, haberla, hayla) pero con la lección muy aprendida. De hecho, daba la impresión de que se habían empollado todas las temporadas de las aventuras de los guidos. Aunque ‘Gandía Shore’ presumía en sus promos de ofrecer un reality sin tramas preconcebidas, el error ha sido elegir a gente tan predecible, tan fácilmente manipulable/modelable.
Walter White/Heisenberg ilustraría el caso con un ejemplo de reacción química simple: juntas chavales de veintipocos cuya única motivación en la vida es salir de fiesta y les das cantidades ingentes de alcohol, pases VIP y un jacuzzi y ahí tienes tus tramas no preconcebidas y previsibles. Es natural, es la misma fórmula que tan buenos resultados ha dado con Jersey Shore, aunque sus versiones distan mucho de llegar a la “calidad” de los chicos de Seaside Hights, todo un veterano reality de MTV.
¿Y será que el chonerío nos chirría menos en otro idioma? Desde luego, es menos estridente. Más que difícil de ver, ‘Gandía Shore’ se me hizo difícil de escuchar, dado el timbre de voz de algunas concursantes, que superaba los decibelios permitidos por ley. Y aún con todo, no se puede negar que, al menos en su estreno, ha convencido: casi un millón de espectadores enganchados, con un ojo en la tele y otro en twitter (seis Trending Topics, seis), que convirtieron ‘Gandía Shore’ en el mejor lanzamiento ever en TDT y dieron a MTV su mejor dato hasta la fecha, un 1,5% de share. Ahora bien, todos sabemos por qué triunfa y no creo que a los chicos de la casa les haga mucha gracia. Aunque lo más probable es que les de igual, como todo.
Sin identidad propia
Si algo me gusta de ‘Jersey Shore’ es que sus concursantes, aún compartiendo el mismo leitmotiv que los tetes y las tetas de Gandía, son capaces de aportar algo más: una personalidad. Y momentos míticos (véase T-shirt time o Los taxis están aquí). Detrás del tópico aún puedes descubrir una persona que, en algunos casos, llega incluso a ser entrañable. Es más, diría que cabe la empatía. Sin embargo, ayer no sentí empatía. Sentí rechazo. Y confusión: ¿qué comparten ocho personas de Madrid, Vic, Benidorm…? La esencia de Jersey o Geordie es que son nativos de la zona. En el caso de Jersey, además, comparten sus orígenes italianos. Lo de ayer era un revueltillo y Gandía la excusa para contextualizarlo.
Pero a pesar de los buenos datos obtenidos, el programa ofreció poca frescura y cero originalidad. El error de base es pensar que con copiar el formato estaba todo hecho. ‘Jersey Shore’ debía ser una referencia, pero se supone que debían crear algo “nuevo” a partir de él, con sus particularidades, sus señas de identidad. Sin embargo, sólo la paellera colgada hacía las veces de elemento idiosincrático y me recordaba que no estaba viendo una simple recreación en español. Es cierto que todas las versiones comparten elementos comunes: pestañas postizas, peleas de gallos, ellos, de gatas, ellas, borracheras y escenas de “caza”. Pero en esta versión cañí hubo quien copió tanto que hasta se apropió de la frase de Snookie en la cabecera de JS. Así no. Y ‘Clavelito’ nunca llegará como mote a ser tan awesome como ‘The Situation’. Las cosas como son.
Con este planteamiento, los concursantes no dejan de ser una nueva generación de tróspidos, con mucho más descaro que sus antecesores y mucha más insensatez. La lista de barbaridades que salieron ayer de sus bocas es interminable y no hace falta ser una señoraque para sentir cierta vergüenza ajena y, en cierto modo, preocupación: “Son mujeres, están mal de la cabeza”, “Hay que tener buenas tetas, si no…” o “Aparte de los músculos quiero entrenar el… (no, no es el cerebro)” son algunas de las perlas que escuchamos atónitos y que ilustran muy bien su concepto de la vida y lo perdidos que van por ella. Un material de primera para los hasta 2.953 tuits por minuto que se enviaron ayer con el hashtag #GandiaShore. De lo que no tenemos cifras oficiales es de los tuits que circulaban bajo #trospidshore, ese reducto alternativo de fans de @hematocrito, donde realmente se cocía la cosa social.
En ¡Vaya Tele! | ‘Gandía Shore’ aterriza en MTV el 14 de octubre
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