En 'First Dates' hemos visto más de una vez cómo fracasan muchas citas por no tener nada en común. En el caso de Bruno y Zaida, ambos contectaron en las cosas importantes, como en sus estaciones favoritas o su apoyo a las relaciones abiertas.
Otoño tardío
Bruno tiene 19 años, vive en Madrid y trabaja como canguro. Se define como un chico trans no binario, anarquista y anticapitalista. Contó que le cuesta todavía definir su sexualidad y que busca una pareja que tenga una forma de pensar parecida a la suya.
Zaida es de Rivas y está en sus 19. Dice que ha ido variando su estilo con el tiempo y que se considera una persona diferente. Al verla, él pensó que era muy guapa y le gustó su forma de vestir: "Me llamo Bruno, pero me puedes llamar Uno".
A ella le chocó inicialmente el estilo de Bruno aunque no le desagradó. Le dijo que usaba los pronombres femeninos y él le contestó que utilizaba los masculinos o los neutros. Bruno confesó también que no es muy de ir de pubs porque le agobian los sitios cerrados.
Se ve que él no tenía mucha hambre porque se dejó buena parte del plato y, como todo buen hijo de vecino, pidió que se lo pusieran en un táper. Jugando al Rasca del amor, Bruno contó que le cuesta pillarse de alguien y los dos coincidieron en preferir las relaciones abiertas: "No sé si podría tener una relación cerrada".
Él dijo que para enamorarse no necesita coincidir ideológicamente al 100%, pero jamás saldría con un capitalista rampante. El único momento en el que peligró la cita fue cuando Zaida le lanzó la pregunta más comprometida: ¿team verano o team invierno? A lo que él contestó la única respuesta buena: team otoño.
Una vez más, Bruno pidió que le pusieran la comida que le había sobrado para llevar: "No me gusta que se desperdicie comida, hay gente que se queda con hambre". En un inesperado giro de los acontecimientos, al final ninguno de los dos quiso una segunda cita. Querían seguir conociéndose pero solo como amigos.
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